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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II (68 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II
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Ahora bien, si una persona se hace cargo de sí misma en el sentido del Trabajo, debe aislarse de las influencias de la vida y empezar a seguir las influencias del Trabajo. Una persona en el Trabajo debe resistirse a las influencias de la vida. Debe aislarse de las influencias de la vida que se derraman sobre ella en todo momento. Si las gentes están muy identificadas con cuanto sucede en la vida, ya sea en su mundo doméstico o en los asuntos nacionales, no serán capaces de sentir la acción de las influencias del Trabajo en su Ser. El Trabajo acarrea influencias diferentes de las que la vida acarrea. El Trabajo no es la misma cosa que la vida. La vida es una cosa y el Trabajo es otra cosa, aunque en un sentido se encuentren. Pero este tema requiere una exposición muy cuidadosa y no me internaré en él excepto para decir que podemos usar la vida para los propósitos del Trabajo pero nunca se debe usar el Trabajo para los propósitos de la vida a menos de comprender muy claramente lo que se está haciendo, y en este caso se lo hará realmente desde el Trabajo, es decir, es preciso saber lo que se está haciendo. El Trabajo ha de llegar a ser eventualmente más importante emocionalmente para una persona en su valoración que cualquier otra cosa en la vida. Si la vida es más importante para una persona que el Trabajo, entonces el cambio de signos entre la Personalidad y la Esencia no se puede efectuar. En un sentido amplio, la Esencia sólo puede crecer a través del Trabajo, a través de su influencia, porque el Trabajo es real y la Esencia es la parte real de una persona y sólo puede ser nutrida justamente por lo que es real, por lo que es verídico, por lo que es genuino; pero la Personalidad ha sido construida por la vida y hay una parte particular de la Personalidad, como es sabido, llamada la Falsa Personalidad, que ha ocupado el lugar de todo sentimiento real y esencial en nosotros mismos. Así, intentar ver la propia Falsa Personalidad es uno de los puntos de partida más importantes de la observación de sí, porque a menos de separarse de esta ficción de uno mismo nada puede mudar internamente. Al mismo tiempo la Personalidad misma —a saber, lo que se ha adquirido de la vida— contiene muchos "Yoes", muchos factores, que también deben ser cambiados, como por ejemplo, la persona que ha sido educada en una forma muy estrecha de religión o cualquier otra enseñanza social del mismo tenor*. Es un gran error creer que sólo es preciso separarse de la Falsa Personalidad. Hay muchas cosas en la Personalidad adquirida de las cuales debemos separarnos, y en el Trabajo tal como lo enseño les aconsejo que presten atención a ese punto. En mi propio caso tuve que separarme de muchos factores que no pertenecían a mi Falsa Personalidad sino que eran muy distintos de ella y que estaban en mi adquirida Personalidad debido a mi primera formación y educación. Basta pensar en las cosas equivocadas que nos pueden enseñar. Basta pensar en cuántas gentes han sido educadas en alguna clase de creencia política y así establecieron "Yoes" en su Personalidad cuya veracidad dan por sentada. Habrá que trabajar eventualmente todo ese lado de la Personalidad y éste no está incluido necesariamente en la Falsa Personalidad. Tomemos, por ejemplo, aquellos "Yoes" en su adquirida Personalidad que suelen preocuparse por todo, o incomodarse por todo, o estar ansiosos por todo. Esos "Yoes" por imitación estarán en la Personalidad, en la parte adquirida de usted, y es preciso trabajar sobre ellos tan seriamente como sobre el grupo de "Yoes" unidos por la vanidad que forman la Falsa Personalidad. Muchos "Yoes" que hemos adquirido debido a nuestra formación y que existen en la Personalidad son útiles, y con ellos no hay necesidad de querellar porque nos ponen en relación con la vida, nos dan nuestro poder de ser ingeniero o arquitecto, y así sucesivamente. Pero hay muchos otros "Yoes" que hemos adquirido en la Personalidad de los cuales hemos de separarnos eventualmente, o, para emplear una palabra más, a los cuales es preciso reeducar.

Ahora bien, en lo que respecta a aislarse de la vida, a lo cual ya me había referido, el Sr. O. acostumbraba decir —aunque haya hablado sobre este particular desde muchos ángulos diferentes— que hay cuatro cosas que nos ayuda ante todo a aislarnos de las influencias de la vida que tienden a arrastrarnos y nos mantienen dormidos. Dijo:

  • "El conocimiento del propio Ser
  • El Recuerdo de Sí
  • La No identificación
  • La No consideración.

Son las cuatro prácticas supremas que nos ayudan a aislarnos del continuo impacto de la vida externa y así permiten que algo crezca en nosotros fuera de la vida". ¿Cómo creen que el Conocimiento de su Ser les ayudará a aislarse de la vida? Ya hemos hablado sobre este tema en la primera parte de la disertación. Sólo agregaré que si empiezan a tener un Conocimiento real de su Ser ya no sentirán más que son la misma clase de persona, y por eso les haré esta pregunta: ¿Si no se sienten más la misma clase de persona, la vida tendrá el mismo imperio sobre ustedes, los controlará del mismo modo, o hasta cierto punto se sentirán aislados? ¿Cómo se sentirán aislados? Ya no se sentirán tan dominados por la vida porque ya no tienen el mismo sentimiento de sí que anteriormente los ponía a tal punto a merced de la vida. En otras palabras, su Ser habrá cambiado y así su Ser no atraerá la misma vida. Sin embargo, dejo este punto para que lo discutan.

Les llamaré también la atención sobre la última práctica que se mencionó, la No consideración. Esto significa no identificarse con la Consideración Interior. ¿No han advertido cómo se destina a la consideración gran parte del día, cuántas acciones son influidas por ella, cuan a menudo una persona no está en lo que está haciendo porque su mitad está considerando internamente? ¿Han advertido el tremendo poder que ejerce la vida sobre nosotros para mantenernos dormidos, ese factor de la Consideración Interior? Ahora bien, mientras la vida siga siendo su única esfera de realidad, su único campo de vida, la única cosa que para usted es real, entonces entre otras cosas será dominado por la Consideración Interna. Pero si algo más fuerte que la vida lo gobierna, verá que la Consideración Interna cambia por completo. Hallará que en lugar de considerar internamente empezará a considerar externamente; entonces logrará mucha paz y gran parte de la fuerza que antes perdía en la Consideración Interna. Así, empezará a comprender mucho mejor a las otras personas, y en lugar de preocuparse por todo tendrá pensamientos reales sobre las otras gentes y sobre sí mismo y todas las cosas serán más sencillas y tranquilas: Quizás algunos de ustedes han advertido la conexión que hay entre la Consideración Interna y la idea de que se puede hacer, pero nuevamente lo dejo para que lo discutan ustedes.

Quaremead, Ugley, 9 de junio, 1945
El trabajo sobre las emociones negativas

Un hombre no puede adelantar ni un solo paso en su desarrollo a menos que empiece a observar y luchar contra las emociones malas. Todas las malas emociones —esto es, todas las emociones negativas— son inútiles. Cada una lleva su propio veneno. En el fondo de todas esas emociones se agazapan la violencia y la adoración de sí. El Centro Emocional, que deberá transmitirnos las influencias del Trabajo casi continuamente, salvo durante breves períodos que hemos de soportar, no lo puede hacer si estamos dominados por emociones malas. Si el Centro Emocional no produce otra cosa que estados negativos, si nos nutre continuamente con diferentes combinaciones de esos estados negativos, se opone a cualquier posible crecimiento de Ser de lo cual de otro modo seríamos capaces.
Conviene hacer una lista de las emociones negativas para nuestro propio uso
. En esa lista se puede incluir los diversos estados de depresión, las distintas clases de auto-compasión, las variadas clases de resentimiento persistente, del sentimiento de no ser bien tratado, y también es preciso incluir las muchas clases de odio, las muchas formas desagradables de la satisfacción de sí y del desprecio de los otros, y en especial se ha de incluir el sentimiento de merecimiento, la menos limpia de todas las emociones y una que tal vez cierra el camino a todas las influencias de los Centros Superiores más que cualquier otra emoción. En el Trabajo se hace especial hincapié en la purificación del Centro Emocional. Les recuerdo aquí que si bien es útil hacer una lista de las emociones negativas, tanto las que se han observado en las otras gentes como las que se han observado en uno mismo, la única cosa que nos puede decir en qué momento somos negativos es la facultad que el Trabajo denomina
sabor interior.
Cabe considerarlo como el comienzo de la Conciencia Real. Durante mucho tiempo la gente goza de sus estados negativos, goza del sabor de dichos estados. A veces pasan muchos años antes que a una persona le disguste ser negativa, aunque sea ligeramente. Entonces empieza a saborearlos —a conocer el sabor de los Estados negativos— y así a reconocerlos por ese órgano interior del sabor que no está volcado hacia la vida exterior sino hacia nuestro propio mundo interior. Algunas emociones negativas son muy maliciosas: tienen un sabor muy pronunciado: conviene reconocerlas y arrancarlas de cualquier justificación de sí que las cubre y ver así qué son en realidad. La vida emocional de un hombre y de una mujer queda completamente destruida por la presencia de estas diversas formas de emoción negativa. ¿Cómo se puede esperar de gentes que desde su primera niñez han imitado y absorbido toda clase de emociones negativas al entablar amistad? Lo extraordinario es que a veces la gente se forja maravillosas imágenes de sí a este respecto. Se imaginan que son amables y tolerantes, de trato fácil, bondadosas y magnánimas, etc. Lo que no ven es que bajo todas esas cosas hay gran cantidad de emociones negativas, mucha charla interior, no sólo en ellas mismas sino también en la persona con quien creen estar en tan buenas relaciones. Creo que esto explica las extrañas expresiones que a veces se ven en la cara de la gente. En otras palabras, tales gentes creen que pueden hacer, y se atribuyen todo el mérito a si mismas. No, es preciso confrontarse a sí mismo con mucha más sinceridad y no dejar nuestra vida emocional en la oscuridad.

Los estados negativos surgen mecánicamente, provocados directa o indirectamente por alguna circunstancia exterior, por algo que se dijo o no, por algún incidente trivial. El Sr. Ouspensky nos dijo una vez dos cosas sobre las emociones negativas que me sorprendieron mucho en aquel momento. Dijo que la gente si tiene que hacer frente a una grave crisis, por lo general no es negativa. Sólo las cosas sin importancia de la vida son las que ponen de manifiesto los estados negativos. La otra cosa que dijo es que lo que nos irrita en las otras personas es por lo general su mecanicidad. Al menos lo mencionó como una fuente de estados negativos. Dijo que olvidamos que las gentes son máquinas y hacen y dicen constantemente las mismas cosas y se comportan de la misma manera y expresan los mismos pensamientos, pero que no nos damos cuenta sobre todo que nosotros mismos somos máquinas y que nuestra reacción de irritación es tan mecánica como la cosa que en la otra persona la puso de manifiesto. Ver a otra persona como una máquina no es suficiente. De hecho, es muy peligroso, porque entonces sólo se ve un lado de la cuestión. Es preciso darse cuenta de la propia mecanicidad. ¿Qué significa darse cuenta de la propia mecanicidad? Significa un largo y continuo esfuerzo sobre sí y un constante acrecentamiento de la memoria de Trabajo, es decir, la memoria especial que empieza a formarse en nosotros por medio de una observación de sí imparcial, casi podría decirse, una observación impersonal de uno mismo por uno mismo. Entonces se logran instantes reales de comprensión de la propia mecanicidad, de qué clase de máquina es uno. Esos destellos que permiten darse cuenta de la propia mecanicidad directamente y no en teoría, esos momentos en que se ve de hecho que uno se ha comportado de esa manera muchas veces antes, son en realidad momentos de Recuerdo de Sí. Algo se desprende de la máquina y está fuera de la máquina, y es exactamente ese estar fuera de la máquina por un momento que procura el sentimiento de Recuerdo de Sí y que en verdad nos da un ligero sabor del "Yo" Real, porque el sí que habría que recordar, si se pudiera, no es una máquina. Tal vez no habría que introducir aquí la idea del "Yo" Real porque es hablar en términos demasiado elevados. Convendría más pensar que es un momento de plena observación y que somos conscientes en el "Yo" Observante que está examinando la máquina con la cual de costumbre estamos completamente identificados. Con todo, como es sabido, el "Yo" Observante, que es formado por el Trabajo y sus ideas, es el comienzo de la senda vertical que nos conduce desde el Mayordomo Delegado al Mayordomo, y desde el Mayordomo al "Yo" Real o Amo.

Ahora bien, para regresar a las emociones negativas: las emociones negativas son desde luego mecánicas. Son parte de nuestra máquina tal como es, la que es a veces llamada nuestra sucia máquina. Nuestra tarea estriba en limpiar esta máquina sucia, y la parte más sucia de la máquina es la parte negativa del Centro Emocional que hemos adquirido por imitación y con la cual no hemos nacido esencialmente. Tal como lo señaló el Sr. Ouspensky, si hubiéramos nacido con la parte negativa del Centro Emocional no tendríamos probabilidad alguna de separarnos de ella. Si fuera una parte inherente a nuestra maquinaria psicológica no podríamos arrancarla de nuestra persona. Las emociones negativas son adquiridas y son completamente inútiles, mientras que todo aquello con lo cual fuimos creados es útil. Este es el punto que es preciso recordar constantemente. Son hasta peores que inútiles porque absorben y extraen gran parte de nuestra energía ordinaria. Todas las transformaciones más finas de los tres alimentos —alimento común, aire e impresiones— son continuamente interrumpidas y destruidas o mal hechas por la acción de la parte negativa del Centro Emocional. Intente ver por sí mismo y por una observación directa cómo un estado negativo le extrae su energía e intente ver qué sucede cuando, habiendo observado su condición, trata sinceramente de separarse de ese estado por razones que son de su incumbencia y no por amor a las felicitaciones o al mérito. Si lo hace correctamente sentirá un choque, experimentará la sensación de haber escapado repentinamente a algo maligno, a algo que no se daba cuenta que era maligno. Entonces comprenderá por que se dice que podemos descubrir la presencia de los estados negativos por medio del sabor interior. Por cierto se puede ver el estado negativo del cual se ha escapado porque dicho estado negativo está literalmente debajo de uno en un nivel inferior en tales momentos.

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