están aquí al alcance
viejo
vieja
un poco sordos para su propia incógnita
pero siempre pendientes
de mi nueva llegada
venga maestro
no lo olvido
usted me abrió los cielos
colonizó mi alma
con el meñique se alisó la barba
y miró el mundo
(yo estaba en el mundo)
con un desprecio cruel
no le perdono
su vocación de estafa
ni aun ahora
que está bien muertecito
dios mediante
prójimo
hermano literal
quien sabe
dónde quedó el momento en que jugamos
lanzando al aire nuestros ocho años
de diferencia o de encadenamiento
duermes y duermo
el sueño y el espanto
viajan de tu fatiga a mi fatiga
y viceversa vuelven a viajar
hasta que al fin también
ellos se duermen
prójimo mi enemigo
que me conoce y finge no saberme
y en su tedio descubre
ese rencor enorme y tan minúsculo
por cierto no lo envidio
cuando pronuncia vida y piensa muerte
cuando repite cristo y piensa judas
a esta altura tal vez ya esté oxidado
su resentido embuste didascálico
quizá contemporice y diga ciencia
por no decir conciencia
estás en el pupitre
como yo desterrado
en tanto que en el patio
llueve diagonalmente
el alemán rechina y tú divagas
hasta que la trompada
ese viejo argumento
cae sobre tu oreja que es la mía
y tu alarido estalla para siempre
y ahora la lluvia es sólo vertical
mi mujer está aquí
pero antes mucho antes
se acercó por un patio
de baldosas en rombos
y allí empecé a tomar tremendas decisiones
entonces fui a mirarla desde buenos aires
yo era su prójimo sin lugar a dudas
volví y le dije
piénsalo
pero ella dijo
no necesito pensarlo
prójimo el admirable
el cándido
el impuro
te vi una vez pero nunca me viste
no capitularé ni capitularemos
tan importante como julio verne
vas tripulando una nave una isla
un cuerpo extraño inverosímil nuevo
pero en un lustro apenas
será el cuerpo de todos
ojalá y cotidiano
prójimo en que me amparo
tu compacta amistad
tu vida un tanto mustia
tu faro de confianzas
tus vísperas de solo
son para mí el contorno imprescindible
prójimo-muro gris acribillado
prójimo-pasamano en que me apoyo
cuando desciendo la escalera y temo
que algún peldaño pueda estar podrido
rostro herido heridor
ojos que lo supieron
aduana de la dulce simetría
olvidada presencia inolvidable
estás en algún sitio
en algún tríptico de resignaciones
yo pienso en ti cuando la noche clava
para siempre qué suerte para siempre
otra lanza-nostalgia
en mi costado
y está tu corazón
próximo prójimo
no te avergüences de su llanto
la cabeza hace trizas el pasado
fríamente coloca sus razones invictas
divide en lotes la melancolía
negocia cautamente tus acciones en alza
desorganiza para siempre tu magia
te despoja del cándido futuro
amuebla los infiernos que te esperan
después del provisorio desamparo
te hace lúcido y hueco
cruel y lúcido
voraz y pobre lúcido
pero también
por suerte
está tu corazón
ese embustero
ese piadoso
ese mesías.
1962-1963
Además una cosa:
Yo no tengo ningún inconveniente
En meterme en camisa de once varas.
NICANOR PARRA
Cuando resido en este país que no sueña
cuando vivo en esta ciudad sin párpados
donde sin embargo mi mujer me entiende
y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres
y llamo a mis amigos de vereda a vereda
y puedo ver los árboles desde mi ventana
olvidados y torpes a las tres de la tarde
siento que algo me cerca y me oprime
como si una sombra espesa y decisiva
descendiera sobre mí y sobre nosotros
para encubrir a ese alguien que siempre afloja
el viejo detonador de la esperanza.
Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas
que se ha vuelto egoísta de puro generosa
que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado
pienso que al fin ha llegado el momento
de decir adiós a algunas presunciones
de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
donde la indiferencia sea una palabra obscena.
Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
que hallé en las librerías de Charing Cross
cierto Byron firmado por el vicario Bull
en una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
y entre los Brueghel de la Pinacoteca
comprobé cómo puede trastornarse
el equipo sonoro del Chateau de Langeais
explicando medallas e incensarios
cuando en verdad había sólo armaduras.
Sudé en Dakar por solidaridad
vi turbas galopando hasta la Monna Lisa
y huyendo sin mirar a Botticelli
vi curas madrileños abordando a rameras
y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
que preguntaban por el comedor
suecos amontonados en dos metros de sol
y en Copenhague la embajada rusa
y la embajada norteamericana
separadas por un lindo cementerio.
Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
y el carnaval de Río cubierto por la samba
y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros
probé en Santiago el caldillo de congrio
y recibí el Año Nuevo en Times Square
sacándome cornetas del oído.
Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
y salvando las obvias diferencias
vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses
vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
y salvando otra vez las diferencias
vi un toro de pacífico abolengo
que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
con una insolación mediterránea
y me saqué una foto en casa de Jan Neruda
dormí escuchando a Wagner en Florencia
y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire
y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
marcando el jazz con negros zapatones
vi a las mujeres más lindas del planeta
caminando sin mí por la Vía Nazionale.
Miré
admiré
traté de comprender
creo que en buena parte he comprendido
y es estupendo
todo es estupendo
sólo allá lejos puede uno saberlo
y es una linda vacación
es un rapto de imágenes
es un alegre diccionario
es una fácil recorrida
es un alivio.
Pero ahora no quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.
Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto.
I must have misunderstood
something in this story
LAWRENCE FERLINGHETTI
Es increíble lo que está pasando.
El invierno desciende caluroso
los ángeles orinan en las fuentes
cantan los gallos a las nueve y media
que es una hora sin ningún prestigio.
Esta plaza se llama Libertad
y por eso le quitan las baldosas.
Si uno tuviera tiempo sentiría
como veinte minutos de vergüenza.
Desde que suspendieron las bocinas
la calle está ruidosa como nunca
no sé el motivo de este pobre estruendo
y en los ratos de ocio me pregunto
si no habrá que acabar con las campanas.
Es increíble lo que está pasando.
Los proletarios votan a los ricos.
Me canso de pensar en nuestra historia
de pocos héroes. Todo ese legado
metido ahora en nobles monumentos
que no recuerdan ni discuten ni hablan
sólo chorrean verdes objeciones.
Esta plaza se llama Libertad
por eso le quitaron las baldosas.
En primavera algunas hojas caen
tan sólo para confirmar la regla
y llueve a mares sobre mi sombrilla
y yo me quito los anteojos negros
porque son negros y porque no veo.
Es increíble lo que está pasando.
El mar es río y tiene gusto a sal
he perdido el reloj entre las dunas
y ya no iré a la cita de las cuatro
el sol calienta sobre mi paraguas
y ni siquiera así me compadecen
todos transcurren sin fervor ni alarma
y los profesionales del contento
miran el cielo cual si fuera un techo.
Esta plaza se llama Libertad
por eso le quitaron las baldosas.
Es increíble lo que está pasando.
Explotan mundos y usté aquí bosteza
los proletarios votan a los ricos
y los ricos se ponen el sombrero
para ser ricos de solemnidad
y para que la calva no les brille
ya no sé quién es quién ni cuándo es cuándo
la luna se interrumpe y ya no crece
un tango suena pero no es un himno
en el aire hay olor de felonía.
Es increíble lo que está pasando.
Hay quien se esconde para odiar en serio
hay quien se exhibe para instar en broma
hay quien sube a un cajón en las esquinas
y dice Amigos en vez de Socorro.
Se llama Libertad o se llamaba
hasta que le quitaron las baldosas.
El mundo explota y en Villa Dolores
primates varios de traste polícromo
suspiran y hablan de reforma agraria
con la esperanza de que no se cumpla.
Hoy es verano y voy de sobretodo
porque soy tímido y porque hace frío
el diario viene negro de noticias
pero a nosotros no nos mueve un pelo
miramos dulcemente el aguinaldo
y si no hay nos sentiremos como
olvidados por un hijo adoptivo.
Es increíble lo que está pasando.
A la conciencia igual siempre le queda
para llorar el Día de Difuntos
para sestear el Día de la Raza
para pensar cualquier miércoles de éstos.
Cuando aprieta el zapato o alguien echa
las margaritas a los pobres cerdos
cuando la prisa da palpitaciones
trae desasosiegos el reposo
y su linda mujer le pone cuernos
usté repite que es la bomba atómica
como si fuera el gran chiste del año.
Es increíble lo que está pasando.
Se televisa el odio y la ternura.
Veintidós hombres y ochenta mil almas
en el Estadio pierden sus complejos.
Se fornica con cierta parsimonia
y el corazón nos marcha a transistores.
Esta plaza se llama Libertad
por eso le quitaron las baldosas.
Eran viejas baldosas. Conocían
los mejores de nuestros malos pasos
recordaban desfiles procesiones
flores tanques diarieros Eisenhower
y tantos cigarrillos aplastados
y tantas aplastadas rebeldías.
Eran sabias y leales y seguras.
Por eso y porque nadie se da cuenta
es increíble lo que está pasando.
Cuando llegue el momento de creerlo
se me caerá probablemente el alma.
Mi amigo
que es un poeta
convocó a los poetas.
Hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica
es un horror
nos dijo
un horror horroroso
es el fin
es la nada
es la muerte
nos dijo
no es que te mueras solo
en tu cama
rodeado
del llanto y la familia
del techo y las paredes
no es que llegue una bala
perdida o encontrada
a cortarte el aliento
a meterse en tu sueño
no es que el cáncer te marque
te perfore
te borre
no es tu muerte
la tuya
la nada que ganaste
es el aire viciado
es la ruina de todo
lo que existe
de todo
nadie llorará a nadie
nadie tendrá sus lágrimas
y eso es lo más horrible
la muerte sin testigos
sin últimas palabras
y sin sobrevivientes
la muerte toda muerte
toda muerte
¿me entienden?
hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica.
Quedamos en silencio
con las bocas abiertas
tragamos el terror
como saliva helada
luego nos fuimos todos
a cumplir la consigna.
Juro que lo he intentado
que lo estoy intentando
pero pienso en la bomba
y el lápiz se me cae
de la mano.