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Authors: Leandro Palencia

Hollywood queer (26 page)

Eisenstein sufrió apasionadamente por jóvenes heterosexuales —a los que podía servir de mentor-, pero parece que su objeto de deseo fue su asistente Grigori V. Alexándrov. Al menos a lo largo de los años veinte no se preocupó por ocultar su atracción por él. En 1929 viajan juntos a Berlín y allí, la libertad sexual de la ciudad —Eisenstein frecuentó clubes homosexuales— afloró sus conflictos interiores. Notas codificadas en sus diarios de la época insinúan sus claras fantasías eróticas, muchas de ellas relacionadas con Alexándrov. Inquieto por las mismas, Eisenstein visita a un psicoanalista discípulo de Freud y también el instituto de Magnus Hirschfeld, que estudiaba las anomalías sexuales. Para

Eisenstein, «la homosexualidad es, bajo todos los aspectos, una regresión, un retorno al estado anterior a la división de las células y a la procreación. ¡Es un callejón sin salida!». En sus películas todas las presuntas relaciones homosexuales son de explotadores, reaccionarios, algo abyecto y degenerado que debe mantenerse lejos. Eisenstein creía que «de no haber sido por Leonardo, Freud, Marx, Lenin y el cine, yo habría sido, con toda probabilidad, otro Oscar Wilde». Se casó con Pera Atásheva (1934-1948) en un matrimonio no consumado, ceremonia que coincidió con el endurecimiento de las leyes contra la homosexualidad en la Unión Soviética. Una ley que duró hasta 1994 y que encarcelaba a sus practicantes. Los rumores sobre su orientación sexual se volvieron más discretos. Eisenstein es uno de los grandes cineastas de la historia, ejemplo del artista intelectual por sus muchos escritos teóricos. Consideraba a
Blancanieves y los siete enanitos
(Walt Disney, 1938) la mejor película jamás realizada.

EVERETT, RUPERT

Rupert James Hector Everett

29 de mayo de 1959 en Norfolk (Reino Unido)

Durante un tiempo fue considerado el máximo exponente de la presencia gay en la pantalla grande, es decir, como alguien que aún declarando abiertamente su sexualidad había tenido una exitosa carrera en el cine mayoritario. Lo había anunciado en París en 1989 y desde entonces no ha dejado de ser explícito sobre el tema, aunque desde hace unos años el actor proclama que su desarmarización perjudicó su carrera, pues los ejecutivos de los estudios no confían en él para interpretar papeles de seductor heterosexual. Ya no le consideran convincente para las escenas de amor y sexo. Por ejemplo, le rechazaron en
Instinto básico 2
(Michael Caton-Jones, 2006) asegurándole que «Yo era un pervertido y posiblemente nunca sería aceptado por el público americano en este papel». O «Sería perfecto como 007 (el agente secreto James Bond) pero nunca me darán el papel porque soy gay». Everett se pregunta porqué no se piensa lo mismo de actores heterosexuales que encarnan a personajes gays, como los de
Brokeback Mountain (En terreno vedado)
(Ang Lee, 2005). Su éxito en
La boda de mi mejor amigo
(P.J. Hogan, 1997) como el mejor amigo gay de Julia Roberts —los personajes secundarios gay casi siempre tienen una función narrativa familiar— planteó el debate de si los actores abiertamente homosexuales podían ser aceptados como estrellas de cine por el público en general. Debido a su interpretación del amigo confidente, cálido y perspicaz, se añadieron 17 minutos a la cinta tras los favorables test de pantalla antes del montaje definitivo. Ya desde el inicio de la película se refieren a él como «Es como tú, pero heterosexual» y al final él se define a sí mismo como «Bond. Jane Bond».
La boda de mi mejor amigo
le convirtió en una figura famosa pero años más tarde declaró «Nunca me permitieron dar el siguiente paso». Es decir, interpretar a un héroe heterosexual en una gran producción. «En este negocio puedes ser negro pero definitivamente aún no puedes ser libremente gay». Everett se queja de que actualmente nadie le llama para ningún trabajo. «Ser gay y ser mujer tienen una cosa en común, que te vuelve invisible a partir de los 42 años». Quizá por eso en su reciente autobiografía "Red Carpets and Other Banana Skins" (2006), aun hablando sin tapujos de sus novios, por primera vez cuenta detalladamente sus
affaires
con mujeres, como con Susan Sarandon. Quizá para transmitir una imagen de bisexual. Everett describió mucho antes esas relaciones heterosexuales como meras «aventuras, simplemente quería probarlo». En todo caso, él se identifica como
queer.
Interpretar a un petimetre gay en
Otro país
(Marek Kanievska, 1984) le dio fama internacional, dos años antes lo había encarnado en teatro. Ambientada en Oxford, la obra explota el estereotipo de las relaciones homosexuales entre los alumnos. De hecho su personaje, basado en el doble espía Guy Burgess, apunta que se ha acostado con todos sus compañeros durante los últimos tres años. «La discreción será tu mejor aliada» le avisan a Everett antes de que termine siendo azotado por no guardarla, y eso que la cinta no incluye ni un solo beso entre los amantes masculinos y excepcionalmente sólo algún abrazo. En el sinsentido de la trama, Everett decidirá hacerse comunista ¡porque no quiere pasarse el resto de su vida ocultando su manera de ser! A pesar de haber obtenido un premio en Cannes —a la fotografía de Peter Biziou— lo único interesante es este diálogo que le dedica a su compañero de izquierdas: «A pesar de todo tu discurso sobre la igualdad y la fraternidad, sigues creyendo que hay gente que son mejores que otros por el modo en que hacen el amor». En
Algo casi perfecto
(John Schlesinger, 2000), donde también interpretaba a un gay, no prosperó su demanda de aparecer en los créditos como guionista. La contribución de Everett al cine
queer
no es tanto por encarnar papeles gays como por dar vida a heterosexuales una vez se desarmarizó.

Roopie Poopie para los amigos nació en una familia de clase alta. Con quince años estudia teatro en Londres, siendo su primer papel Titania, la reina de las hadas en "El sueño de una noche de verano". En 1997 confesó que durante ese tiempo y por un par de años trabajó como chico de alquiler, siendo muy bien pagado por sus favores sexuales. Dos años después es expulsado por "insubordinación". Al no poder iniciar una carrera en Hollywood, en los años ochenta se centra en el teatro representando obras de Tennessee Williams, Oscar Wilde y Noël Coward. Simon Callow recuerda que no le aceptaron en una obra como Rimbaud por parecer «demasiado marica». Es la época del gobierno de Margaret Thatcher y del sida, y como gay se siente en el ostracismo y aterrorizado: muchos de sus amigos y amantes mueren jóvenes e infelices. A partir de los años noventa comienza a hacer películas que poco a poco le devuelven la popularidad como las obras de Wilde
Un marido ideal
(Oliver Parker, 1999) y
La importancia de llamarse Ernesto
(Parker, 2002). Hasta la fecha su último éxito ha sido poniendo la voz al Príncipe Encantador de
Shrek 2
(Andrew Adamson, Kelly Asbury, Conrad Vernon, 2004) y
3
(Chris Miller y Raman Hui, 2007). Tiene fama de ser difícil y malhumorado en los rodajes, y Everett lo achaca a que se trata de ataques de falta de confianza y que «la neurosis y la inseguridad a veces pueden aparentar arrogancia». En
La locura del rey Jorge
(1994), del director gay Nicholas Hytner, Everett compartió pantalla con el actor Nigel Hawthorne (1929-2001), cuya elogiada encarnación del monarca inglés le llevó a protagonizar un
outing
involuntario cuando la revista QLGTB "The Advocate" publicó en marzo de 1995 que era «el primer actor abiertamente gay en ser nominado al Oscar como mejor actor». Hawthorne, reluctante porque él se ganaba la vida interpretando a heterosexuales, se vio obligado a confirmar su identidad sexual. Hawthorne nunca se valió de su celebridad para apoyar ninguna causa de los derechos homosexuales, jamás comprendió porqué uno debía convertirse en activista. Aun así, desde 1979 vivía abiertamente con su pareja, el escritor Trevor Bentham, a quien conocía desde 1968. Ambos preferían proteger su vida privada de la intrusión de la prensa, respeto que según el actor no guardó "The Advocate" tras concederle la entrevista. Hawthorne se sintió traumatizado por la cobertura de la revelación, pero acudió a la ceremonia de los Oscar acompañado por Bentham (no lo ganó). En 1998 interpretó un ambiguo personaje gay en
Mucho más que amigos
(Nicholas Hyther) y en 1999 fue nombrado Sir. También ese año hizo de padre autoritario en
El caso Winslow
(David Mamet) basada en la obra de Terence Rattigan, un estudio sobre una familia sometida al estrés del escrutinio público.

F
FASSBINDER, RAINER WERNER

31 de mayo de 1945 en Bad Wórishofen (Alemania) —10 de junio de 1982 Munich, en Alemania

Conocido por su chaqueta de cuero y su apariencia desaliñada, solía ir por las noches de bar en bar en busca de sexo y drogas. Con quince años declaró a su padre que era gay pero se casó dos veces. Tanto su obra como su vida están caracterizadas por un intenso rechazo de la familia nuclear. En todos los guiones que escribió sólo hay una figura paterna,
Sólo quiero que me quieran
(1976), precisamente la historia de un parricidio. Fassbinder era un maestro en manipular personas, tanto fuera como dentro de la pantalla. Siendo adolescente conoció a Udo Kier (1944), por entonces travesti y chapero, en un bar homosexual de Colonia, y Fassbinder se asoció con él en calidad de chulo para "ligarse" a los inmigrantes en las estaciones. En sus películas habrá alusiones a este pasado de encuentros sexuales en las estaciones o en los lavabos públicos como en
El semental
(1969),
El asado de Satán
—1976 (donde el protagonista es explícitamente masturbado por un cha-pero en un aseo público)— o
La tercera generación
(1979). Su promoción de la prostitución no paró ahí, más adelante llegó a pedir a una de sus compañeras de piso —Irm Hermann, Marlene en
Las amargas lágrimas de Petra von Kant
(1972), a quien siempre trató con burla y brutalidad— que hiciera la calle porque él necesitaba tiempo libre para escribir. Desde un café donde escribía, vigilaba las idas y venidas de ella con sus clientes. Según Yann Lardeau en "R.W. Fassbinder" (2002) su obra mantiene con su vida una relación más compleja que la del simple reflejo de sus anécdotas cotidianas. Es más bien el de sus propias tragedias amorosas. Tres de sus amantes, Günther Kaufmann, Armin Meier o Mohammed El Hedi ben Salem no sólo intervinieron en sus películas, sino que Fassbinder contó también en ellas cómo fue su convivencia. El primer amor del director fue Jor-gos, un carnicero griego al que cuando Fassbinder presentó a su madre ésta le rechazó alegando que no tenía estudios y carecía de conversación. Según Kurt Raab, si 1970 fue un año prolífico (rodó siete películas) se debió a que Fassbinder quería ganarse al "coloso sensual" Kaufmann e impedir que este regresara con su mujer e hijos. Por ejemplo, hizo el criptowestern
Whity
en Almería para separarle de ellos. El ambiente de rodaje fue espantoso, porque el humor de Fassbinder variaba según los progresos de su relación con Kaufmann, quien a menudo le rechazaba. Fassbinder comenzaba el día bebiendo 10 whiskys con coca cola y llegó a amenazarle dos veces con el suicidio. Hay un momento en la cinta en que se ve como Fassbinder azota a Kaufmann hasta hacerle sangrar. Fassbinder contó este rodaje en
Atención a esa prostituta tan querida
(1970). La relación con Salem —protagonista de
Todos nos llamamos Alí(
1973)— fue muy tormentosa. Fassbinder quería tener una familia con él y para ello trae a sus dos hijos de Argelia. Aunque luego sólo acepta al mayor, de 11 años. Se comporta con él de un modo abominable, maltratándole hasta someterle. Fassbinder rompe con Salem y, éste, loco porque le evita, le amenaza de muerte. Salem hiere a navajazos a tres personas encontrándose Fassbinder en otra ciudad. Huye a París y Fassbinder se niega a ayudarle. Según éste, Meier era un ario más guapo que James Dean.
Alemania en otoño
(1978) recoge con franqueza sus relaciones, donde Fassbinder se retrata como un ser egoísta y monstruoso. El día del cumpleaños de Fassbinder, Meier entra en el piso de aquél en Munich e ingiere una sobredosis de somníferos que le mata, después de enterarse que ha sido traicionado por el hombre al que amaba. La madre de Fassbinder descubre días más tarde su cadáver. Fassbinder, que en ese momento vivía una aventura en Cannes, ni siquiera asiste al funeral.
Un año con trece lunas
(1978) le fue inspirada por el suicidio de Meier. Si bien éste no había cambiado de sexo, la historia de Erwin/Elvira Weishaupt es la suya. Mucho antes de su suicidio Fassbinder le ha dedicado
La ley del más fuerte
(1975), en el que el director aparece por primera y única vez como protagonista, y aborda el tema de la víctima inocente. Cuenta la historia de un desempleado gay que gana la lotería y es arruinado y explotado por una camarilla de gays burgueses. Algunos activistas la criticaron como homófoba por su uso de los clichés, pero Fassbinder la defendió diciendo que era una sátira donde los problemas del protagonista no eran causados por su sexualidad sino por su diferencia social y defectos individuales. A Fassbinder le suministró esta historia el dueño de un bar homosexual con el que tuvo un
affaire
mientras escapaba de Salem. Aun así, hay una escena que rodó en Marrakech en la que se ve a éste prostituirse con dos turistas alemanes. Fue la última vez que se vieron. Mientras rueda
Querelle
(1982) Fassbinder se entera de que Salem se ha ahorcado en una celda de Francia y le dedica la película. Como dice Raab, «Era para él un principio. Destruía a la persona y luego le erigía un monumento recordatorio, pensando que de este modo cumplía con su deber». Su cine violento y austero, a veces revelaba una sensibilidad
camp.

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