—¿Así que es como una infección?
—Sí, en cierto sentido.
Los grandes ojos del calamar miraban con fijeza, y sus tentáculos se movían.
—Y puedes ver todos los órganos internos —indicó Beth—. El cerebro está oculto detrás del ojo. Esa bolsa es la glándula digestiva; por detrás de ella está el estómago, y debajo de éste, el corazón. ¿Lo ves latir? Ese órgano grande que se encuentra delante es la gónada
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y, bajando desde el estómago, hay una especie de embudo desde el cual el calamar despide la tinta y se propulsa a sí mismo.
—¿De verdad es una nueva especie? —preguntó Norman.
Beth suspiró y dijo:
—No lo sé. En el aspecto interno es típico, pero el hecho de que tenga menos tentáculos lo acreditarían como una especie nueva, sí.
—¿Le vas a llamar Calamarus bethus?
—Architeuthis bethis —rectificó Beth sonriendo—. Suena como si fuera un problema dental. Architeuthis bethis significa que se necesita un tratamiento de conducto.
—¿Qué le parece, doctora Halpern? —inquirió Rose Levy, metiendo la cabeza entre los dos investigadores—. Tengo algunos buenos tomates y pimientos y sería una pena desperdiciarlos. ¿Realmente son venenosos los calamares?
—Lo dudo. Nunca se ha sabido que los calamares lo sean. Adelante —le dijo a Rose—, creo que comerlos es una buena idea.
Cuando Rose se hubo ido, Norman dijo:
—Creí que habías dejado de comer estas cosas.
—Nada más que pulpos —precisó Beth—. El pulpo es bello e inteligente. Los calamares, en cambio, son bastante... antipáticos.
—Antipáticos...
—Bueno, se comen unos a otros y son un tanto asquerosos... —Beth alzó una ceja—. ¿Otra vez me estás psicoanalizando?
—No. Es nada más que curiosidad.
—Como zoóloga se da por hecho que debo ser objetiva —explicó Beth—, pero tengo sentimientos respecto a los animales, como le ocurre a cualquier persona; siento un cálido afecto por los pulpos. Son inteligentes, ¿sabes? Una vez tuve uno en un tanque de investigación. Aprendió a matar cucarachas y a emplearlas como cebo para atrapar cangrejos. El cangrejo, curioso, se acercaba a la cucaracha muerta, y entonces el pulpo salía de su escondrijo y se abalanzaba sobre él.
»Es un ser muy inteligente, pero la principal limitación de su conducta es su período de vida; vive nada más que tres años; y no es tiempo suficiente como para desarrollar algo tan complicado como una cultura o una civilización. A lo mejor, si los pulpos vivieran tanto como nosotros habrían conquistado el mundo hace ya mucho tiempo. Pero los calamares son diferentes. No albergo ningún sentimiento hacia ellos, con la salvedad de que me gusta comérmelos.
—Bueno —dijo Norman sonriendo—, por lo menos has encontrado al fin alguna forma de vida aquí abajo.
—Es extraño, ¿sabes? —comentó Beth—. ¿Recuerdas qué estéril se veía todo ahí afuera? No había nada sobre el fondo del mar...
—Claro que sí. Muy llamativo.
—Pues cuando fui a pescar estos calamares di la vuelta por el costado del habitáculo y vi que sobre el fondo hay toda clase de gorgonias de bellos colores: azules, púrpura y amarillas. Algunas son bastante grandes.
—¿Crees que aparecieron de pronto?
—No. Tienen que haber estado siempre en ese lugar, pero nunca fuimos para allá. Tendré que investigarlo más tarde. Me gustaría saber por qué están localizadas en ese sitio en particular, al lado del habitáculo.
Norman fue hasta la portilla; había encendido las luces exteriores del habitáculo y la iluminación le permitió ver, en el fondo del mar, muchas gorgonias grandes, de color púrpura, rosa y azul que oscilaban suavemente por la acción de la corriente del mar. Estos pólipos se extendían más allá de la zona exterior iluminada y se adentraban en la oscuridad.
—En cierto sentido —continuó Beth— es tranquilizador que estemos tan en lo profundo, porque la mayor parte de la vida oceánica se encuentra en los primeros treinta metros de agua; pero aun así, este habitáculo está situado en el ambiente marino más variado y abundante del mundo.
Los científicos que habían hecho el recuento de especies dejaron establecido que el sur del Pacífico tenía más especies de coral y esponjas que cualquier otro mar de la Tierra.
—Por eso estoy contenta de que finalmente hayamos encontrado vida —manifestó Beth, y mirando hacia las estanterías llenas de sustancias químicas y reactivos, agregó—: Y estoy contenta, sobre todo, de poder ponerme a trabajar en algo.
Harry se hallaba en el comedor comiendo huevos revueltos con tocino. Los demás investigadores no dejaban de observarlo, aliviados al ver que el matemático se encontraba bien. Le contaron las novedades; Harry los escuchaba con interés, hasta que mencionaron que se había acercado un gran cardumen de calamares.
—¿Calamares?
Alzó la vista bruscamente y casi dejó caer el tenedor.
—Sí, montones —corroboró Rose Levy—. Estoy cocinando unos cuantos para la cena.
—¿Todavía están ahí? —preguntó Harry.
—No, ya se han ido.
El matemático se relajó y aflojó los hombros.
—¿Pasa algo, Harry? —preguntó Norman.
—Odio los calamares —respondió—. No los puedo tolerar.
—Para mí su gusto es insípido dijo Ted.
—Terrible —declaró Harry, asintiendo con la cabeza. Reanudó su comida y la tensión pasó.
Entonces Tina gritó desde el Cilindro D,
—¡Los tengo otra vez! ¡Estoy recibiendo los números de nuevo!
00032125252632 032629 301321 04261037 18 3016 06180 82132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 083016 21 1822 033013130432 00032125252632 032629 301321 O 4261037 18 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 08 30162137 1604 08301621 1822 033013130432 000321252 52632 032629 301321 04261037 18 3016 0618082132 290 33005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 03 3013130432 00032125252632 032629 301321 04261037 1 8 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 033013130432 00032125252632 032 629 301321 04261037 18 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 033013130432 0003212525252632 032629 301321 04261037 18 3016 06 18082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 083 01621 1822 033013130432 0003212525632 032629 301321
—¿Esto es lo que se recibió antes? —preguntó Harry.
—Así parece, salvo que el espacio entre números es diferente.
—Eso se debe a que esto, sin lugar a dudas, no es algo que salga al azar —explicó Harry—. Es una sola secuencia, repetida una y otra vez.
00032125252632 032629 301321 04261037 18 3016 06180 82132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 083016 21 1822 033013130432
00032125252632 032629 301321 O 4261037 18 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 08 30162137 1604 08301621 1822 033013130432000321252 52632 032629 301321 04261037 18 3016 0618082132 290 33005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 03 3013130432
00032125252632 032629 301321 04261037 1 8 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 03301313043200032125252632 032 629 301321 04261037 18 3016 0618082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 08301621 1822 033013130432
0003212525252632 032629 301321 04261037 18 3016 06 18082132 29033005 1822 04261013 0830162137 1604 083 01621 1822 0330131304320003212525632 032629 301321
—El doctor Adams tiene razón —reconoció Tina.
—Fantástico —se admiró Barnes—. Es increíble que usted lo haya visto a la primera ojeada.
Impaciente, Ted tamborileó sobre la consola con los dedos.
—Elemental, estimado Barnes —dijo Harry—. Esa parte es fácil. Lo difícil es saber qué quiere decir.
—Seguramente es un mensaje —opinó Ted.
—Parece posible que lo sea —admitió Harry—, pero también podría ser alguna especie de descarga de información generada desde dentro del ordenador, o el resultado de un error de programación, o un fallo de funcionamiento del equipo debido a un problema con el voltaje. Podríamos pasarnos horas traduciéndolo nada más que para descubrir que dice «Copyright Acme Computer Systems, Silicon Valley», o algo parecido.
—Bueno... —dijo Ted.
—Lo más probable es que esta serie de números se origine en el interior del ordenador en sí —advirtió Harry—; pero permítanme realizar el intento.
Tina hizo que el equipo imprimiera lo que se veía en la pantalla del monitor, y le entregó la copia a Harry.
—También a mí me gustaría probar —se apresuró a decir Ted.
—Por supuesto, doctor Fielding —respondió Tina, e imprimió una segunda hoja.
—Si es un mensaje —dijo Harry— hay muchas posibilidades de que se trate de un sencillo código de sustitución, como el código ASCII
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. Significaría una gran ayuda poder ejecutar un programa descifrador en el ordenador. ¿Alguien puede programar este ordenador?
Todos negaron con la cabeza.
—¿Usted tampoco puede hacerlo? —preguntó Barnes.
—No. Y supongo que no hay forma de transmitirle esto a la superficie. A las computadoras descifradoras de códigos que tiene la NASA en Washington les bastarían unos quince segundos para hacerlo.
Barnes movió la cabeza:
—No hay contacto. Yo ni siquiera pondría un cable de radio unido a un globo, pues el último informe meteorológico dice que en superficie hay olas de doce metros que arrancarían el cable de inmediato.
—¿De modo que estamos aislados?
—Así es. Estamos aislados.
—Creo que hay que volver al viejo método del lápiz y el papel. Siempre lo digo: las herramientas tradicionales son las mejores..., en especial cuando no hay otra cosa —declaró Harry, y salió de la habitación.
—Yo diría que de muy buen humor —agregó Norman.
—Quizá un poquito demasiado bueno —observó Ted—. ¿Tal vez un poco maníaco?
—No —dijo Norman—. Es nada más que buen humor.
—Creí que Harry estaba algo eufórico —dijo Ted.
—Dejemos que permanezca así —bufó Barnes—, si eso le ayuda a descifrar este código.
—Yo voy a intentarlo también —le recordó Ted.
—De acuerdo —aceptó Barnes—. Inténtelo usted también.
—Te digo que esta confianza que han puesto en Harry es una equivocación. —Ted caminaba de un extremo al otro de la estancia y miraba a Norman de soslayo—. Harry es un maníaco y está descuidando cosas. Cosas obvias.
—¿Cuáles, por ejemplo?
—Pues el hecho de que no hay posibilidad alguna de que los números impresos sean únicamente una descarga de memoria del ordenador.
—¿Cómo lo sabes?
—Por el procesador —respondió Ted Fielding—. El procesador es un chip
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68090, lo que significa que cualquier vuelco de memoria estaría en hexa.
—¿Qué significa hexa? —preguntó Norman.
—Existen muchas maneras para representar los números —dijo Ted—. El microprocesador 68090 utiliza la representación de base dieciséis, llamada «hexadecimal». La hexa es completamente diferente de la representación decimal común y corriente. Tiene un aspecto distinto.
—Pero el mensaje usaba número desde cero hasta nueve —dijo Norman.
—Eso es exactamente lo que estoy diciendo, y demuestra que no provino del ordenador. Tengo la absoluta convicción de que es un mensaje de la esfera. Más aún: aunque Harry piensa que es un código de sustitución, yo opino que es una representación visual directa.
—¿Quieres decir una imagen?
—Sí —admitió Ted—. ¡Y creo que es la imagen de ese ser! —El astrofísico buscó entre varias hojas de papel—. Empecé con esto:
001110101110011100111010100000 111101011101 11110110110101 100110101010100101 100101111010000 11010010100010101100000 111011111110101 1001010110 1001101010101101 1000111101000010101100101 10000100 1000111101000010101 1001010110 111111011011101100100000 001110101110011100111010100000 111101011101 11110110110101 100110101010100101 10010 1111010000 11010010100010101100000 111011111110101 1001010110 1001101010101101 1000111101000010101100101 10000100 1000111101000010101 1001010110 111111011011101100100000 001110101110011100111010100000 111101011101 11110110110101 100110101010100101 10010 1111010000 11010010100010101100000 111011111110101 1001010110 1001101010101101 1000111101000010101100101 10000100
—Aquí he traducido el mensaje al sistema binario. Puedes percibir, en forma inmediata, el patrón visual, ¿no?
—En realidad, no —confesó Norman.
—Pues es bastante sugerente —dijo Ted—. Te diré algo: todos estos años pasados en el JPL mirando imágenes de los planetas hicieron que desarrollara un ojo clínico para estas cosas. Así que el paso siguiente que di fue regresar al mensaje originario y llenar los espacios. Y obtuve esto:
•00032125252632• •032629• •301321• •04261037- •18 •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0318082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301521• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321 • •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •03301313043 •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18•
—Ajá... —dijo Norman.
—Estoy de acuerdo: no se parece a nada —reconoció Ted—. Pero variando el ancho de pantalla, se obtiene esto:
• •00032125252632• •032629• •301321 • •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •033013130432• •00032125252632• •032629• •301321 • •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •033013130432• •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •033013130432• •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •033013130432• •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016• •0618082132• •29033005• •1822• •04261013• •0830162137• •1604• •08301621• •1822• •033013130432• •00032125252632• •032629• •301321• •04261037• •18• •3016•