Read Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media Online
Authors: J.R.R. Tolkien
Tags: #Fantasía
Al final aparece escrito:
La Elessar fue hecha en Gondolin por Celebrimbor, y así llegó a Idril, y luego a Eärendil. Pero esta piedra desapareció. La segunda Elessar fue hecha también por Celebrimbor en Eregion, por pedido de la Señora Galadriel (a la que amaba), y no estaba bajo el poder del Único, pues había sido hecha antes que Sauron se levantara otra vez.
En ciertos aspectos, esta narración corresponde a «De Galadriel y Celeborn», y probablemente fue escrita en el mismo período, o algo antes. Celebrimbor es aquí una vez más un orfebre de Gondolin más que un fëanoreano; y se habla de Galadriel como si no estuviera dispuesta a abandonar la tierra Media, aunque el texto se modificó luego, y se introdujo la idea de la prohibición; y en un pasaje posterior de la historia se habla del perdón de los Valar.
Enerdhil no aparece en ningún otro escrito; y la conclusión muestra que Celebrimbor iba a desplazarlo como hacedor de la Elessar en Gondolin. Del amor de Celebrimbor por Galadriel no hay rastros en ninguna otra parte. En «De Galadriel y Celeborn» parece que él fue a Eregion junto con ellos; pero en ese texto, como en
El Silmarillion
, Galadriel conocía a Celeborn en Doriath, y resulta difícil entender las palabras de Celebrimbor «aunque preferiste a Celeborn de los Árboles». Oscura resulta también la referencia a que Galadriel viviera «bajo los árboles del Gran Bosque verde». Podría considerársela una expresión vaga (no empleada en ningún otro sitio) que incluía los bosques de Lórien al otro lado del Anduin; pero «la llegada de la Sombra al Bosque» indudablemente se refiere al despertar de Sauron en Dol Guldur, que en el Apéndice A (III) de
El Señor de los Anillos
recibe el nombre de «la Sombra del Bosque». Quizá signifique que en un tiempo el poder de Galadriel se extendía hasta el sur del Gran Bosqueverde; en apoyo de esta interpretación, puede citarse «De Galadriel y Celeborn», donde se dice que el reino de Lórinand (Lórien) «se extendía hacia las florestas a ambos lados del Río Grande, e incluía a la región donde se levantó después Dol Guldur». Es posible también que la misma concepción esté presente en lo que se dice en el Apéndice B de
El Señor de los Anillos
, en la nota del encabezamiento de la Cuenta de los Años de la Segunda Edad, tal como apareció en la primera edición:
«muchos de los Sindar se encaminaron al este y fundaron reinos en los bosques lejanos. Los principales fueron Thranduil en el norte del Gran Bosqueverde, y Celeborn en el sur del bosque». En la edición revisada, esta observación acerca de Celeborn fue suprimida, y en cambio se dice que vivió en Lindon.
Por último, puede mencionarse que el poder de curación que se le concede aquí a la Elessar en los Puertos del Sirion, se atribuye en
El Silmarillion
al Silmaril.
De acuerdo con
El Silmarillion
, algunos de los Nandor, los Elfos telerín que abandonaron la Marcha de los Eldar hacia la vertiente oriental de las Montañas Nubladas, «vivieron durante siglos en los bosques del Valle del Río Grande» (mientras que otros, se dice, descendieron por el Anduin hasta la desembocadura, y otros, en fin, penetraron en Eriador: a este último grupo pertenecen los Elfos Verdes de Ossiriand).
En una exposición etimológica posterior de los nombres Galadriel, Celeborn y Lórien, se declara específicamente que los Elfos silvanos del Bosque Negro y de Lórien descendían de los Elfos teleri que permanecieron en el Valle del Anduin:
Los Elfos silvanos (
Tawarwaith
) eran de origen teleri, y, por tanto, parientes lejanos de los Sindar, aunque separados de ellos desde hacía más tiempo que los Teleri de Valinor. Descendían de los Teleri que en el curso del Gran Viaje se intimidaron ante las Montañas Nubladas y se demoraron en el Valle del Anduin, y de ese modo no llegaron nunca a Beleriand o el Mar. Estaban, pues, más estrechamente emparentados con los Nandor (llamados también los Elfos Verdes) de Ossiriand, que finalmente cruzaron las montañas y llegaron por fin a Beleriand.
Los Elfos silvanos se escondieron al abrigo de los bosques más allá de las Montañas Nubladas, y se convirtieron en un pueblo reducido y desperdigado, que apenas se distinguían de los Avari;
Pero recordaban todavía que eran de origen Eldar, miembros del Tercer Clan, y recibían de buen grado a los Noldor, y especialmente a los Sindar, que no cruzaron el Mar, sino que emigraron hacia el este (es decir, al comienzo de la Segunda Edad). Bajo la autoridad de los Sindar se convirtieron de nuevo en un pueblo ordenado, y ganaron en sabiduría. Thranduil, padre de Legolas, llamado Legolas de los Nueve Caminantes, era sindarin, y en su casa se hablaba esa lengua, aunque no entre la gente del pueblo.
En Lórien, donde gran parte de la gente era de origen sindarin o noldor, escapados de Eregion (véase «Amroth y Nimrodel»), el sindarin se había convertido en la lengua común. No se sabe, por supuesto, en qué se diferenciaba este sindarin hablado de las formas de Beleriand —véase
La Comunidad del Anillo
, II, 6, donde Frodo observa que el lenguaje del pueblo silvano que utilizaban entre ellos era distinto del que se usaba en el Oeste—. Es probable que las diferencias se refirieran sobre todo a lo que hoy llamaríamos «acento»: diferencias entre los sonidos vocálicos y las entonaciones, en cantidad suficiente como para confundir a Frodo, que no hablaba un sindarin realmente puro. También pueden haber habido, claro está, algunos localismos y otros elementos imputables en última instancia a la antigua lengua silvana. Lórien había estado durante muchos años aislada del mundo exterior. Por cierto, algunos nombres propios, conocidos ya en tiempos remotos, como
Amroth y Nimrodel
, no pueden explicarse enteramente como nombres sindarin, a pesar de las similitudes formales. Caras parece ser una vieja palabra, con la que se designaba una fortaleza circundada por un foso, y que no era sindarin. Lórien es probablemente una alteración de un nombre más antiguo, ahora perdido [aunque antes se dijo que el nombre original silvano o nandorin había sido
Lórinand
, véase la nota 5].
Compárese el Apéndice F (I) de
El Señor de los Anillos
, la sección «De los Elfos», nota al pie de página (que aparece sólo en la edición revisada), con estas observaciones sobre los nombres silvanos.
Otra consideración más general, acerca de los Elfos silvanos, aparece en un pasaje de carácter histórico-lingüístico y que data del mismo período tardío que el que acabamos de citar.
Aunque los dialectos de los Elfos silvanos, cuando éstos volvieron a encontrarse con sus parientes, de quienes habían estado distanciados durante mucho tiempo, divergían tanto del sindarin, que eran casi ininteligibles, bastó un estudio sumario para comprobar que estaban emparentados con la lengua eldarin. aunque la historia comparativa de los dialectos silvanos interesó sobremanera a los maestros de ciencia, especialmente a los de origen noldorin, poco se sabe del élfico silvano. Los Elfos silvanos no habían inventado ninguna forma de escritura, y los que aprendieron ese arte de los Sindarin, escribieron en sindarin lo mejor que pudieron. A fines de la Tercera Edad las lenguas silvanas ya no se hablaban probablemente en las dos regiones que tuvieron más importancia en los tiempos de la Guerra del Anillo: Lórien y el reino de Thranduil, al norte del Bosque Oscuro. Todo lo que de esas lenguas sobrevivió en los documentos fue unas pocas palabras y algunos nombres de personas y lugares.
En el Apéndice B de
El Señor de los Anillos
, en la nota que encabeza La Cuenta de los Años de la Segunda Edad, se dice que «antes de la construcción de Barad-dûr, muchos de los Sindar se encaminaron al este, y algunos reinaron en los bosques distantes, sobre gentes que eran casi todas Elfos silvanos. Thranduil, rey en el norte del Bosqueverde era uno de ellos».
En los últimos escritos filológicos de mi padre hay alguna noticia sobre la historia de estos príncipes sindarin de los Elfos silvanos. Así, en un ensayo se dice que el reino de Thranduil se
extendía hasta los bosques que rodean la Montaña Solitaria y que crecían a lo largo de las orillas del Lago Largo antes de la llagada de los Enanos exiliados de Moria y la invasión del Dragón. El pueblo élfico de ese reino había emigrado del sur, y eran parientes y vecinos de los Elfos de Lórien; pero habían vivido en el Gran Bosque Verde al este del Anduin. En la segunda Edad, su rey, Oropher padre de Thranduil, padre de Legolas, se había retirado hacia el norte, más allá de los Campos Gladios. Esto hizo para librarse del poder y la intrusión de los Enanos de Moria, que habían crecido hasta convertirse en la más grande de las mansiones de los Enanos conocida hasta entonces; y también lo ofendían las intrusiones de Celeborn y Galadriel en Lórien. Pero por el momento había poco que temer entre el Bosqueverde y las Montañas, y el pueblo tenía constante contacto con sus parientes del otro lado del Río, y así fue hasta la guerra de la Última Alianza.
A pesar de que los Elfos silvanos deseaban mezclarse lo menos posible en los asuntos de los Noldor y los Sindar, o de cualquier otro pueblo de Enanos, Hombres u Orcos, Oropher tuvo la sabiduría de prever que nunca habría paz, si Sauron no era derrotado. Por tanto reunió un gran ejército de su propio pueblo —que había crecido en número— y uniéndose al ejército menor del Rey Malgalad, de Lórien, condujo las huestes de los Elfos silvanos a la guerra. Los Elfos silvanos eran osados y valientes, pero estaban mal equipados en armaduras y armas, comparados con los Elfos del Oeste; también eran independientes, y no estaban dispuestos a someterse al mando supremo de Gil-galad. Las pérdidas que tuvieron fueron así demasiado numerosas, aun en esa guerra terrible. Malgalad y más de la mitad de los suyos perecieron en la gran batalla de Dagorlad, habiendo quedado separados del grueso del ejército y empujados hacia la ciénaga de los Muertos. Oropher murió en el primer ataque a Mordor, avanzando a la cabeza de sus más bravos guerreros, antes de que Gil-galad alcanzara a dar la señal de ataque. Thranduil, su hijo, sobrevivió, pero cuando la guerra terminó y Sauron murió al fin (como parecía), volvió a su patria sólo con la tercera parte del ejército que había partido a la guerra.
Malgalad de Lórien no aparece en ninguna otra parte, y no se dice aquí que fuera el padre de Amroth. En cuanto a Amdír, padre de Amroth, se dice dos veces que había muerto en la Batalla de Dagorlad, y por tanto puede pensarse que Malgalad y Amdír eran uno solo. Pero qué nombre reemplazó al otro, no sabría decirlo. Este ensayo continúa:
Siguió una larga paz en la que la población de los Elfos silvanos volvió a crecer; pero estaban intranquilos y ansiosos, presintiendo que el mundo iba a cambiar en esta Tercera Edad. La población de los Hombres también creció en número y en poder. El dominio de los reyes Númenóreanos de Gondor se extendía hacia el norte, cerca de las fronteras de Lórien y el Bosqueverde. Los Hombres Libres del norte (así llamados por los Elfos porque no reconocían la autoridad de los Dúnedain, y en su mayor parte no se habían sometido a Sauron ni a sus servidores) se extendían hacia el sur: la mayoría al este del Bosqueverde, aunque algunos se establecieron al borde de la floresta y en los llanos herbosos de los Valles del Anduin. Más ominosos eran los rumores que llegaban del extremo Sur: los Hombres Salvajes estaban inquietos. Ex sirvientes y adoradores de Sauron se habían liberado ahora de su tiranía, pero no del mal y la oscuridad que éste había puesto en sus corazones. Libraban entre ellos guerras crueles, de las cuales algunos se apartaban hacia el oeste con la mente llena de odio y consideraban a todos los que vivían en el Oeste enemigos a los que había que matar y saquear. Pero en el corazón de Thranduil había una sombra más negra todavía. Había visto el horror de Mordor y no podía olvidarlo. Si miraba hacia el Sur, los recuerdos le oscurecían la luz del Sol, y aunque sabía que esas tierras estaban ahora desoladas y desiertas y vigiladas por los Reyes de los Hombres, el miedo le encogía el corazón y le decía que el Mal no había sido vencido para siempre: volvería a levantarse.
En otro pasaje escrito en la misma época que el precedente se dice que cuando mil años de la Tercera Edad hubieran pasado, y la Sombra cubrió el Bosqueverde, los Elfos silvanos regidos por Thranduil
se retiraron ante ella a medida que iba extendiéndose hacia el norte, hasta que por fin Thranduil se estableció al noroeste del bosque y excavó allí una fortaleza y amplias estancias subterráneas. Oropher era de origen sindarin y, sin duda, Thranduil, su hijo, estaba siguiendo el ejemplo del Rey Thingol mucho antes en Doriath; aunque sus muros no podían compararse con Menegroth. No contaba con las artes, ni la riqueza, ni la ayuda de los Enanos; y comparado con los Elfos de Doriath, el pueblo silvano era rudo y rústico. Oropher había llegado entre ellos sólo con un puñado de Sindar, y no tardaron en mezclarse con los Elfos silvanos adoptando su lengua, y tomando nombres de forma y estilo silvanos. Esto hicieron deliberadamente; porque (como otros aventureros similares olvidados en las leyendas o apenas mencionados) venían de Doriath, que estaba ahora en ruinas, y no deseaban abandonar la Tierra Media, ni mezclarse con los otros Sindar de Beleriand, dominados por los Elfos noldorin, por quienes el pueblo de Doriath no sentía mucho amor. Deseaban en verdad convertirse en gentes de los bosques y volver, como decían, a la vida natural que habían tenido los Elfos antes que la invitación de los Valar la hubiera perturbado.
En ninguna parte (creo) se explica cómo los gobernantes sindarin adoptaron el lenguaje de los Elfos silvanos del Bosque Negro, tal como aquí se describe, ni como esto se concilia con lo dicho en un texto anterior: que a fines de la Tercera Edad el élfico silvano había dejado de hablarse en el reino de Thranduil.
Véase además la nota 14 a «El desastre de los Campos Gladios» (Tercera Parte: La Tercera Edad).
En el Apéndice A (I, iv) de
El Señor de los Anillos
se dice que el reino de Gondor, en el apogeo de su poder en los días del Rey Hyarmendacil I (Tercera Edad 1015-1 149), se extendió «hacia el norte hasta Celebrant y los bordes australes del Bosque Negro». Mi padre dijo repetidamente que esto era un error; debía decir en cambio: «hasta el Campo de Celebrant». He aquí lo que escribió posteriormente sobre las interrelaciones de las lenguas de la Tierra Media: