Es una idea magnífica, una idea que aparece en la India en la imagen mítica de la red de Indra, que es una red de gemas, donde en cada cruce de un hilo con otro hay una gema que refleja a todas las demás. Todo sucede en mutua relación con todo lo demás, por lo que no puedes culpar a nadie de nada. Es, incluso, como si hubiera una única intención detrás de todo, que le diera un cierto sentido, aunque ninguno de nosotros sepa cuál puede ser ese sentido, ni haya vivido del todo la vida que se propuso vivir.
M
OYERS
: Pero todos hemos vivido una vida que tenía una finalidad. ¿No lo crees?
C
AMPBELL
: No creo que la vida tenga una finalidad. La vida es un montón de protoplasma con la urgente necesidad de reproducirse y seguir siendo.
M
OYERS
: No es cierto… no es cierto.
C
AMPBELL
: Espera un momento. De la mera vida no puede decirse que tenga una finalidad, porque mira todas las diferentes finalidades que tiene por todas partes. Pero cada encarnación, podríamos decir, tiene un potencial, y la misión de la vida es vivir ese potencial. ¿Cómo lo haces? Mi respuesta es: sigue el camino del corazón. Hay algo dentro de ti que sabe cuándo estás en el centro, que sabe cuándo estás en el rayo de luz o fuera de él. Y si te sales del rayo de luz para ganar dinero, has perdido tu vida. Y si te quedas en el centro y no ganas dinero, aun así alcanzarás tu felicidad.
M
OYERS
: Me gusta la idea de que no es la meta lo que importa, sino el camino.
C
AMPBELL
: Sí. Como dice Karlfried Graf Dürckheim: «Cuando estás en el camino, y ves que la meta se aleja más y más, comprendes que la verdadera meta es el camino».
Los navajos tienen esa maravillosa imagen de lo que llaman el sendero de polen. El polen es la fuente de vida. El sendero de polen es el camino al centro. El navajo dice: «Ah, belleza delante de mí, belleza detrás de mí, belleza a mi derecha, belleza a mi izquierda, belleza encima de mí, belleza debajo de mí. Estoy en el sendero del polen».
M
OYERS
: El Edén no fue. El Edén será.
C
AMPBELL
: El Edén
es
. «El reino del Padre está por toda la tierra, y los hombres no lo ven.»
M
OYERS
: ¿El Edén
es
, en este mundo lleno de dolor, sufrimiento, muerte y violencia?
C
AMPBELL
: Podemos verlo así, pero sí, éste es el Edén. Cuando ves el reino difundido por toda la tierra, el viejo modo de vivir en el mundo queda aniquilado. Ese es el fin del mundo. El fin del mundo no es un hecho que ha de ocurrir, es un hecho de transformación psicológica, de transformación visionaria. No ves el mundo de las cosas sólidas, sino un mundo de esplendor.
M
OYERS
: Yo interpreté esa poderosa y misteriosa afirmación de que «el verbo se hizo carne» como este principio eterno que se manifiesta en el viaje humano, en nuestra cotidiana experiencia.
C
AMPBELL
: Y tú también puedes encontrar el mundo en ti.
M
OYERS
: ¿Y dónde lo encuentras si no lo hallas en ti?
C
AMPBELL
: Se ha dicho que la poesía es hacer oír el verbo a través de las palabras. Y Goethe dice: «Todas las cosas son metáforas». Todo lo transitorio no es sino una referencia metafórica. Es lo que somos todos.
M
OYERS
: Pero ¿cómo adorar a una metáfora, amar una metáfora, morir por una metáfora?
C
AMPBELL
: Es lo que hemos venido haciendo desde siempre: morir por metáforas. Pero cuando realmente comprendes el sonido, «AOM», el sonido del misterio de la palabra, entonces no tienes que salir a morir por nada porque ya todo está aquí. Te sientas y lo ves y lo experimentas y lo conoces. Esa es una experiencia cumbre.
M
OYERS
: Explícame ese «AOM».
Máscaras de eternidad
C
AMPBELL
: «AOM» es una palabra que representa a nuestros oídos el sonido de la energía del universo de la que todas las cosas son manifestaciones. Empiezas en la parte trasera de la boca, «ahh», y después «oo», llenas la boca, y «mm» cierras la boca. Cuando lo pronuncias bien, todos los sonidos vocales quedan incluidos en AOM. Las consonantes aquí están consideradas nada más que como interrupciones del sonido vocálico esencial. Todas las palabras son así fragmentos de AOM, así como todas las imágenes son fragmentos de la Forma de las formas. AOM es un sonido simbólico que te pone en contacto con ese ser resonante que es el universo. Si oyes algunas grabaciones de los monjes tibetanos salmodiando AOM, entenderás lo que significa la palabra. Es el AOM de estar en el mundo. Estar en contacto con eso y captar su sentido es la experiencia cumbre entre todas.
A-O-M. El nacimiento, el devenir y la disolución que cierra el ciclo. Al AOM se le llama la «sílaba de cuatro elementos». A-O-M… ¿y cuál es el cuarto elemento? El silencio del que surge AOM y al que revierte, y que le subyace. Mi vida es el A-O-M, pero hay un silencio subyaciendo. Eso es lo que llamaríamos lo inmortal. Esto es lo mortal y aquello lo inmortal, y no existiría lo mortal si no estuviera lo inmortal. Es necesario discriminar entre el aspecto mortal y el aspecto inmortal de la existencia. En la experiencia de mi madre y de mi padre, que ya no están, de los que nací, he llegado a comprender que hay mucho más de lo que fue nuestra relación temporal. Hubo determinados momentos en esa relación en que llegó a mi conciencia un conocimiento muy claro de lo que era la relación. Recuerdo con toda nitidez algunos de esos momentos. Los recuerdo como momentos de epifanía, de revelación, de esplendor.
M
OYERS
: El sentido, esencialmente, carece de palabras.
C
AMPBELL
: Sí. Las palabras son siempre calificaciones y limitaciones.
M
OYERS
: Y aun así, Joe, todo lo que nos queda a los minúsculos seres humanos es este miserable lenguaje que, aunque hermoso, nunca alcanza a describir…
C
AMPBELL
: Así es, y por eso es una experiencia cumbre el romper sus limitaciones, de vez en cuando, y comprender, «Oh… ah…».
Bill Moyers querría manifestar su agradecimiento a las siguientes personas por haber hecho posible la serie de televisión
:
Productores ejecutivos
: Joan Konner, Alvin H. Perlmutter
Productor de serie
: Catherine Tatge
Productor asociado
: Vera Aronow
Asesor de serie
: Betty Sue Flowers.
Investigación
: Lynn Novick, Elizabeth Fisher, Ilisa Barbash
Ayudantes de producción
: John Fariner, John Moyers
Productor ejecutivo
: Douglas P. Sinsel
Editores de videotape
: Leonard Feinstein, Girish Bhargaua.
Filmado en la Biblioteca de Lucasfilm Ltd., Skywalker Ranch, San Rafael, California, y The American Museum of Natural History, New York City
.
Producido con la cooperación de Alfred van der Marck Editions
.
Una producción de Apostrophe S Productions, Inc., en colaboración con Alvin H. Perlmutter, Inc., y Public Affairs Televisión Inc
.
La serie
Moyers: Joseph Campbell y el poder del mito
fue realizada gracias a la ayuda de la Corporation for Public Broadcasting, las cadenas de televisión pública, la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, y la Fundación Florence y John Schumann
.
JOSEPH CAMPBELL, nació en Nueva York en 1904. Escritor y profesor universitario, alcanzó la fama en el campo de la mitología comparada, tema que le interesó desde la infancia. Comenzó estudiando las culturas aborígenes de los Estados Unidos y luego se graduó en Literatura Medieval en la Universidad de Columbia. Su primer libro, de 1949,
El héroe de las mil caras
se convirtió en un clásico en el que desarrolla su teoría del mito del héroe que sostiene que existe un modelo de travesía heroica compartido por las distintas culturas y expresado a través de sus mitos. Sus análisis eruditos pero accesibles al gran público lo convirtieron en el gran divulgador de las mitologías mundiales. Algunos de sus libros más aclamados fueron
Las máscaras de Dios
y
El poder del mito
. Fue también traductor de las famosas Upanishadas hindúes y compilador de la obra de pensadores como Carl Jung. Murió en 1987 dejando atrás una gran cantidad de material inédito. Mitos de la luz reúne parte de ese valioso material.