voy a guardar la angustia en su escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
la stranezza di un cielo che non e il tuo
CESARE PAVESE
No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre te faltaría un pájaro en silencio
no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras por fin cómo es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón
no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y de pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo
eso porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.
¿Cómo compaginar
la aniquiladora
idea de la muerte
con este incontenible
afán de vida?
¿cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?
¿cómo desactivar la lápida
con el sembradío?
¿la guadaña
con el clavel?
¿será que el hombre es eso?
¿esa batalla?
Mientras aquí en la noche sin percances
pienso en mis ruinas bajo a mis infiernos
inmóvil en su dulce anonimato
el grillo canta nuevas certidumbres
mientras hago balance de mis yugos
y una muerte cercana me involucra
en algún mágico rincón de sombras
canta el grillo durable y clandestino
mientras distingo en sueños los amores
y los odios proclamo ya despierto
implacable rompiente soberano
el grillo canta en nombre de los grillos
la ansiedad de saber o de ignorar
flamea en la penumbra y me concierne
pero no importa desde su centímetro
tenaz como un obrero canta el grillo.
Con dos miradas
miro
dos paisajes
aquí el fragor labrado
surco a surco
allá los pastoreos
coloniales
aquí los mangos
de oro y sol
allá los duraznos
de felpa
aquí los flamboyanes
persuasivos
allá los pinos
de la niebla
aquí la tarde llueve
como un rito
allá manda
el pampero
por separado son
los lugares comunes
del paisaje
pero si están contiguos
en mi doble mirada
son lugares
más bien
extraordinarios.
Una ensenada sólo vista en postales
una región perpleja del recuerdo
una fruta escasísima y sabrosa
un suburbio que ya no se frecuenta
una paloma absorta en los pretiles
un andante para cigarra y piano
una puesta de sol sin helicópteros
una humareda en algún campo lejos
transparencias después del aguacero
hechuras y siluetas
probablemente arcaicas
de la tranquilidad
ese diáfano estado de excepción
al que nos vamos
desacostumbrando.
DE ÁRBOL A ÁRBOL
a ambrosio y silvia
Los árboles
¿serán acaso solidarios?
¿digamos el castaño de los campos elíseos
con el quebracho de entre ríos
o los olivos de jaén
con los sauces de tacuarembó?
¿le avisará la encina de westfalia
al flaco alerce del tirol
que administre mejor su trementina?
y el caucho de pará
o el baobab en las márgenes del cuanza
¿provocarán al fin la verde angustia
de aquel ciprés de la
mission
dolores
que cabeceaba en frisco
california?
¿se sentirá el ombú en su pampa de rocío
casi un hermano de la ceiba antillana?
los de este parque o aquella floresta
¿se dirán copa a copa que el muérdago
otrora tan sagrado entre los galos
ahora es apenas un parásito
con chupadores corticales?
¿sabrán los cedros del líbano
y los caobos de corinto
que sus voraces enemigos
no son la palma de camagüey
ni el eucalipto de tasmania
sino el hacha tenaz del leñador
la sierra de las grandes madereras
el rayo como látigo en la noche?
La vida cotidiana es un instante
de otro instante que es la vida total del hombre
pero a su vez cuántos instantes no ha de tener
ese instante del instante mayor
cada hoja verde se mueve en el sol
como si perdurar fuera su inefable destino
cada gorrión avanza a saltos no previstos
como burlándose del tiempo y del espacio
cada hombre se abraza a alguna mujer
como si así aferrara la eternidad
en realidad todas estas pertinacias
son modestos exorcismos contra la muerte
batallas perdidas con ritmo de victoria
reos obstinados que se niegan
a notificarse de su injusta condena
vivientes que se hacen los distraídos
la vida cotidiana es también una suma de instantes algo así como partículas de polvo
que seguirán cayendo en un abismo
y sin embargo cada instante
o sea cada partícula de polvo
es también un copioso universo
con crepúsculos y catedrales y campos de cultivo
y multitudes y cópulas y desembarcos
y borrachos y mártires y colinas
y vale la pena cualquier sacrificio
para que ese abrir y cerrar de ojos
abarque por fin el instante universo
con una mirada que no se avergüence
de su reveladora
efímera
insustituible
luz.
Prohibidos los silencios y los gritos unánimes
las minifaldas y los sindicatos
artigas y gardel
la oreja en radio habana
el pelo largo la condena corta
josé pedro varela y la vía láctea
la corrupción venial el pantalón vaquero
los perros vagos y los vagabundos
también los abogados defensores
que sobrevivan a sus defendidos
y los pocos fiscales con principio de angustia
prohibida sin perdón la ineficacia
todo ha de ser eficaz como un cepo
prohibida la lealtad y sobre todo la tristeza
esa que va de sol a sol
y claro la inquietante primavera
prohibidas las reuniones
de más de una persona
excepto las del lecho conyugal
siempre y cuando hayan sido
previa y debidamente autorizadas
prohibidos el murmullo de las tripas
el padrenuestro y la internacional
el bajo costo de la vida y la muerte
las palabritas y las palabrotas
los estruendos molestos el jilguero los zurdos
los anticonceptivos pero quién va a nacer.
Resido en una región donde los héroes
suelen morir de lumbre y osadía
pero de todos modos esplenden fulgen
siguen reverberando
existen en los ojos de los niños
y desde las grandes vallas comparecen
transforman
aprueban
acompañan
en mi lejano país en cambio
los héroes
que también los hay
no pueden ser nombrados en voz alta
ni abrazados por una bandera
ni siquiera aludidos por el llanto
sencillamente no han sido autorizados
a existir como cadáveres
y menos aún
como cadáveres reverberantes
ah pero ¿quién podrá evitar
que desde su inexpugnable clandestinidad
esos muertos ilegales
conspiren?
La desgarradura del intelectual
es un tema que suele desvelar
a intelectuales poco desgarrados
pero de todos modos
hay desgarraduras
y desgarraduras
no es lo mismo sentirse desgarrado
entre la clara vocación y el borroso deber
que entre el deber y la comodidad
entre la tortura y el miedo a flaquear
que entre las ganas de flaquear y el laurel
entre la primera y la segunda patria
que entre la patria y el invasor
pero en especial no ha de meterse
en el mismo capítulo ni en el mismo saco
a aquel poeta que se sienta desgarrado
entre la fundación ford
y la agencia central de inteligencia
y aquel otro cuya desgarradura viene
de que su pellejo y no su estilo
ha sido efectivamente desgarrado
por las atroces herramientas
de algún verdugo criollo
adiestrado en albrook o en okinawa.
Lento viene el futuro
lento
pero viene
ahora está más allá
de las nubes ramplonas
y de unas cimas ágiles
que aún no se distinguen
y más allá del trueno
y de la araña
demorándose viene
como una flor porfiada
que vigilara al sol
a lo mejor por eso
la vida cotidiana
prepara bienvenidas
cierra saldos de usura
abre memorias vírgenes
pero él
no tiene prisa
lento
viene
por fin con su respuesta
su pan para la hambruna
sus magullados ángeles
sus fieles golondrinas
lento
pero no lánguido
ni ufano
ni aguafiestas
sencillamente
viene
con su afilada hoja
y su balanza
preguntando ante todo
por los sueños
y luego por las patrias
los recuerdos yacentes
y los recién nacidos
lento
viene el futuro
con sus lunes y marzos
con sus puños y ojeras y propuestas
lento y no obstante raudo
como una estrella pobre
sin nombre todavía
convaleciente y lento
remordido
soberbio
modestísimo
ese experto futuro que inventamos
nosotros
y el azar cada vez más nosotros
y menos el azar.
Me voy con la lagartija
vertiginosa
a recorrer las celdas donde
líber
raúl
héctor
josé luis
jaime
ester
gerardo
el ñato
rita
mauricio flavia
el viejo
penan por todos
y resisten
voy con la lagartija
popular
vertiginosa
a dejarles aquí y allá
por entre los barrotes
junto a las cicatrices
o sobre la cuchara
migas de respeto
silencios de confianza
y gracias porque existen.
Los verdugos suelen ser católicos
creen en la santísima trinidad
y martirizan al prójimo como un medio
de combatir al anticristo
pero cuando mueren no van al cielo
porque allí no aceptan asesinos
sus víctimas en cambio son mártires
y hasta podrían ser ángeles o santos
prefieren ser deshechos antes que traicionar
pero tampoco van al cielo
porque no creen que el cielo exista.
Por fin un crítico sagaz reveló
(ya sabía yo que iban a descubrirlo)
que en mis cuentos soy parcial
y tangencialmente me exhorta
a que asuma la neutralidad
como cualquier intelectual que se respete
creo que tiene razón
soy parcial
de esto no cabe duda
más aún yo diría que un parcial irrescatable
caso perdido en fin
ya que por más esfuerzos que haga
nunca podré llegar a ser neutral
en varios países de este continente
especialistas destacados
han hecho lo posible y lo imposible
por curarme de la parcialidad
por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país
ordenaron el expurgo parcial
de mis libros parciales
en argentina me dieron cuarenta y ocho horas
(y si no me mataban) para que me fuera
con mi parcialidad a cuestas
por último en perú incomunicaron mi parcialidad
y a mí me deportaron
de haber sido neutral
no habría necesitado
esas terapias intensivas
pero qué voy a hacerle
soy parcial
incurablemente parcial y
aunque pueda sonar un poco extraño
totalmente
parcial
ya sé
eso significa que no podré aspirar
a tantísimos honores y reputaciones
y preces y dignidades
que el mundo reserva para los intelectuales
que se respeten
es decir para los neutrales
con un agravante