Read 365 días para ser más culto Online

Authors: David S. Kidder y Noah D. Oppenheim

Tags: #Ensayo

365 días para ser más culto (97 page)

Los filósofos modernos han llegado a otro tipo de conclusiones. John Stuart Mill proponía una teoría utilitaria de la justicia. Según Mill, un conjunto de instituciones justas o una sociedad justa es aquella que consigue el máximo bienestar posible para sus ciudadanos. Por ejemplo, una defensa utilitaria del castigo a los criminales sería: castigar a los criminales es justo porque hace que los demás tengan menos ganas de hacer lo incorrecto y por lo tanto lleva a que haya menos acciones malintencionadas.

John Rawls, también filósofo, tenía una famosa teoría sobre cómo medir la justicia. Rawls nos pedía que nos imagináramos una situación hipotética en la que los seres humanos todavía no tuvieran un gobierno y estuviesen eligiendo su propio sistema político. Para garantizar que el sistema fuera justo, explica, tendrían que tomar sus propias decisiones tras un velo de ignorancia. Es decir, tendrían que ponerse de acuerdo para establecer una serie de instituciones y leyes sin saber qué cantidad de riqueza, talento o estatus tendrían bajo el nuevo sistema. Gracias a este proceso se garantizaría que las instituciones fueran aceptables desde el punto de vista racional incluso para una persona que sabe que puede acabar siendo la que menos poder tenga de todo el sistema. Rawls defendía que un acuerdo político verdaderamente justo es aquel que es elegido por los agentes racionales situados tras este velo de ignorancia.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1.
Quizá la crítica más famosa a la teoría de la justicia de Rawls fue la de su colega en Harvard Robert Nozick. En su libro
Anarquía, Estado y utopía,
Nozick esgrimía la idea de que teorías como las de Rawls llevarían a una violación sistemática de los derechos del individuo.

Domingo, día 7

SEMANA 48

RELIGIÓN

El taoísmo

E
l taoísmo es una de las tradiciones espirituales más antiguas de China. En la actualidad es considerado una filosofía y una religión. Para aquellos que lo viven como una religión, Laozi es el que más ha aportado al taoísmo y es visto como un dios.

El taoísmo nació durante un período filosóficamente fértil en China que se conoce como las Cien Escuelas de Pensamiento y que duró aproximadamente desde el año 700 al 200 a. C. Su gran impulso vino durante la dinastía Han, y se afianzó hasta alcanzar su forma actual a lo largo del siglo V d. C.

Se dice que Laozi, el fundador del taoísmo, fue contemporáneo de Confucio y trabajó para el emperador chino como archivista de la biblioteca imperial. Según la leyenda, al final de sus días Laozi dejó la corte china y viajó hacia el oeste hasta llegar a la última puerta del imperio; allí encontró a un guardián que estaba familiarizado con sus enseñanzas. El guardián le pidió que recopilara sus pensamientos antes de marcharse de China, y así lo hizo, dando a luz el
Tao Te Ching
, el libro del Tao.

Aparte de Laozi, el taoísmo también hunde sus raíces en el Emperador Amarillo, Huang-Di; de ahí que a veces también se conozca como la filosofía de Huang-Lao. El taoísmo considera a Zhuangzi, uno de los discípulos de Laozi, como un maestro muy influyente.

El
Tao Te Ching
es un libro corto, de sólo 5000 palabras, pero recoge toda la filosofía taoísta. Se cree que el Tao o «camino» está presente en todas las cosas que existen en el mundo; se ve como la continuidad detrás de las fuerzas en permanente cambio de la vida.

El taoísmo busca la reunificación con el Tao. Los taoístas creen que el mundo se ha visto sobrepasado por los conflictos y que al reunificarnos con el Tao podemos volver a alcanzar la armonía. Defiende la mejora personal y la transformación social.

Para uno mismo sugiere la espontaneidad, un estilo de vida saludable que incluye ejercicios de respiración, y la minimización de los deseos. Los taoístas no creen en la vida después de la muerte, y hacen hincapié en la importancia de ser pacífico y estar en armonía en esta vida. Desde un punto de vista social, el taoísmo sugiere que hay que minimizar la intervención del gobierno y los conflictos bélicos. Al contrario que los seguidores de Confucio, que se basan en la sociedad, los taoístas sugieren que una vida solitaria aporta una experiencia vital suficiente.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1.
El taoísmo fue suprimido de forma oficial durante el gobierno comunista de Mao Zedong en China; en la actualidad, la mayor comunidad de taoístas vive en Taiwán.

2.
Tanto el feng shui como el tai chi son prácticas taoístas

Semana 49

Lunes, día 1

SEMANA 49

HISTORIA

El proyecto Manhattan

E
n agosto de 1939, el famoso científico Albert Einstein escribió una breve carta a Franklin D. Roosevelt, por entonces presidente de Estados Unidos, transmitiéndole su profundo miedo ante la posibilidad de que la Alemania nazi desarrollara una bomba atómica a partir del uranio. Los efectos de una bomba de ese tipo en manos de los nazis, dijo, serían inimaginables. «Una única bomba de este tipo, llevada en barco y explosionada en un puerto», escribió Einstein, «podría destruir sin problemas la totalidad del puerto además de parte del territorio colindante». Einstein cada vez estaba más desesperado ante lo preocupante de las noticias que llegaban desde Europa ese verano, poco antes de la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo de la carta de Einstein era advertir a Roosevelt, pero tuvo una consecuencia inesperada. Si la Alemania nazi podía desarrollar un arma tan terrorífica, Roosevelt decidió que lo mejor que podía hacer Estados Unidos era fabricar una primero. Antes de que Estados Unidos entrara en la guerra en 1941, su gobierno puso en marcha un programa para estudiar el potencial militar del uranio. Después de Pearl Harbor, este programa evolucionó para convertirse en el proyecto Manhattan. Después de años de estudio en un lugar remoto de Nuevo México, un equipo de científicos de los países aliados finalmente perfeccionó un arma atómica. Corría el año 1945.

En la época de mayor trabajo durante la guerra, el proyecto Manhattan llegó a reunir a cientos de los principales científicos del mundo, una concentración de mentes científicas que nunca más se ha vuelto a producir. Al igual que Einstein, muchos de ellos eran refugiados que habían huido de la ocupación nazi de Europa. En total, el gobierno de Estados Unidos invirtió 20 000 millones de dólares en crear la bomba.

Su utilización contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945 acabó con dos de los principales centros industriales de la isla y con la vida de 120 000 civiles. El objetivo era obligar a los japoneses a rendirse, y se consiguió; días después de la caída de la bomba en Nagasaki, Japón capituló. Aquel uso de la bomba sigue siendo polémico. En aquella época, muchos generales estadounidenses, entre ellos Dwight D. Eisenhower, tenían la sensación de que no era necesaria y que lo único que conseguiría sería tirar por tierra la reputación de Estados Unidos. Otros, sin embargo, pensaban que al lanzar la bomba se aceleraría el fin de la guerra. Einstein, por su parte, el hombre cuyos descubrimientos habían hecho posible la creación de la bomba, estaba horrorizado. Después de la guerra dijo que se arrepentía de haber alertado a Franklin D. Roosevelt sobre los terribles poderes del átomo.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1.
La primera reacción nuclear en cadena que se llevó a cabo con éxito tuvo lugar en el centro de Chicago en 1942, en una pista bajo el estadio de fútbol americano de la universidad.

2.
Uno de los científicos británicos que trabajó en el proyecto Manhattan, Klaus Fuchs, confesó luego haber espiado para la Unión Soviética. Gracias en parte a la información que les hicieron llegar Fuchs y otros espías, los soviéticos probaron su primera arma nuclear en 1949.

Martes, día 2

SEMANA 49

LITERATURA

«Yo también canto
a América»

Yo también canto a América.

Yo soy el hermano oscuro.

Me mandan a comer a la cocina

cuando hay visita,

pero me río,

me alimento bien

y me hago fuerte.

Mañana,

me sentaré a la mesa

cuando haya visita.

Nadie se atreverá

a decirme,

«come en la cocina»,

entonces.

Además,

verán lo bello que soy

y se avergonzarán.

Yo también soy América.

El poema «Yo también canto a América», de Langston Hughes, es uno de los grandes poemas del renacimiento de Harlem, el resurgir de la concienciación de la cultura afroamericana y su producción artística que tuvo lugar durante la década de 1920. En tan sólo unas pocas líneas de verso libre, Hughes expresa tanto la cruda realidad de los negros relegados a ciudadanos de segunda en la sociedad norteamericana como su optimismo frente al futuro.

«Yo también canto a América» es una respuesta directa al poema de Walt Whitman titulado «Oigo a América cantar» (1881). Whitman había escrito sobre la gloriosa cacofonía de las diversas voces que componían América: el mecánico, el carpintero y la madre, entre otras muchas. Hughes, en su poema, defiende que se ha pasado por alto a una de las voces principales, y que por tanto la canción de Whitman está incompleta.

El poder del poema de Hughes nace de su lenguaje minimalista y directo. El narrador comienza con una declaración clara, «Yo también canto a América», que ocupa su propia estrofa para darle mayor énfasis, seguida de una afirmación orgullosa y sencilla de identidad: «Yo soy el hermano oscuro». El narrador describe cómo se le niega un lugar en la «mesa» norteamericana que continúa con una metáfora en la que «me mandan comer en la cocina» abarca todos los tipos de segregación y desigualdad de oportunidades.

Sin embargo, prácticamente no muestra ni rastro de resentimiento o rabia. En su lugar se ríe ante las ofensas a las que es sometido y se muestra confiado de su belleza y su fuerza al margen de la denigración que sufre. Además, está seguro de que su propia fuerza y sus logros acabarán inevitablemente provocando que el resto de América recobre la cordura. El último verso cierra el círculo del poema, repitiendo el inicial con un ligero pero importante matiz: el narrador afirma «Yo también soy América» convencido de que algún día él también será considerado parte de la nación en la que vive, un compañero igual en libertades y en responsabilidades.

Other books

Black Jade by Kylie Chan
One Way by Norah McClintock
Gunning for God by John C. Lennox
Taming the Lion by Elizabeth Coldwell
And Thereby Hangs a Tale by Jeffrey Archer
Party Games by R. L. Stine
Unknown by Unknown


readsbookonline.com Copyright 2016 - 2024