Authors: Leandro Palencia
Un mes después de nacer le adoptan. Desde los 11 años se interesa por el maquillaje. Con la ayuda de un manual que saca de la biblioteca, y tomando prestado el pintalabios de su madre, aplica sus conocimientos sobre su hermana de cinco años. Se pasa las horas pintándola como refugio a los problemas que le ocasiona vivir en una población del sur profundo estadounidense. Y es que, «Cuando tuve seis años y comprendí que yo era diferente lo acepté. Y estoy muy orgulloso de haberlo hecho», aunque le supusiera una infancia complicada. Al ser afeminado, en el colegio le tiran piedras y botellas o le dejan amenazas de muerte en la taquilla ante la indiferencia de los profesores. Incluso le llegan a arrestar por vestir unos pantalones púrpura. Cuando dos de sus compañeros le persiguen con un camión, Aucoin comprende que ha llegado la hora de abandonar las clases. Tenía quince años. Se matricula en un curso de peluquería en Louisiana y se emplea en un departamento de cosméticos en Lafayette hasta que le echan por llevar al trabajo un abrigo de plástico rojo y una corbata con leopardos. Comienza a vender productos de maquillaje y cuidado para la piel en Baton Rouge, donde un guardia de una tienda le golpea. En enero de 1983 se muda a Nueva York con el que entonces era su novio, Jed Root. Venden el coche de éste y maquillan gratis a las modelos para dar a conocer su trabajo. Ocho meses después lo valora la revista "Vogue" y le contrata. Su despegue no se inicia hasta mediados de los años ochenta. Aucoin colaborará con las más prominentes modelos y estrellas de la industria del entretenimiento. Como Audrey Hepburn, Whitney Houston, Cher, Brittney Spears, Demi Moore, Madonna, Cindy Crawford o Naomi Campbell. Barbra Streisand era su preferida porque «ella no era una muñequita Barbie». El hijo de ésta con el actor Elliott Gould, Jason Gould, que también lo fue en la ficción en
El Principe de las mareas
dirigida por Streisand en 1991, nunca ocultó que era gay. A Aucoin le consideraban un genio, el Miguel Ángel del maquillaje, capaz de transforma a Gwenyth Paltrow en James Dean. Con su oficio ponía en evidencia que el género era una construcción, una máscara. Aucoin escribió tres libros en los que contaba sus secretos. Se convirtieron en
best-sellers.
Para él el maquillaje era un realce de la belleza individual no un ornamento, rechazando cualquier imperativo normativo sobre la belleza. Eric Sakas, otro de sus novios, fue presidente de su línea de cosméticos que vendía por Internet. Aucoin también trabajó para Revlon, en portadas de disco, en videos musicales, etc. Igualmente era muy demando por las actrices cuando tenían que aparecer en galas. Cuando el estudio de Hilary Swank no pudo hacer frente a sus honorarios de 6.000 dólares por sesión para embellecerla antes de su asistencia a los Oscars, Aucoin la maquilló gratis porque consideraba políticamente importante la película que protagonizaba,
Boys Don't Cry
(Kimberly Peirce, 1999), sobre la violación y el asesinato de Brandon Teena, quien había nacido Teena Brandon. Por ella, Swank recibió el Oscar a la mejor actriz. Aucoin apareció interpretándose a sí mismo en las comedias
The Intern
(Michael Lange, 2000) y
Zoolander, un descerebrado de moda
(Ben Stiller, 2001). Murió de complicaciones por un tumor cerebral. Le sobrevivió su pareja, Jeremy Antunes, con quien se había casado en el 2000 en Hawai en una ceremonia sin validez legal. Aucoin manifestó «Que si todo lo que pusiera en mi lápida fuera que "Hizo unos buenos labios", no necesitaba nada más». Sus amigos le describían «como un osito de peluche». Su familia de adopción fundó un grupo de apoyo para los niños que habían sufrido el aislamiento y la angustia como Kevin. Este, víctima de la homofobia, se había convertido en un incansable activista por los derechos de los gays colaborando con el Hetrick-Martin Institute que se dedicaba a mejorar la vida de los adolescentes gays. Tanto era su compromiso que llegó a declarar que jamás maquillaría a un político conservador.
Tallulah Brockman Bankhead
31 de enero de 1902 en Huntsville (EE.UU.) —12 de diciembre de 1968 en Nueva York (EE.UU.)
«No sé lo que soy, cariño. He probado diversas variedades de sexo. Chupar a una mujer me da rigidez de cuello. Chupársela a un hombre me da dolor de mandíbula. Y el sexo convencional me da claustrofobia». Cuando Louis B. Mayer la reprendió por sus aventuras sexuales antes de romper su contrato con Metro Goldwyn Mayer, ella le anunció que se había acostado con seis de sus mayores estrellas, incluyendo a Barbara Stanwyck y Joan Crawford. Con esta última, se gustaron de por vida. En una ocasión que Bankhead se encontró con su examante, Douglas Fairbanks Jr., acompañado de su nueva esposa Crawford, Bankhead la espetó: «Tesoro, yo ya tuve una aventura con tu marido, la próxima la tendré contigo». Bankhead fue una bisexual muy abierta, practicaba sexo con cualquiera que la resultara atractivo. Entre sus
affaires
con famosas están Alla Nazimova: con 13 años Bankhead se escapó del convento católico sólo para verla actuar y se quedó impactada. Marlene Dietrich: ésta la calificaba admirabda como «la mujer más inmoral que jamás haya existido», una noche se enviaron este recado, «Te mandaría mis bragas, querida, pero no llevo ahora mismo». Hattie McDaniel: pasaban juntas constantes interludios románticos mientras Bankhead rodaba
Náufragos
(Alfred Hitchcock, 1944). Eva Le Gallienne: Bankhead confesó a su amigo Tennessee Williams, quién se había basado en Bankhead para muchas de sus fuertes y vitalistas mujeres, que Le Gallienne la sedujo «a los dieciséis años». Lizabeth Scott: su suplente en "La piel de los dientes" (1941), obra teatral del gay Thornton Wilder, relación que se rumoreó inspiró la de
Eva al desnudo
(Joseph L. Man-kiewicz, 1950) entre la estrella mayor y la malvada joven arribista, de hecho Bankhead se refirió a la película como "Todo sobre mí" (aludiendo al título original,
All about Eve),
prosiguiendo que Bette Davis había copiado «mi peinado, mis gestos, mis ladridos y mi modo de morden». Scott, que solía dejarse ver por bares lésbicos y siempre usaba colonias masculinas y dormía con pijama de hombres, tuvo que abandonar el cine en 1957 por un escándalo de prostitución. Greta Garbo: jugaban al tenis. Gladis Bentley: apodada "la Mae West negra". Laurette Taylor: amante también de Nazimova y Dorothy Arzner. Beatrice Lillie: quien mantuvo un
affaire
con Judith Anderson. Billy Holiday, Katharine Cornell, Sybil Thorndyke, Hope Williams, etc. A Bankhead no le atraía sexualmente Mercedes de Acosta y se refería a ella como "condesa Drácula". Su relación más prolongada fue con Patsy Kelly (1910-1981), actriz cómica casi siempre en papeles de doncella que no ocultó su lesbianismo utilizando pantalones en público y juntándose con mujeres masculinas. En los años cincuenta se hicieron amantes, y Kelly describió su relación a Boze Hadleigh en "Hollywood Lesbians" (1994) como llena de «masajes púbicos... dedos, labios, objetos, lo que quieras". Y que cuando Bankhead "se colgaba con algún hombre, se ponía de lo más hetero».
Bankhead es una leyenda gracias a su ingenio irreverente y a su desinhibición. Como expresó, «Papá me advirtió sobre los hombres y la bebida ¡pero no dijo nada sobre mujeres y cocaína!». Procedía de una familia de prominentes políticos sureños, lo que con el tiempo le permitió convertirse en amiga del director del FBI, J. Edgar Hoover. A los quince años gana un concurso de belleza que la traslada a Nueva York, donde llega a ser miembro periférico de la famosa Mesa Redonda del Hotel Algonquin. En la que era popular por su afición a rondar por los clubes y bares lesbianos. En esa época tuvo una relación con Lilyan Tashman. Ésta, quien también fue amante de Garbo, creía que cualquier fémina siempre preferiría tener sexo con una mujer
connoisseur
y generosa antes que con un hombre. Por eso Tashman las acosaba en el tocador y a veces hacía el amor allí con ellas. Desde 1923 Bankhead causa sensación en los escenarios londinenses, sobre todo entre "las chicas del gallinero", los gays, que la jalean incondicionalmente. Durante su estancia el MI5 británico la investiga por supuesta corrupción de estudiantes del elitista colegio Eton. En 1931 firma un contrato con Paramount. Antes de partir para Hollywood Bankhead le dice a de Acosta que coja una carta y pida un deseo: ambas coinciden en querer transformarse en amantes de Garbo. Bankhead intenta trasponer su fenomenal éxito del teatro al cine pero en este nunca encontrará el medio adecuado para su explosiva personalidad. Bette Davis solía encarnar los personajes que ella previamente había hecho triunfar sobre los escenarios. Aun así, su impacto en la comunidad de Hollywood fue considerable, sobre todo como anfitriona de fiestas salvajes que podían durar días. William Haines era su casero. Quizá su personaje más memorable sea el de la periodista cínica en
Náufragos.
Durante el rodaje, a pesar de tener que subir por una escalera todos los días, no usaba ropa interior, lo que le hizo plantearse a Hitchcock si se trataba de un problema de vestuario o de peluquería. Tras la guerra aparece en el
revival
de Noel Coward
Private Lies.
El programa de variedades radiado "The Big Show" (1950/52) vira su carrera hasta trocarla en una parodia profesional de sí misma. Irónicamente, esa caricatura
camp
es la que resuena en la mitología gay. Chistosa, decadente, ambisexual y más grande que la vida, imitada por transformistas que gritan su célebre frase "Helio Darling". En 1961 inspira la fisonomía de Cruella de Ville en
101 dálmatas
(Wolfgang Reitherman, Hamilton Luke y Clyde Jeromine). Su última aparición sobre las tablas fue "The Milk Train Doesn't Stop Here Anymore" (1964), un desastre legendario junto a Tab Hunter. Después de treinta años de cigarrillos,
bourbon
y narcóticos es incapaz de memorizar sus líneas y la obra cierra tras cinco representaciones. Su última aparición en el cine fue encarnando a una fanática arpía en la cinta de terror pseudogótico de la Hammer
Te espera la muerte, querida
(Silvio Narizzano, 1965). En 1967 interviene como la "viuda negra" en el clásico televisivo
camp
"Batman". Sus últimas palabras fueron para sus medios de nutrición habituales «¡Codeína!
¡Bourbon!».
5 de octubre de 1952 en Penny Lañe (Reino Unido)
Fue al mismo colegio que John Lennon. En la Universidad estudia Filosofía y Letras. Con 21 años se traslada a Londres donde funda un pequeño grupo de teatro del que es director y al que abastece con sus propias obras. Como tiene poco éxito lo simultanea ilustrando pornografía en revistas, a la par que comienza a escribir relatos de terror y fantasía. Cuando publica los tres primeros volúmenes —en "Libros de sangre" (1984/85), en el relato "La era del deseo" un afrodisíaco provoca que un individuo normal mantenga relaciones sexuales con un muro— le dan fama internacional. Su imaginativa mezcla de fantasía y realidad le hace decir a Stephen King que Barker es «el futuro del terror). Tal éxito le permite escribir y dirigir películas de ese género, debutando con la adaptación de una de sus novelas, el
splatter
o
gore
de culto
Hellraiser, los que traen el infierno
(1987), «una historia de amor más allá de la tumba», según el autor. Trata de un sadomasoquista que invoca a horribles demonios para que le sometan a todo tipo de torturas. Entre ellos Barker introdujo a Pinhead, un demonio con pinchos que alcanzó notoriedad. Baker produjo sus tres secuelas:
Hellbound: Hellraiser II
(Tony Randell, 1988),
Hellraiser III
(Anthony Hickox, 1992) y
Bloodline: Hellraiser IV
(Alan Smithee, realmente Kevin Yagher, 1996). Su segunda película es
Razas de noche
(1989), un fiasco de taquilla en la que los demonios eran menos degenerados que los seres humanos. Contaba la desarmarización de un monstruo que acaba aceptando su identidad al encontrar su propia comunidad. En sus obras Baker representa tanto a personajes homosexuales como a heterosexuales, humanizando al monstruo
queer
gracias al humor y al
camp,
lo que ha sido alabado por intentar construir una "alternativa a lo normal". En 1990 se muda a una mansión de Beverly Hills y llega a convertirse en productor ejecutivo de varias cintas de terror. Como
Candyman, el dominio de la mente
(Bill Condon, 1992) y
Candyman 2
(Condon, 1995), uno de los escasos seres sobrenaturales de raza negra del cine de terror. O la destacada
Dioses y monstruos
(Condon, 1999). Amén de otras de menor exitoso como
Rawhead Rex
(George Pavlou, 1986) o
El señor de las ilusiones
(1995, hasta ahora su última película dirigida a la espera de que se materialice el anunciado proyecto de 2007
Tortured Souls: Animae Damnatae.
Mientras promociona
El señor de las ilusiones
se desarmariza. «Yo me defino como un gay que tiene relaciones con mujeres». Explicó que lo divulgó porque nadie antes se lo había preguntado y dada la figura pública que era creyó oportuno revelarlo. Además, manifestó que su obra estaba influenciada por cierta «sensibilidad gay... por el hecho de que yo siempre he sido un marginado dentro de la vida heterosexual mayoritaria». Baker igualmente ha producido y escrito numerosas películas para televisión, ilustrado y creado cómics (para la Marvel: "Razorline", "Ectokid", "Saint Sinner", y "Hokum & Hex") así como juegos de ordenador. Dos de sus novelas, "Sacrament" (1996) y "Galilee" (1998) tratan de su vida como gay, de cómo entiende el amor, la sexualidad, el propósito del arte. Para Barker éste debe celebrar las complejidades y contradicciones del ser humano para subvertir cualquier patrón de perfectibilidad que sostenga el
status quo
y así «redefinir lo que piensas acerca del mundo». Suele residir en Los Ángeles con su pareja, el fotógrafo David Armstrong y la hija de éste.