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Authors: Ibéyise Pacheco

Tags: #Ensayo, Intriga

Sangre en el diván (25 page)

BOOK: Sangre en el diván
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»Ya la tenemos ubicada en el lugar, tenemos un cuerpo, un zarcillo, signos de violencia, pero tenemos más. Roxana fue documentando su vida. Lo hizo utilizando medios electrónicos —su computadora la colectamos—, y el diario personal. Con la computadora, hicimos una experticia de vaciado. Estaban todos los documentos de Word, el Messenger. Fue muy útil, porque pudimos sacar las conversaciones, cuándo se veían, cómo se veían, dónde. Todo estaba en la memoria. Y nosotros logramos determinar que él la estaba utilizando sexualmente, la tenía a su merced, sin duda alguna. La llamaba y ella iba. La manipulaba. A pesar de que Roxana narra que algunas veces ella lo llamaba.

»Eso fue muy revelador. No sólo en cuanto a la relación que mantenían, sino a las motivaciones del hecho, porque dirás, mantenían conversaciones, pero, ¿por qué la mata? Se determinaron las motivaciones del hecho. Porque las comunicaciones dan cuenta de esa insistencia de ella en tratar de hacer público el abuso sexual. En una de las conversaciones más extensas que pudimos reproducir, ella le manda a la amiga el documento de Word, y le dice: «Lo voy a distribuir». Es el texto donde alerta a las personas para que no lleven a sus hijos donde Chirinos, porque abusaba sexualmente de las pacientes. Sabemos que por correo lo pasó. Y está también a quién lo transfiere. Lo escribió y lo hizo rodar a personas allegadas. Se trata de una estudiante de Comunicación Social, que tenía contactos que podían hacer de eso toda una noticia. Se iba acrecentando en Chirinos la preocupación. Y aumenta más cuando ella le dice que entra en Radio Caracas Televisión. ¡Es que Chirinos, hasta documenta el móvil! Fíjate que él hace un escrito, dirigido a la mamá de Roxana, que nunca negó que era de su autoría. Chirinos, en su primera declaración, dijo que era de él. El abogado trató de varias maneras que lo negara, pero no lo logró. ¿Cómo vas a negar la relación, si lo estás admitiendo en el escrito? Allí también él explicó la motivación del crimen.

»Conseguimos fotos de Roxana; en algunas estaba desnuda. Era necesario demostrar científicamente que era ella, y no otra persona. Le solicitamos a los familiares múltiples fotos, en varias posiciones. Hicimos un cotejo, una experticia de certeza, para ver si era ella o no. No sólo era Roxana, porque quedó perfectamente establecido, sino que el tribunal se trasladó para ver el área física, la locación, el lugar donde fueron tomadas las fotos. Y fue en el consultorio, no hay duda. Entonces, ¿cómo tú niegas ese vínculo? ¿Cómo niegas esa situación? Era innegable.

»Él tenía que tratar de negar el vínculo para evitar el agravante sobre lo que podía ser su condena de homicidio intencional. El vínculo afectivo entre ellos incrementaba su pena, considerablemente.

Fuimos dando veracidad a lo que Roxana iba escribiendo. A pesar de que sabíamos que a ella la defensa iba a tratar de descalificarla. Para darle credibilidad a lo que contaba, y dar la evidencia de que era cierto, tenemos lo que escribió, lo que dijo a otras personas, a sus amigos, familiares; tenemos relación de llamadas, de contacto permanente por teléfono, que crean un vínculo innegable. Entonces había que establecer el estado psicológico previo. Solicitamos una autopsia psiquiátrica. Se han hecho muy pocas en este país, menos de diez casos. Esa es una prueba que desde el punto de vista científico es aceptada como de certeza. Fíjate que hubo coincidencia entre el médico que lo hizo, el doctor Osiel Jiménez, con los psiquiatras que la trataron en vida. Y lograron todos determinar que era un trastorno
borderline
. Las características de ese trastorno fueron muy debatidas durante el juicio. Yo traté de establecer siempre la diferencia entre la neurosis y la psicosis, y probar que Roxana no era una psicótica, que no alucinaba, ni tenía fijaciones, ni estaba loca. Ella tenía una neurosis, que le permitía vivir normalmente. Por eso también exhibí su rendimiento académico, referencias personales, porque sabíamos que venía el discurso de la descalificación a la víctima, para tratar de afirmar que ella lo había inventado todo, que era producto de su imaginación, creatividad e ilusiones. Por eso se hizo la autopsia psiquiátrica. Y se citaron a los médicos tratantes.

»También ocurrió algo muy importante. Fue ese primer abordaje de Chirinos sobre la víctima, que implicó el abuso sexual. Debíamos demostrarlo; que no se quedara sólo en lo anecdótico, en la referencia que contaban la madre y el padre. Ana Teresa la llevó a una ginecólogo —poco después del abuso— y a ella la citamos y la entrevistamos. El informe de la ginecólogo es absolutamente contundente y ella explica que en efecto las evidencias están allí, incluido el pequeño sangrado que Roxana tuvo, sin rotura completa del himen. Estaba la evidencia de que hubo ese acercamiento sexual, y que no estamos hablando de una persona con una psicosis que está imaginando cosas.

»La fiscalía lo que hizo fue hilvanar y darle fortaleza a todo lo que Roxana narraba.

»Eso fue determinante, porque a pesar de las intenciones de la defensa de desacreditar las pruebas y a sus funcionarios, es imposible que se haya construido, que se haya armado todo esto, a través de una conspiración. Imposible. Se trata de la vida de una persona. Esa es la razón de que en las conclusiones yo afirmara que la defensa pretendía decir que la vida de Roxana era mentira, que no existió. Cuando la verdad, ésa era su vida, y tuvo el valor de registrarla.

»Gran parte de la investigación estuvo dirigida a hacer vínculos, lo que le molestaba mucho a la defensa, que decía que el Ministerio Público estaba tratando de hacer una desvaloración ética, confundiendo la moral con derecho, etc. Pero no es así, porque la única forma de darle credibilidad a lo que ella decía, era indagando a través de otras fuentes de información. Tan es así, que nosotros presentamos en el juicio a otra señora, que llevó a su hija el mismo día que había ido Roxana, y le ocurrió el mismo sangrado. Ahora, ¿eso es certeza? No, pero es un indicio, y las pruebas induciarias, así lo ha establecido la Sala Constitucional, deben ser valoradas, siempre que todas lleguen a una misma conclusión. Estamos ante multiplicidad de indicios. Ya antes, otra paciente abusada, al conocer la muerte de Roxana, había acudido voluntariamente al CICPC a acusar de intento de violación a Chirinos.

»Todo ese cúmulo de elementos da cuenta de la relación. Por eso sostuvimos que fue un hecho de violencia contra la mujer, y por eso en la conclusión nos referimos a la legislación internacional y apelamos a toda la parte conceptual, para tratar de convencer de que se trata en efecto de un hecho de violencia de género.

»Chirinos era un hombre con fuerza física. De hecho, los videos de sexo explícito dan cuenta de eso. Tales videos nosotros no los ofertamos, por respeto a esas mujeres, porque cuando ese expediente sea público cualquiera las podría ver. Pero en esas filmaciones el psiquiatra muestra su capacidad física. Eran videos muy recientes, en los que estaba muy lejos de ser un viejito enclenque, como al final lo quisieron presentar los de la defensa.

»Es importante lo de los vehículos. Chirinos puede haber tenido o no ayuda para trasladar el cuerpo de la víctima, pero hay algo que dije en las conclusiones: el hecho se agota con la cesación de la vida. Que se quede el cuerpo o que lo trasladen es otro punto; primero, yo tengo que probar la muerte.

»Chirinos y sus asesores escondieron los vehículos durante mes y medio. Nosotros pensamos que iban a modificarlos, por lo que teníamos preparado llevar los carros a talleres, con peritos de la marca, para verificar si había habido alguna modificación. ¿Qué hicieron? Utilizaron esa película, que también reacciona frente al luminol, pero muy tenuemente, y se sabe que no es sangre. Es una interferencia. Porque solamente, cuando es persistente y bien luminoso, se trata de sangre. Fijaron, untaron con mango toda la maleta. Lo más torpe, es que también untaron la parte superior; porque en el lado inferior tú podrías justificar, pero, ¿cómo llega el mango arriba? Eso generó más sospechas. Luego, colectamos las alfombras e hicimos una experticia de laboratorio, con uno de los mejores expertos en esa área, que calificó como positivas todas las pruebas de orientación; pero no tenía suficiente material para la certeza. Por eso, él concluye en que había una probabilidad altísima de que allí haya habido sangre. Inventa Chirinos entonces el cuento del perro que se encontró y lo metió en la maleta del carro, y luego lo pasó a la otra. Fueron mecanismos de manipulación que utilizó la defensa.

»Tenemos un vehículo con posible sangre, tenemos la sangre de ella, la morfología de la sangre, las llamadas que muestran sin duda que la vio esa noche; y tenemos la sensación del contacto estando con él, por el análisis de telefonía, como en efecto se hizo, y por los testigos, que hasta que pierden la comunicación con ella todavía está la antena allí. Y después, por alguna razón, apagan el teléfono. Incluso en mi interrogatorio, a través de un testimonio, hubo manera de determinar que Chirinos tenía el teléfono de Roxana.

»Chirinos había negado a sus amigos y a su madre haber visto, desde hace meses, a Roxana. La defensa tuvo que inventar después la supuesta emergencia psiquiátrica. En este aspecto fue importante el testimonio de la psiquiatra Rauseo, quien había atendido a Roxana. Ella explicó que en esa patología en particular es muy importante ponerle coto a los deseos del paciente, y por eso no es el paciente quien establece las citas, o decide las emergencias. No es que te voy a ver cuando tú quieras. Evitar eso forma parte de la terapia.

»También desmintió a Chirinos cuando él habló del fenómeno de transferencia —lo hizo en la primera declaración—, y dijo que él había actuado correctamente al referir a Roxana a otro médico, porque ella se había enamorado de él. Chirinos dijo específicamente que la había referido a la doctora Rauseo y hasta agregó ese dato a la historia médica que modificó. Y eso era mentira. Resulta que a la doctora Rauseo —ella insistió en eso—, en el juicio, le llega Roxana a través de una colega, compañera de consultorio, a quien el doctor Pan-Dávila —el psiquiatra que había atendido a Roxana, en Valle de la Pascua, después de haber sido violada— se la había referido. El problema fue que su colega no medica, es psicoterapeuta, y como la referencia decía que venía medicada, esta compañera de consultorio se la pasa a ella, y le dice: «Como tú medicas, trátala tú».

»Con eso, destrozó una de las últimas esperanzas que tenía Chirinos durante el juicio, y que él había declarado en dos o tres oportunidades: «Yo hice lo correcto, Audrey Rauseo lo va a decir». Llegó al extremo de llamarla para presionar su testimonio. Pero ella, firme, dijo éticamente lo que correspondía.

»Rauseo confesó en el juicio que al principio pensó que la relación de Roxana con Chirinos podía ser una idea sobrevalorada, pero aseguró que con el tiempo no sólo la víctima, sino el propio Chirinos, la convencieron de que ciertamente entre ellos había una relación.

»Ella también aportó mucho, desde el punto de vista psiquiátrico, al informar que lo de Roxana era una neurosis, y que no se trataba de una persona con una realidad paralela.

»Ocurre algo muy importante, que recoge también las deficiencias de la investigación y sobre lo que siempre es bueno reflexionar. Una de las situaciones es que el cuerpo llega a la morgue de Bello Monte. Lo recibe el doctor Franklin Pérez, excelente patólogo. Era lunes, y un solo patólogo, fajado, quién sabe con cuántos muertos. La dinámica del trabajo, los cortes para abrir el cráneo, los hace el mozo de morgue, se supone que después que ya está descubierta la parte ósea y el patólogo lo ha visto. Por alguna razón, el corte de la sierra pasó sobre el trazo de la fractura; además, la parte trasera del cráneo no se terminó de abrir con la sierra, y optaron por hacer un hoyo y apalancar, y cuando apalancaron se rompió, y claro, esa fractura crea otro trazo. La defensa aprovechó este hecho para generar controversia. Los abogados de Chirinos tenían con ellos en ese momento a profesionales de primera línea, como mi profesora del CICPC, Antonieta De Dominicis, a quien le tengo un gran respeto. ¿Qué era importante determinar? Cuáles de las fracturas eran
pre mortem,
y cuáles
post mortem.
Eso se hizo con rigurosidad científica. Se seleccionó a un gran equipo de profesionales del estado Miranda y además a la doctora Sara Maissi, de estatura en su profesión; ella es la directora del Hospital Oncológico.

»¿Por qué era necesaria la exhumación? A la defensa le interesaba aclarar lo de la fractura y nuestros asesores nos habían advertido que la descripción de las lesiones, por parte de Franklin Pérez, no justificaba la evidencia que se tenía. El sangrado no se compadecía con el informe forense. «Esto está mal, aquí hay algo que falta», nos dijeron. Estábamos en buen tiempo, porque todavía había tejido blando por analizar, y se podía evaluar el tejido óseo.

»Los profesionales de la fiscalía, nada más al abrirlo, me dijeron, "mira, aquí está la fractura, aquí está la impregnación hemática, que significa que ocurrió mientras ella estaba viva". Me dieron la explicación
in situ.
Esto aclaraba que la fractura ocurrió antes de ella morir. Se había planteado la discusión, y los expertos me dijeron: "No te preocupes, vamos a hacer unos cortes del tejido óseo, a llevarnos unos pedacitos, no hay problema; también de tejido blando, por eso la oreja; una parte de la clavícula, que tenía una impregnación hemática, y otras más". Fueron como siete, ocho muestras. ¿Cuál era la metodología? Hacer los cortes, y en el caso de los huesos, descalcificarlos: es un tejido esponjoso y eso permite que abran más, para ver las cavidades.

»El cráneo está preservado todavía. Cuando todo esto termine, se va a hacer un acto para la inhumación, con el permiso del tribunal.

»Así que el antropólogo hizo una descripción de las lesiones, y determinó cuáles eran
pre mortem
y cuáles eran
post mortem,
pero desde el punto de vista macroscópico. Eso debía ser corroborado desde el ángulo microscópico. Se hicieron los cortes, que incluso están fijados fotográficamente, con tecnología de punta, y se vio en las cavidades la reacción vital. Fue una fractura lineal, grande, lo que explica que se mencionen siete partes con impregnaciones hemá ticas.

»El experto consideró que por la lesión la cabeza debe haber sido golpeada contra una superficie plana y dura, que se compadece con la pared, pero también pudo haber sido contra el borde del diván, que tiene una parte relativamente plana, y allí también dio positivo el ADN. Es probable que le haya chocado la cabeza contra esas dos áreas.

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