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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II (70 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II
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La clave del cambio de sí estriba en:

  • Observarse a sí mismo.
  • En observar cómo se habla.
  • Qué opiniones uno repite constantemente.
  • Qué se condena constantemente en los otros.
  • De qué uno está orgulloso, y así sucesivamente.

No se puede cambiar de otra manera, porque si uno da por supuesto que es perfecto no se puede cambiar. ¿Qué es lo que ha de ser cambiado en este Trabajo, como tantas veces se repitió? Es usted,
usted mismo,
el que debe cambiar. Ha de llegar a ver que no es nada sino un papagayo mecánico.
Usted mismo
debe ver que siempre dice las mismas cosas y hace las mismas cosas y se comporta de la misma manera. Es por eso por lo cual el Trabajo dice que a no ser que se dé cuenta de su
mecanicidad
nunca será capaz de recordarse realmente a sí mismo. Y esto es exactamente porque, si da por descontado que usted mismo puede ser el punto de partida y que tal como es, es muy aceptable y completamente correcto, con ideas justas, con una forma de vida justa y actitudes justas, nunca será capaz de cambiar y nunca conocerá de qué trata este Trabajo. Pero si empieza por tener un sincero "Yo" Observante —y esto es imposible a no ser que sienta el Trabajo emocionalmente y su propia falta de Conocimiento y de Ser— al cabo de un tiempo se sentirá desdichado por estar en tal estado, por ser la clase de persona que es. Esto fue señalado recientemente en varias disertaciones, pero ahora lo señalo otra vez al advertir que algunas personas no lo han entendido. Toman como punto de partida el creer que tales como son, son excelentes. La vida ha construido en todos nosotros determinadas clases de gentes. Esta es nuestra experiencia de vida. Esta es la Personalidad. Una persona puede destacarse haciendo camisas, o zurciendo calcetines, o cuidando su jardín, o siendo un médico, o siendo un ingeniero, o siendo una buena madre, o un buen padre, o un valiente soldado, o un buen dactilógrafo, o un empleado eficiente, o un buen hombre de negocios, o una buena mujer, o un buen esposo. ¿Cómo se escapa de todo ello? Esta es nuestra prisión. Desde luego, si no desea escapar de todo esto, y se siente satisfecho, entonces no hay ninguna razón para que haga este Trabajo o trate de estudiarlo. Por eso dije en mis recientes comentarios que si está satisfecho de sí tal como es, no puede en realidad hacer este Trabajo y no le servirá de nada estudiarlo porque sus topes, su orgullo, su engreimiento, y su vanidad son tan grandes que nada los puede conmover. Es por esta razón por la cual es tan difícil enseñar esta idea de un nuevo desarrollo al cual se refiere el esoterismo, esta segunda educación, en la que la Personalidad ha de llegar a ser pasiva. De hecho, es preciso que se dé cuenta gradualmente que usted no es nada sino una especie de invento. Esto es asimismo una gran dificultad, y si un hombre o una mujer no puede observarse a sí mismo desde el punto de vista del Trabajo no será capaz de moverse de sí mismo, de modo que carecerá de energía adicional y de fuerza de Trabajo, y sólo tendrá fuerza de vida. La fuerza de vida es la fuerza que hace la Personalidad y la mantiene en movimiento, día tras día, y esto es absolutamente necesario para el primer desarrollo, para la primera educación de un ser humano: su primer contacto con la Tierra. Pero hay otra fuerza llamada la fuerza de Trabajo, la fuerza de la enseñanza esotérica, la fuerza de que se habla en cada página de los Evangelios, la fuerza que lleva al renacimiento de un hombre o de una mujer.

Permítanme que les recuerde que este Trabajo trata de la
transformación del Ser;
que significa llegar a ser un nuevo hombre o mujer. Este Trabajo puede conducirle, si lo recibe, y lo cree suficientemente importante, a una valoración de sí enteramente nueva y a una comprensión enteramente nueva de su significado en la vida. Verá entonces que tal como es no es nada. Esto es en verdad lo que tiene más importancia en el Trabajo, porque el Trabajo no se ocupa de la vida y lo que ha hecho de uno, excepto indirectamente, sino que trata de esta otra transformación que un hombre o una mujer, luego de haber cumplido su deber en la vida, puede experimentar eventualmente. Pero no pueden experimentar esta transformación a no ser que sientan que han llegado al cabo de las cosas, al cabo del deber, al cabo de su propia excelencia, al cabo de la ciencia, al cabo de todo el conocimiento mundanal, y sin embargo intuyen que debe de haber otra cosa además de lo que la vida ha hecho de ellos por el nacimiento o por la educación. Les recordaré aquí una frase de Trabajo: "La vida no puede ser explicada por la vida." La vida no puede ser explicada en términos de sí misma; la naturaleza no puede ser explicada en términos de sí misma, y usted no puede explicarse a sí mismo en términos de sí mismo. Pregúntese: ¿Cómo piensa? ¿Cómo se mueve? ¿Puede explicarlo? Sin embargo, la mayoría de las gentes no se preocupan con pensamientos de esa clase y son muchos aquellos que piensan que tales pensamientos son extremadamente mórbidos. Le aconsejan que vayan a ver a su médico. Pero si tiene tales pensamientos ya está en posesión del Centro Magnético que es una señal de Ser, porque un hombre que tiene un Centro Magnético, aunque haya hecho muy poco en la vida, es aún así superior en su Ser a un hombre que tiene, digamos, mucho éxito en la vida y lo atribuye todo a sí mismo y no ve en ello misterio alguno.

Ahora bien, todo el Trabajo se inicia en cierto sentido en el Centro Magnético. No se puede obtener una nueva fuerza sin aquella a que nos conduce eventualmente el Centro Magnético. Este sentimiento de misterio nos lleva a determinado punto. No se puede obtener esa fuerza de Trabajo a menos que se sienta que hay algo más que el mundo visible y la vida visible. Si está contento con su alimento, su renta, su casa, sus hijos, su excelente índole, su inmaculada virtud, su respetabilidad, su hermosa carrera, y sus hazañas en general, entonces no tiene Centro Magnético. A veces, cuando estoy leyendo los periódicos me pregunto si las personas que ocupan altos cargos en la política, tienen algún Centro Magnético. En todo caso me parece que todos creen poder hacer y que lo que quieren en realidad son más reglamentos, más reglas, más ciencia, para lograr un mundo perfecto. En mi propio caso, cuando era comparativamente joven, comprendí que no sabía nada. Conocí a médicos, llegué a ser yo mismo un médico, en cierto modo en contra de mi voluntad, y mientras tanto tenía siempre ese sentimiento de que sabía en realidad que nada era duradero en mí. Ahora bien, un hombre dormido en la vida, por lo cual quiero decir un hombre que carece de Centro Magnético, se contentará con llegar a ser un médico, un científico, un general, un novelista, etc. Su fuerza derivará enteramente de la vida, de sus éxitos, y se restregará las manos y se dirá que ha hecho esto o aquello. Esto es tedioso, pero es habitual. Desde luego, tal hombre —o tal mujer— no pensará ni siquiera por un momento que siempre se atribuye todo a sí mismo.

No ve que la vida lo ha hecho. Se creen gente muy bien, excelente gente, gente admirable, gente que cumple su deber, pero insisto en señalar a todos ustedes que es exactamente allí donde está la línea divisoria entre un hombre y una mujer que pueden comprender este Trabajo y un hombre y una mujer que nunca lo comprenderán. Para que una persona admita, sea cual fuere su reputación en la vida, que no conoce realmente nada y siente que ella misma no es nadie, debe ser verdaderamente excepcional. Algunas marmitas son muy pequeñas y no tardan en llenarse. Pero en este Trabajo buscamos gente que desee percibir otra cosa que lo que la vida ha hecho de ellas.

Retornemos otra vez al tema de la fuerza, porque todo lo que se dijo está conectado con la idea de producir energía en el sentido de Trabajo. Ninguna persona puede producir energía en el sentido de Trabajo si está completamente identificada, satisfecha de sí, vana y orgullosa, contenta consigo misma tal como es. Es completamente inútil. En tales personas el sentimiento de sí misma deriva de sus logros en la vida. Sólo se puede obtener energía en el sentido de Trabajo no estando identificado consigo mismo. Ahora bien, trataré de explicarles más detenidamente lo que tiene mayor importancia en esta disertación y que se relaciona con los comentarios recientemente. Una persona puede ponerse bajo un nuevo ordenamiento de fuerzas que son maravillosas y le dan un sentimiento muy extraño y curioso de poder, a condición que no esté identificada con cuanto ha hecho en la vida. Desde luego, dicha persona no ha hecho todo lo que supone que ha hecho. Fueron las circunstancias, las fuerzas exteriores, las necesidades del exterior. Y si el sentimiento de sí mismo deriva de todo lo que ha hecho en este sentido, nunca será capaz de lograr que esa extraña fuerza del Trabajo obre sobre ella. Mire su orgullo, mire su vanidad, mire su merecimiento, mire su satisfacción de sí, mire su virtud, mire su respetabilidad, mire todas las cosas de esta clase que la vida ha construido en usted, y permítame que le haga esta pregunta: ¿Logra usted plenamente el sentimiento de sí mismo o tiene algo en su ser a lo que todo esto desagrada y siente que no es realmente usted? Si es así, empezará a obtener energía del Trabajo. Pero es preciso aumentar ese sentimiento de desagrado, de no aceptarse a sí mismo como la vida lo ha hecho, es decir que, si quiere cambiar no debe contentarse con ese sentimiento de "Yo", ese sentimiento de sí mismo, porque mientras siga aferrándose a todo eso y se tome a sí mismo como eso —"Qué buen muchacho soy"— estará identificándose con su Personalidad y es probable que se identifique aún más, y mientras esto tenga lugar, mientras ésta siga siendo su situación interna día tras día, y minuto tras minuto, no hay sitio en usted donde pueda entrar el Trabajo, porque en todo momento refuerza ese vano sentimiento de sí, lleno de engreimiento que deriva de lo que fue o es en la vida. Pero, hablando técnicamente, mientras la vida sea su Fuerza Neutralizante, es decir, mientras la vida sea la fuerza que lo pone en movimiento y lo hace hacer todo, impedirá que la parte real de usted pueda Crecer. El Trabajo se ocupa de traer una nueva Fuerza Neutralizante o Tercera Fuerza cuyo objeto fundamental es el de cambiar la relación entre la Esencia y la Personalidad, de hecho, invertirla completamente. Se dijeron muchas tonterías sobre abandonar la vida, y muchos tontos van a monasterios, pero no hablo de eso. Este Camino, este Trabajo, está en la vida, y su secreto estriba en no identificarse con lo que se fue o lo que se es en la vida, mejores serán sus posibilidades, si comprende qué significa hacer que la Personalidad sea pasiva, porque es haciendo a la Personalidad pasiva como crece la Esencia que es la parte real de una persona. La personalidad es como la sustancia en el huevo y la Esencia es como la mancha embrionaria que puede crecer sacrificando la sustancia del huevo.

Ahora bien, toda la energía de Trabajo deriva de la comprensión de esa tremenda idea que el Trabajo enseña y que nos dice que un nuevo nacimiento es posible. Todos ustedes han advertido tal vez que muchas personas que estuvieron en contacto con el Trabajo ya no son exactamente como eran antes. Hallan que en la atmósfera del Trabajo no sirve de mucho traer la experiencia de la vida, de la Personalidad, o especialmente de la Falsa Personalidad. Hallan que no pueden jactarse de la misma manera por lo que han hecho, como suele hacerlo la gente en la vida. El gradual sacrificio de esa sustancia de la Personalidad para que el embrión de la Esencia pueda crecer es una de las razones por las cuales la atmósfera de Trabajo debe ser creada por todos ustedes, una atmósfera en la que a veces es posible reírse de uno mismo. Esa atmósfera del Trabajo es diferente de la atmósfera de la vida. Técnicamente, la Tercera Fuerza de vida que mantiene a la Personalidad activa y la Esencia pasiva es ligeramente cambiada, y algunas partes de la Personalidad empiezan a ser sacrificadas, y debido a ello la Esencia comienza a crecer, para que las personas sean más reales las unas para con las otras, porque si todos estuviéramos más en la Esencia, todo sería mucho más real, más genuino, mucho más sencillo, mucho más verídico, y mucho más bueno. Cuando uno intenta acrecentar lo que ha sido, y se siente más grande y fuerte, más poderoso e importante, va en dirección contraria a la del Trabajo. Entonces no logrará fuerza en el sentido del Trabajo. Tal estado significa que está muy identificado consigo mismo, con esa Personalidad que se atribuye todo a si misma. Sólo logrará la energía de Trabajo por medio de la no identificación, por medio de la observación de sí, y por medio de la disolución de aquellas imágenes, de aquellas ideas, de aquella orgullosa imaginación acerca de sí mismo. La razón de ello es muy sencilla. ¿Qué es lo que impide que los dos Centros Superiores que trabajan continuamente en nosotros, el Centro Mental Superior y el Centro Emocional Superior, nos transmitan su fuerza? No pueden llegar a nosotros debido a nuestra auto-admiración a nuestra Personalidad. Toda esa energía de Trabajo proviene indirectamente de estos dos Centros Superiores que están en un nivel más elevado de
Ser
que el que frecuentamos nosotros; un nivel que está más allá de nuestra Personalidad. Recuerden que el Trabajo enseña que están plenamente desarrollados y que nos están transmitiendo mensajes en todo momento. Pero no podemos oírlos debido a nuestro estado de sueño. ¿No es ésta una idea extraordinaria? ¿No les parece una idea fantástica que en nosotros hay algo que está intentando cambiarnos todo el tiempo, y no puede alcanzarnos debido a esa obstrucción, ese oscurecimiento que produce la Personalidad, pero más particularmente la todopoderosa Falsa Personalidad?

Ahora bien, si un hombre empieza a trabajar sobre sí por medio de la auto-observación, si comienza a observar su sueño interior, su vanidad, si empieza a observar su merecimiento, si empieza a observar sus emociones negativas, si empieza a observar sus imágenes de sí mismo, si empieza a observar sus topes y prejuicios, sus opiniones mecánicas, su charla estereotipada, su incesante parloteo,
sus
palabras malintencionadas, empezará entonces a separarse de esas cosas, porque si puede observar una cosa, ya no es más esa cosa (¿no comprende?) que es el primer paso que hay que dar en esta separación, lo que el Trabajo enseña. Podría agregar aquí muchas otras cosas que es preciso observar pero el resultado final es éste: si está identificado consigo mismo como lo está, si toma todos sus pensamientos como si fueran reales, y no ve que tiene que separarse de muchos, muchísimos estados de ánimo malos, de malos sentimientos de sí, no irá a ninguna parte en este Trabajo. El método de este Trabajo es la no identificación consigo mismo. Es preciso que aprenda a no identificarse consigo mismo, observándose a sí mismo y separándose. ¿Qué es usted mismo? Usted mismo es psicológico, usted mismo es psíquico, usted mismo es lo que prefiera llamarse, pero no es físico, no es su cuerpo. Pertenece a aquella cosa de la cual tiene conciencia. ¿Va a poner su conciencia en mal estado de ánimo o en mal pensamiento? ¿Va a poner su conciencia en la satisfacción de sí, en la auto-glorificación, o va a poner su conciencia en el sentimiento de tener siempre razón y saber lo que le conviene? ¿No ve que a no ser que se observe a sí mismo no repara en qué lugar pone su conciencia? Me encuentro con muchos sentimientos, muchos estados de ánimo, muchos pensamientos, que me vienen mecánicamente, en los que no pongo mi conciencia, por ejemplo, no pongo mi sentimiento de "Yo" en el odio, o en el sentimiento de impotencia, no me entrego a ellos, no los acompaño.

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