Read Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media Online
Authors: J.R.R. Tolkien
Tags: #Fantasía
Ahora bien, durante largos años Los Númenóreanos habían llevado sus barcos a los Puertos Grises, y eran allí bienvenidos. No bien Gil-galad empezó a temer que las tropas de Sauron avanzarían sobre Eriador, envió mensajes a Númenor; y en las costas de Lindon los Númenóreanos prepararon un ejército y juntaron pertrechos de guerra. En 1695, cuando Sauron invadió Eriador, Gil-galad solicitó la ayuda de Númenor. Entonces Tar-Minastir, el Rey, envió una gran flota; pero el viaje se retrasó, y los barcos no llegaron a las costas de Tierra Media hasta 1700. Por ese tiempo Sauron dominaba todo Eriador, salvo sólo la sitiada Imladris, y había llegado al Río Lhûn. Había convocado otras fuerzas, que se aproximaban desde el sureste, y que estaban ya en Enedwaith en el Cruce de Tharbad, apenas defendido. Gil-galad y Los Númenóreanos guardaban el Lhûn, para asegurar la defensa de los Puertos Grises, cuando las grandes fuerzas de Tar-Minastir llegaron muy a tiempo; y las huestes de Sauron fueron derrotadas por completo y rechazadas. El almirante Númenóreano Ciryatur envió parte de sus navíos a un punto de desembarco más hacia el sur.
Sauron fue rechazado hacia el sureste al cabo de una gran matanza en el Vado de Sarn (el cruce del Baranduin); y aunque otras tropas se le unieron en Tharbad, se encontró otra vez con un ejército Númenóreano en la retaguardia, pues Ciryatur había desembarcado una gran fuerza en la desembocadura del Gwathló (Agua Gris), «donde había un pequeño puerto númenóreano». [Éste era Vinyalondë de Tar-Aldarion, llamado después Lond Daer; véase el Apéndice D]. En la Batalla del Gwathló, la derrota de Sauron fue completa, y él mismo apenas logro escapar. Las escasas fuerzas que le quedaban fueron atacadas al este de Calenardhon, y él, acompañado por unos pocos guardias, huyó a la región llamada después Dagorlad (Llanura de la Batalla), y de allí, quebrantado y humillado, regresó a Mordor, y juró venganza contra Númenor. El ejército que sitiaba a Imladris, atrapado entre Elrond y Gil-galad, fue completamente destruido. Ya no habrá más enemigos en Eriador, ahora en gran parte destrozado y arruinado.
Por este tiempo se celebró el primer Concilio,
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y se decidió en el que se mantendría una fortaleza élfica al este de Eriador, antes en Imladris que en Eregion. Por ese tiempo también, Gil-galad dio Vilya, el Anillo Azul, a Elrond, y lo designó como vicerregente de Eriador; pero el Anillo Rojo lo conservó, hasta que se lo dio a Círdan cuando partió de Lindon en los días de la Última Alianza.
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Durante muchos años las Tierras del Oeste tuvieron paz y tiempo para curar sus heridas; pero los Númenóreanos habían conocido el placer del poder en la Tierra Media, y desde entonces en adelante establecieron colonias permanentes en las costas occidentales [poco mas o menos en el 1800 de «La Cuenta de los Años»], y se hicieron allí poderosos, y Sauron no intentó avanzar hacia el oeste de Mordor durante largo tiempo.
En un último pasaje, la narración vuelve a Galadriel, y nos cuenta que sentía ahora tanta nostalgia por el mar (aunque pensaba que debía permanecer en la Tierra Media en tanto que Sauron no estuviera definitivamente vencido), que decidió abandonar Lórinand e ir a vivir cerca del mar. Dejó Lórinand a cargo de Amroth, y pasando nuevamente por Moria con Celebrían, llegó a Imladris en busca de Celeborn. Allí, según parece, lo encontró, y allí vivieron juntos largo tiempo; y fue entonces cuando Elrond vio por primera vez a Celebrían y se enamoró de ella, aunque no dijo nada. Y mientras Galadriel se encontraba en Imladris, se celebró el Concilio ya mencionado. Pero algo después [no hay indicación de fecha] Galadriel y Celeborn, junto con Celebrían, abandonaron Imladris y se dirigieron a las tierras poco habitadas que se extienden entre la desembocadura del Gwathló y Ethir Anduin. Allí vivieron en Belfalas, en el lugar que se llamó después Dol Amroth; allí a veces los visitó Amroth, su hijo, y a veces tenían la compañía de los Elfos nandorin de Lórinand. Galadriel no volvió allí sino hasta muy avanzada la Tercera Edad (cuando Amroth se perdió, y el peligro amenazó a Lórinand), en el año 1981. Aquí concluye el texto «De Galadriel y Celeborn».
Puede anotarse aquí que la ausencia de toda indicación contraria en
El Señor de los Anillos
ha llevado a los comentadores a suponer que Galadriel y Celeborn habían pasado la segunda mitad de la Segunda Edad y toda la Tercera en Lothlórien; pero en verdad no fue así, aunque la historia que se cuenta en «De Galadriel y Celeborn» fue muy modificada más tarde, como se verá en seguida.
H
e dicho ya que si cuando se escribió
El Señor de los Anillos
Amroth hubiera sido concebido como el hijo de Galadriel y Celeborn, algo tan importante no habría dejado de mencionarse. Pero, de cualquier manera, este parentesco fue luego dejado de lado. Presento a continuación un breve cuento (de 1969 o posterior) titulado «Parte de la leyenda de Amroth y Nimrodel, brevemente contada».
Amroth fue Rey de Lórien después de que su padre, Amdír, fuera muerto en la Batalla de Dagorlad [en el ano 3434 de la Segunda Edad]. La tierra de Lórien tuvo paz largos años después de la derrota de Sauron. Aunque de ascendencia sindarin, Amroth vivió según la costumbre de los Elfos silvanos y se albergó en los altos árboles de un gran montículo verde que desde entonces se llamó Cerin Amroth. Esto hizo a causa del amor que sentía por Nimrodel. La había amado durante muchos años, y no había tomado esposa, pues ella no quería casarse con él. Lo amaba en verdad, pues era hermoso aun entre los Elfos, y valiente y sabio; pero ella era de los Elfos silvanos, y lamentaba la llegada de los Elfos del Oeste, que (como ella decía) habían traído consigo la guerra y habían destruido la paz de antaño. Sólo quería hablar la lengua silvana, aun cuando ya no se la usaba en Lórien;
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y vivía sola junto a las cascadas del río Nimrodel, al que dio su nombre. Pero cuando el terror llegó de Moria, y los Enanos fueron expulsados y reemplazados luego por los Orcos, huyó angustiada y sola hacia el sur por tierras solitarias [en el ano 1981 de la Tercera Edad]. Amroth la siguió y la encontró por fin en los lindes del Fangorn, que en aquellos días llegaban cerca de Lórien.
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No se atrevía a internarse en el bosque porque, decía, los árboles la amenazaban, y algunos se movían para interceptarle el camino.Allí sostuvieron Amroth y Nimrodel una larga conversación, y por fin se comprometieron.
—Seré fiel a mi promesa —dijo ella— y nos casaremos cuando me lleves a una tierra de paz.
Amroth le juró que por ella abandonaría a su pueblo, aun en aquella hora de necesidad, y que juntos buscarían una tierra semejante. —Pero no la hay ahora en la Tierra Media —dijo él— y no la habrá ya nunca para el pueblo de los Elfos. Hemos de intentar abrir un camino por el Gran Mar hacia el antiguo Oeste. —Entonces le habló del puerto en el sur, adonde muchos de los suyos habían ido hacía ya tiempo.— Son ahora pocos, pues la mayoría se ha hecho a la mar hacia el Oeste; pero el resto todavía construye barcos y ayudan a cruzar la mar a cualquiera que acuda a ellos cansado de la Tierra Media. Se dice que la gracia que nos otorgaron los Valar autorizándonos a cruzar el mar, se otorga también ahora a todos los que emprendan el Gran Viaje, aun a aquellos que no habían llegado en edades pasadas a las costas, y que todavía no habían visto la Tierra Bendecida.
No hay aquí lugar para contar el viaje que emprendieron a la tierra de Gondor. Reinaba entonces Eärnil II, el penúltimo de los Reyes del Reino del Sur, y eran tiempos perturbados. [Eärnil II reinó en Gondor desde 1945 a 2043]. Se cuenta en otro sitio [pero no en ninguno de los escritos existentes] cómo llegaron a separarse y cómo Amroth, después de buscarla en vano, fue al puerto élfico y comprobó que sólo unos pocos se demoraban allí todavía. Eran menos que los que podían llenar un barco; y sólo tenían un navío en condiciones de hacerse a la mar. Estaban preparándose para partir en él y abandonar la Tierra Media. Dieron la bienvenida a Amroth, contentos porque reforzaba la pequeña compañía; pero no estaban dispuestos a aguardar a Nimrodel, de cuya llegada ya no tenían esperanzas. —Si viniera por las tierras habitadas de Gondor —dijeron— no sería molestada, y quizá podría recibir ayuda; porque los Hombres de Gondor son buenos y están gobernados por los descendientes de los Amigos de los Elfos de antaño, que en cierto modo aún saben hablar nuestra lengua; pero en las montañas hay muchos Hombres hostiles y muchas criaturas malignas.
El año se desvanecía en el otoño y antes de no mucho se esperaban vientos contrarios y peligrosos aun para los barcos élficos mientras estuvieran cerca de la Tierra Media. Pero tan grande era el dolor de Amroth, que no obstante retrasaron la partida muchas semanas; y vivían en el barco, porque las casas de las costas estaban despojadas y vacías. Entonces en el otoño hubo una gran tormenta, una de las más feroces en los anales de Gondor. Venía de los fríos Yermos del Norte y bajó por Eriador hasta las tierras de Gondor, rugiendo y haciendo grandes estragos; las Montañas Blancas no alcanzaron a protegerlos, y muchos de los navíos de los Hombres fueron barridos hacia la Bahía de Belfalas, y allí se perdieron. La ligera barca élfica rompió sus amarras, y fue arrastrada por aguas frenéticas hacia las costas de Umbar. Ya nada más se supo de ella en la Tierra Media; pero las naves élficas construidas para este viaje no naufragaban, y sin duda la barca abandonó los Círculos del Mundo y llegó por fin a Eressëa. Pero no llevó allí a Amroth. La tormenta se desataba sobre las costas de Gondor en el momento en que el alba asomaba entre las nubes oscuras; pero cuando Amroth despertó, la barca ya estaba lejos de tierra. Gritando a grandes voces ¡Nimrodel!, se arrojó al mar y nadó hacia la costa visible apenas en el horizonte. Los marineros, con su vista élfica, pudieron verlo durante mucho tiempo luchando con las olas, hasta que el sol naciente resplandeció entre las nubes, y le encendió a lo lejos los brillantes cabellos, como una chispa de oro. Ni ojos de Elfos ni de Hombres volvieron a verlo ya en la Tierra Media. De lo que le acaeció a Nimrodel, nada se dice aquí, aunque hubo muchas leyendas acerca de su destino.
La narración que sigue se compuso en realidad como continuación de una discusión etimológica a propósito de los nombres de ciertos ríos de la Tierra Media, en este caso, el Gilrain, río de Lebennin en Gondor, que desembocaba en la Bahía de Belfalas al oeste de Ethir Anduin; y otra faceta de la leyenda de Nimroth surge de la discusión del elemento
rain
, derivado probable de la raíz
ran
: «errar, extraviarse, seguir un curso incierto» (como en
Mithrandir
, y en el nombre
Rána
de la Luna).
Esto no parecería adecuarse a todos los ríos de Gondor; pero los nombres de los ríos a menudo sólo se aplican a parte del curso, al curso entero, a las ramificaciones de la desembocadura o a algún otro accidente que llamara la atención de los exploradores que les dieron nombre. En este caso, sin embargo, los fragmentos de la leyenda de Amroth y Nimrodel nos dan una explicación. El Gilrain se precipitaba rápidamente desde las montañas, como los otros ríos de esa región; pero al llegar a las últimas estribaciones de Ered Nimrais, que lo separaban del Celos [véase el mapa que acompaña el volumen III de
El Señor de los Anillos
], fluía por una vasta depresión poco profunda. Por ella se perdía un trecho en los meandros y formaba una pequeña laguna en el extremo sur antes de abrirse paso a través de una loma y precipitarse de nuevo rápidamente hasta unirse al Serni. Se dice que cuando Nimrodel huyó de Lórien en busca del mar, se perdió en las Montañas Blancas hasta que al fin (no se dice por qué camino o pasaje) llegó a una corriente que le recordó el río de Lórien. Se le aligeró el corazón, y se sentó junto a una laguna contemplando las estrellas reflejadas en las aguas oscuras, y escuchando las cascadas por las que el río continuaba hacia el mar. Allí cayó en un sueño profundo, pues estaba muy fatigada, y tanto durmió, que no llegó a Belfalas hasta después de que el barco de Amroth hubiera sido arrastrado mar adentro, y Amroth se perdió tratando de volver a nado a Belfalas. La leyenda se conocía muy bien en la Dor-en-Ernil (la Tierra del Príncipe),
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y no cabe duda de que éste es el origen del nombre.
El ensayo continúa con una breve explicación sobre las relaciones entre Amroth, como Rey de Lórien, y el gobierno de Celeborn y Galadriel:
El pueblo de Lórien era aun entonces [esto es, en el tiempo en que Amroth se perdió] como lo había sido a fines de la Tercera Edad: de origen silvano, pero regido por príncipes de ascendencia sindarin (como lo era el reino de Thranduil en las partes septentrionales del Bosque Sombrío; aunque no se sabe ahora si Thranduil y Amroth eran parientes).
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No obstante, estaban muy mezclados con los Noldor (de lengua sindarin) que habían cruzado Moria después de que Sauron destruyera Eregion en el año 1697 de la Segunda Edad. En ese tiempo Elrond marchó hacia el oeste [sic; quizá quiera decir simplemente que no cruzó las Montañas Nubladas] y fundó la ciudadela de Imladris; pero Celeborn fue al principio a Lórien y los fortificó para impedir que Sauron volviera a intentar el cruce del Anduin. Sin embargo, cuando Sauron se retiró a Mordor y (se dice) no pensó en otra cosa que en la conquista del Este, Celeborn se unió a Galadriel en Lindon.Lórien tuvo largos años de paz y oscuridad bajo el gobierno de su propio Rey Amdír, hasta la Caída de Númenor y el brusco retorno de Sauron a la Tierra Media. Amdír respondió a la llamada de Gil-galad y se unió a la Última Alianza con la fuerza más grande que pudo reunir, pero fue herido de muerte en la Batalla de Dagorlad, y con él sucumbió la mayor parte de quienes lo habían seguido. Amroth, su hijo, fue entonces el Rey.
Este relato, por supuesto, difiere bastante de lo que se cuenta en «De Galadriel y Celeborn». Amroth ya no es hijo de Galadriel y Celeborn, sino de Amdír, príncipe sindarin. La historia sobre la relación de Galadriel y Celeborn con Eregion y Lórien parece haber sido modificada muchas veces, en aspectos importantes, pero no es posible determinar qué es lo que se habría conservado en una narración acabada. La relación de Celeborn con Lórien se remonta ahora a un tiempo muy anterior (porque en «De Galadriel y Celeborn», no fue nunca a Lórien durante la Segunda Edad); y nos enteramos de que muchos Elfos Noldorin pasaron por Moria para llegar a Lórien después de la destrucción de Eregion. En el relato anterior no hay nada parecido, y la migración de los Elfos «belerándicos» a Lórien había ocurrido en condiciones pacíficas muchos años antes. El extracto que acabamos de dar implica que después de la caída de Eregion, Celeborn encabezó la migración a Lórien mientras Galadriel se unía a Gil-galad en Lindon; pero en otro lugar, en un texto contemporáneo, se dice explícitamente que los dos «pasaron entonces por Moria seguidos de muchos exiliados noldorin y vivieron muchos años en Lórien». En estos escritos tardíos nada confirma ni niega que Galadriel (o Celeborn) tuviera relaciones con Lórien antes de 1697, y no hay otra referencia fuera de «De Galadriel y Celeborn» a la rebelión de Celebrimbor (en cierto momento entre 1350 y 1400) contra su gobierno en Eregion, ni tampoco a la partida por ese tiempo de Galadriel a Lórien y al poder que ella tendría allí, mientras Celeborn permanecía en Eregion. No queda claro en escritos posteriores dónde pasaron Galadriel y Celeborn los largos años de la Segunda Edad, después de la derrota de Sauron en Eriador; de cualquier modo, la larga estadía en Belfalas no vuelve a mencionarse.