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Authors: Dominique Lapierre

India mon amour (19 page)

Los niños… Un día me entero de que cincuenta mil de entre ellos redactan en el mayor de los secretos una carta manuscrita, dirigida a la presidenta de su país, la señora Pratibha Patil, para pedirle que otorgue el Padma Bhushan a su «Hermano Mayor Dominique», como testimonio de gratitud oficial de la India a quien, desde hace más de un cuarto de siglo, se entrega incansablemente a su causa. El Padma Bhushan, el Ornamento del Loto, es la más alta distinción nacional, una especie de Premio Nobel indio que expresa el reconocimiento por servicios excepcionales a la nación. Para dar más peso a su demanda, los niños han decidido pegar sus solicitudes una tras otra para convertirla en la carta más larga de la Historia. Medirá doce kilómetros y entrará como tal en el Libro Guinness de los Récords. Dispuestas en tres rollos de un metro ochenta de diámetro cada uno, las cartas se transportan en camión hasta Nueva Delhi para depositarlas ante el despacho presidencial. Unos meses más tarde, un emisario del Ministerio del Interior de la India me informa de que la presidenta de mi queridísima India ha tomado la decisión de condecorarme con el Ornamento del Loto, y que me hará entrega de esta distinción en el curso de una ceremonia solemne que se celebrará en la sala de honor de su palacio, en presencia de Sonia Gandhi, del primer ministro, Manmohan Singh, y de las más altas autoridades nacionales y diplomáticas. ¡Qué honor! ¡Qué emoción! Entre otras cosas porque esta ceremonia se efectuará en el mismo lugar en el que lord Mountbatten fue entronizado en marzo de 1947 como último virrey del Imperio británico de la India, antes de proclamar seis meses más tarde, bajo esa misma cúpula, la independencia de la joya de la Corona británica.

Para mi libro
Esta noche, la libertad
, había pasado muchos días reconstruyendo en detalle la majestuosidad de este lugar tan histórico. Sentí cómo irradiaba la magia del pasado de sus paredes de piedra arenisca roja decoradas con inmensos retratos de los virreyes y virreinas que se habían sucedido a la cabeza del más poderoso imperio colonial de todos los tiempos. Y he aquí que me invitaban a regresar a ese palacio para recibir el homenaje de la nación que esos gigantes de la historia, Mountbatten, Gandhi y Nehru, habían conducido a la libertad.

Pero más que el extraordinario reconocimiento que representa la concesión de esta condecoración, lo que me causa más felicidad es la sensación de que me permite entrar definitivamente en la gran familia india a petición personal de sus hijos. Para llevar a cabo, con la gracia de Dios, nuevas tareas, lanzar nuevos proyectos, aportar más y más amor…

Post scriptum

Antes de dar por concluidas las páginas de este relato, me gustaría compartir con mis amigos lectores otras emociones que, en el atardecer de mi vida, han quedado grabadas en mi corazón con una intensidad particular. Todas ellas me las ha ofrecido mi amada India, que tanto me ha enseñado y tanto me ha dado.

Al día siguiente de la publicación de
Esta noche, la libertad
, recibo una invitación. Las niñas intocables de la escuela instalada en el
ashram
que el Mahatma Gandhi fundó a orillas del río Sabarmati cuando comenzó su cruzada en 1915 para expulsar a los ingleses, desean conocerme. Siento una ternura muy especial por este lugar tan impregnado del recuerdo de la Gran Alma, este santuario donde pasé tantos días estudiando los documentos relativos al inicio de su lucha. Las escolares nos esperan, a Dominique y a mí, ante la entrada con magníficas guirnaldas de claveles amarillos que nos ponen en torno al cuello hasta casi ahogarnos. Entonces descubro el homenaje tal vez más emocionante que voy a recibir en mi vida de escritor. Las alumnas han copiado con tiza, en una pizarra, el episodio de
Esta noche, la libertad
en el que Larry y yo contamos la última meditación de Gandhi la mañana de su muerte. Debajo del texto, escrito en amplias letras bellamente caligrafiadas, han escrito: «T
HANK
Y
OU

Ningún «gracias» podrá igualar jamás en mi corazón este
Thank you
dirigido a un extranjero por estos «niños de Dios», como los llamaba el profeta de la India.

Penetramos entonces en el
ashram
. Bajo una enorme marquesina han instalado una tarima de oración. El director de la escuela me invita a que me sitúe en ella con mi esposa y los pocos amigos extranjeros que nos acompañan. Estoy tan emocionado que me cuesta decir a estas jóvenes indias que la Gran Alma a la que veneran también era la nuestra, que el Mahatma pertenecía a todos los hombres de esta Tierra, que mis amigos y yo nos sentimos niños de Gandhiji como también lo son ellas, y que esta posibilidad de compartir nos une con un vínculo excepcional. El director traduce al gujaratí mis palabras a medida que las pronuncio, y yo veo como los ojos van brillando con un resplandor cada vez más intenso. Invito entonces a las niñas a cantar el himno de Tagore que Gandhi entonaba a menudo al partir en sus peregrinaciones por la paz y la reconciliación de sus hermanos indios. «Si no oyen tu llamada, camina solo, camina solo», entonaron a viva voz las voces infantiles.

Otro recuerdo inolvidable es el que me ofrecerá mi amiguita Padmini, la niña que cada día, al alba, iba a recoger pedazos de carbón en las vías del tren de la Ciudad de la Alegría. Mi libro acaba de aparecer en bengalí. Cada noche, una serie de residentes del barrio de chabolas se reúnen en un patio interior en torno a un mulá musulmán y a un maestro de escuela hindú para escuchar la lectura del relato que cuenta su vida y su combate heroico contra la adversidad. Al enterarse de que acabamos de volver de Francia, un grupo de vecinos quiere que participemos en una fiesta en la entrada del barrio. «W
ELCOME
H
OME IN THE
C
ITY OF
J
OY
» (Bienvenidos a vuestro hogar de la Ciudad de la Alegría), proclama una banderola blanca y roja colgada encima de nuestras cabezas, de uno a otro lado de la callejuela. Una niña sale del grupo, con un gran ramo de flores en la mano. Es Padmini. Está radiante.

—Hermano Mayor y Hermana Mayor Dominique, aceptad estas flores —declara en nombre de todos, entregándonos el ramo—. Hoy, gracias a vosotros, ya no estamos solos.

Un día de 1985, una enorme sorpresa india me espera, esta vez, en Nueva York. Los diarios anuncian que la Madre Teresa y un grupo de sus hermanas indias acaban de llegar a Manhattan para abrir un hogar destinado a socorrer y cuidar a los moribundos, sin recursos ni familia, afectados por el sida. Es, pues, la India la que viene a socorrer al rico Occidente. Me precipito hasta la dirección del hogar. La santa de Calcuta le ha dado el hermoso nombre de «Don de Amor». En el vestíbulo hay un gran póster que proclama a los enfermos y a los visitantes la idea que la Madre Teresa tiene de la vida. Escribió este texto en una noche de monzón, hace muchos años, cuando cuidaba a los leprosos en un dispensario a orillas del Ganges. Recibo cada una de las afirmaciones de este texto como la invitación más importante que todos nosotros podemos oír hoy.

La vida es una oportunidad, aprovéchala.

La vida es belleza, admírala.

La vida es beatitud, saboréala.

La vida es un sueño, conviértelo en realidad.

La vida es un desafío, afróntalo.

La vida es un deber, cúmplelo.

La vida es un juego, juégalo.

La vida es preciosa, cuídala.

La vida es una riqueza, consérvala.

La vida es amor, goza de él.

La vida es un misterio, penetra en él.

La vida es promesa, llénala de significado.

La vida es tristeza, supérala.

La vida es un himno, cántalo.

La vida es un combate, acéptalo.

La vida es una tragedia, abrázala con coraje.

La vida es una aventura, atrévete.

La vida es felicidad, merécela.

La vida es la vida, defiéndela.

Todo lo que no se da se pierde

Proverbio indio que se ha convertido en el lema

del compromiso humanitario

de Dominique Lapierre

L
OS DERECHOS DE AUTOR DE
D
OMINIQUE
L
APIERRE Y LAS DONACIONES DE SUS AMIGOS LECTORES

CONTRIBUYEN A APOYAR ACCIONES HUMANITARIAS EN LA
I
NDIA
,
EN
Á
FRICA Y EN
S
UDAMÉRICA

Gracias a la asociación
Action pour les enfants des lépreux de Calcutta
, fundada en 1982 por el autor y su esposa, ha sido posible iniciar o continuar las siguientes operaciones de ayuda:

  1. Tomar a su cargo de forma completa y continua a 300 niños (chicas y chicos) que han sufrido lepra, acogidos en el hogar Udayan-Résurrection; construcción de un nuevo pabellón (enfermería, sala de estudios y oficina); adquisición de una nueva parcela de terreno agrícola destinada a hacer cada vez más autosuficiente el hogar en cuanto a la alimentación.
  2. Tomar a su cargo de forma completa y continua a 125 jóvenes discapacitados físicos y mentales acogidos en los hogares de la ONG Howrah South Point en Howrah y en Jalpaiguri.
  3. Construcción e instalación del hogar Backwabari para niños afectados de parálisis cerebral con limitaciones especialmente graves.
  4. Ampliación y acondicionamiento del hogar Ekprantanagar, en un extrarradio muy pobre de Calcuta, para acoger a 140 hijos de obreros temporeros que trabajan en tejares. La acometida de agua corriente potable ha transformado las condiciones de vida de esta unidad.
  5. Acondicionamiento de una escuela en las proximidades de este hogar para poder escolarizar, además de a los 140 niños internos, a 350 niños muy pobres de los barrios vecinos.
  6. Reconstrucción de cien chabolas para familias que lo perdieron todo durante el ciclón que asoló el delta del Ganges en noviembre de 1988.
  7. Tomar a su cargo completo el dispensario de la organización no gubernamental SHIS en Bhangar y de su programa de erradicación de la tuberculosis con cobertura de una población de unos ocho millones de habitantes. Instalación de un equipo fijo de radiología en el dispensario principal y creación de varias unidades móviles de diagnóstico radiológico, vacunas, curas y ayuda alimenticia.
  8. Creación de numerosas unidades médicas en las aldeas alejadas de la Bengala rural, que permiten no sólo asistencia médica y una acción de lucha contra la tuberculosis, sino también programas de prevención y diagnóstico, de educación y vacunación, campañas de planificación familiar, así como
    eye camps
    para devolver la visión a los enfermos aquejados de cataratas.
  9. Excavación de pozos para proporcionar agua potable y construcción de letrinas en numerosas aldeas del delta del Ganges.
  10. Botadura y financiación de cuatro barcos-dispensarios en el delta del Ganges para aportar asistencia médica a la población de 54 islas aisladas de Sunderbans.
  11. Tomar a su cargo el centro rural de asistencia médica de Belari, que recibe al año más de cien mil pacientes procedentes de aldeas desprovistas de cualquier ayuda sanitaria; construcción y mantenimiento del centro ABC para niños discapacitados físicos y mentales; construcción de una aldea para cien madres abandonadas con sus hijos.
  12. Creación y mantenimiento completo de varias escuelas y centros de asistencia médica (alopáticos y homeopáticos) en dos barrios especialmente desheredados del vasto extrarradio de Calcuta.
  13. Construcción de una aldea «Ciudad de la Alegría» para rehabilitar a familias aborígenes sin techo.
  14. Donación de diez bombas de agua que funcionan con energía solar a diez aldeas muy pobres de los Estados de Bihar, Haryana, Rajasthan y Orissa, con el fin de permitir a los habitantes la producción de sus alimentos incluso en plena estación seca.
  15. Tomar a su cargo un taller de rehabilitación de leprosos en Orissa.
  16. Envío de medicamentos y suministro de 70.000 raciones de comida proteica para niños del hogar Udayan-Résurrection.
  17. Diversas acciones para ayudar a adultos desheredados o enfermos de lepra en el estado de Mysore y a los niños abandonados de Bombay (India) y de Río de Janeiro (Brasil), así como a los habitantes de una aldea en Guinea (África) y a niños abandonados gravemente enfermos del hospital de Lublín (Polonia).
  18. Creación de una clínica ginecológica para tratar a mujeres sin recursos víctimas de la catástrofe química de Bophal. Compra de un colposcopio para el diagnóstico precoz del cáncer de cuello de útero. Puesta en marcha y financiación de varias misiones de formación de equipos indios por ginecólogos voluntarios de Suiza y Francia.
  19. Envío de equipos y servicios de urgencia para ayudar a las víctimas de las terribles inundaciones del otoño de 2000 en Bengala; programa de rehabilitación para realojar a miles de familias que lo han perdido todo.
  20. Hacerse cargo de modo continuado desde 1998 de una parte de los programas del padre Pierre Ceyrac para la educación de varios miles de niños en la región de Madras.
  21. Envío de ayuda desde el día siguiente del tsunami de diciembre de 2004, con el fin de permitir a los equipos de los centros SHIS y ABC actuar sobre el terreno en Tamil Nadu y en las islas Andamans con urgencia y a largo plazo.
  22. Construcción en Kathila del nuevo centro de ABC para acoger, educar y rehabilitar a trescientos niños discapacitados físicos y mentales, con la creación de un taller de equipo ortopédico.
  23. Creación de un hogar para acoger y tratar a las niñas y las mujeres enfermas y abandonadas, bajo la responsabilidad de la organización ABC.
  24. Hacerse cargo de los gastos de misiones trimestrales de un voluntario para gestionar el seguimiento administrativo y contable del hogar Espoir Deux, creado por Loti Latrous en Costa de Marfil para acoger y tratar a mujeres y niños enfermos de sida.
  25. Hacerse cargo financiero del hogar Ciudad de la Alegría en la ciudad de Guatemala, que acoge a jóvenes recuperados de la prostitución y la droga en las calles.
  26. Adquisición de un vehículo para facilitar el trabajo del padre Santiago en Guinea Ecuatorial y compra de material para la construcción por los propios aldeanos de un colegio para que sus hijos puedan beneficiarse de una escuela primaria sin tener que recorrer a pie cinco kilómetros dos veces al día.

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