Read El zen es la mayor patraña de todos los tiempos Online
Authors: Kodo Sawaki
Tags: #Autoayuda, Esoterismo.
Algunos se quejan de sus ilusiones durante zazen y dicen que la práctica les resulta todavía confusa. Pero ahí no hay nada que aclarar: el Dharma del Buda es precisamente eso que a tu persona corriente le parece “confuso”.
Contemplado desde fuera, no hay nada que objetar a zazen. Pero cuando lo observas desde dentro no te parece tan bueno. Crees que ahí aún falta algo. Te preguntas si de verdad estás sentado correctamente. Y eso es bueno, pues estarías loco si pensaras:
“¡Mi zazen es magnífico así como es!”
Por eso dice Dogen Zenji: “Cuando el Dharma llena tu cuerpo y tu mente, entonces adviertes que aún falta algo”.
[61]
Zazen significa poner de manifiesto al Buda con tu cuerpo de persona corriente. Pero no has de ser consciente de ello. Un Buda del que seas consciente sólo existe en tu conciencia de persona corriente.
Siéntate como el que originalmente eres. Olvida todo aquello a lo que en esta vida te has ido habituando. En zazen tu karma no juega ningún papel. La liberación que zazen representa es la liberación de tu karma.
“Nuestra escuela es la escuela de zazen. Mientras continúes practicando zazen y mientras con tu práctica tires de los demás hacia delante, no puedes equivocarte”
.
[62]
Zazen significa simplemente sentarse con confianza en la postura y en la estructura del cuerpo. Éste es el maravilloso dharma que llamamos
shikantaza
.
Creer significa comprenderse a sí mismo. Si dejas quieto un cántaro lleno de agua turbia, la suciedad pronto se depositará en el fondo. Esto sucede también con tus ilusiones durante zazen: tienes ilusiones y no pasa nada. Lo único que importa es que seas por completo tú mismo. No te dejes engañar por nada ni por nadie. Siéntate sin más en tu lugar, estable, y también tus ilusiones se sedimentarán.
“Alguien que ha practicado tanto zazen como usted debe de tener unas ondas cerebrales muy especiales”
. ¿Por qué? Quien practica zazen por primera vez, practica no obstante el mismo zazen auténtico. Tu zazen empeora incluso con la edad: el instrumental que sufre daños no puede ya repararse.
¿Dónde se manifiesta la Vía del Buda? ¿No es en nuestra práctica de zazen? ¿En el puro hecho de sentarnos?
Shikantaza
, simplemente sentarse, ha de ser abandono del cuerpo y de la mente, ha de ser auténtico desprendimiento.
No puedes “hacer” zen. No hay nombre para ello, sólo el contenido: simplemente sentarse.
“Namu amida butsu”
[63]
: basta la invocación.
¿Qué significa tener el
satori?
Significa ajustar la frecuencia propia con la del universo, significa vivir una vida indisolublemente ligada al universo. Esta unión sin suturas es lo que en la Vía del Buda llamamos “liberación”.
Has de tener bien claro que estás unido al universo. Vives la vida del universo. Por eso todo lo que haces has de hacerlo en unión con el universo.
¿Qué significa ser uno con el universo? En una palabra: “no-pensar”.
Tu ilusión consiste en que crees que existes separado del universo. No hacerse ilusiones significa no dar ningún crédito a tu ego y aceptar el principio cósmico. Por eso digo siempre:
“¡Deja de lloriquear!”
El no-pensamiento
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no se lamenta de la inevitabilidad de los acontecimientos.
Piensa por una vez en las cosas desde la perspectiva de la muerte. Un muerto no se rompe mucho la cabeza. Todos los problemas desaparecen tan pronto dejas de romperte la cabeza.
Zazen significa meterte en tu ataúd. Ahí no hay ya nada que discutir. Cuando te sientes, imagínate que ya has muerto.
La gente teme el aburrimiento. Tratan de matar el tiempo desesperadamente, buscando siempre algo “interesante”. Malgastan así toda su vida como niños que piden un juguete nuevo. Olvidan de ese modo lo maravilloso que es ese aburrimiento: ¡a ver cuánto tiempo de tu vida pasas en zazen!
Un día que pasas en zazen es más largo de lo habitual:
“La montaña está tan inmóvil como la eternidad, el día tan largo como el de un niño”
. En la niñez los días son largos. En la vejez un año pasa como en un soplo. Si quieres saborear el tiempo, practica zazen. Un día en zazen nunca es corto, pues en zazen lo siempre nuevo
–“el día tan largo como el de un niño”–
está envuelto por lo siempre viejo
–“la montaña tan inmóvil como la eternidad”–
.
He leído en el periódico que al piloto Linuma
[65]
que con su pequeño avión voló sin hacer escalas hasta Londres, esos cuatro días y noches se le hicieron más largos que los veinte años vividos hasta entonces. Esto es interesante. Puedo imaginarme cuántas preocupaciones y apuros debió de pasar y qué rico y pleno debió de ser ese tiempo.
La gente abandona el zazen porque es aburrido. Cierto, zazen no despierta ninguna ambición en la persona corriente.
En nuestra escuela, zazen no es una preparación para el
satori
. Practicamos zazen sin más. Para eso no se necesita nada más. No necesitas traer lápiz ni papel. También puedes dejar en casa tu
satori
y tus ilusiones. ¡No te traigas nada a zazen! Zazen significa simplemente sentarse, eso es todo. En esta sencilla actividad descansa una extensión ilimitada, pero como no hay ninguna golosina que la gente pueda encontrar, enseguida lo dejan.
En la sala de zazen has de morir. A ese lugar se le llama también
“la sala del árbol marchito”
. Cuando nos sentamos aquí juntos es como un bosque de árboles muertos.
Ser uno con el tiempo y el espacio significa vivir como si ya estuvieras muerto. Significa soltarlo todo. Si quieres vivir tu vida totalmente en serio has de matar tu ego.
¿Te disuelves en zazen? ¿O practicas zazen sólo para ti mismo? Ahí encontrarás la respuesta a la pregunta de si tu zazen es o no auténtico.
El budismo es contagioso. Sakiamuni contagió a Mahakashiapa, Mahakashiapa a Ananda, y así fue transmitiéndose el Dharma de generación en generación hasta que me infectó también a mí. Puede también compararse a la transmisión de un impulso eléctrico. Lo que importa es que tu frecuencia sea la correcta: si tus rodillas flotan en el aire o dejas que tu mandíbula caiga, no sentirás esa corriente eléctrica. Si por el contrario ajustas tu frecuencia correctamente, comprobarás que tú eres Sakiamuni y que Sakiamuni es tú mismo.
¿Qué es religión? Sintonizar con la frecuencia de los Budas y Ancestros. Zazen significa sintonizarse con la frecuencia del satori.
La transmisión del Dharma, más allá de las palabras, tiene lugar mediante un cambio de frecuencia. Debes sintonizar la frecuencia de tu propia identidad, que no tiene parangón en todo el universo. Entonces desarrollarás tu actividad en comunidad con todo el universo.
Lo que se denomina “transmisión del Dharma” no es ninguna clase de transacción comercial entre dos individuos. El Dharma llena todo el universo. Por eso se dice que la transmisión del Dharma significa la liberación de todas las ilusiones. El universo está a reventar de seres sufrientes. Pero ¿por qué sufrimos? No porque nos divierta, claro está. Sufrimos, eso es todo. Ese dolor es el dolor del universo, es sufrimiento cósmico. Pero lo mismo vale para el satori. También el satori llena todo el universo. Por eso el satori y el sufrimiento son como dos caras de la misma moneda. En una cara, la persona corriente; en la otra, el Buda. O también puede decirse que los Budas llevan a los seres sufrientes sobre los hombros y –como una vez dijo Nishiari Bokuzan Zenji– incluso Sakiamuni y Amithaba acaban de empezar con la práctica.
La transmisión del Dharma significa que en la enseñanza del maestro te descubres a ti mismo. Descubrirte a ti mismo significa al mismo tiempo crearte a ti mismo.
Una persona corriente que se ha descubierto a sí misma no es ya una “persona corriente”, pues el contenido de toda persona corriente es un Buda. Pero un Buda no es sólo un “Buda”. El contenido de todo Buda es una persona corriente. Buda y la persona corriente son uno y distintos, distintos y uno. No puedes separarlos.
Andar la vía del Buda significa cambiar la frecuencia de tu cuerpo y tu ego para sintonizar la del universo y practicar en unión con todos los Budas. A esto llamo yo “transparencia”. A este respecto se podría también hablar de la vida eterna que va más allá de la vida y muerte de los individuos. En medio de lo efímero has de descubrir algo que no cambia en toda la eternidad.
En el samadhi no hay ni persona corriente, ni Buda ni sutura entre la persona corriente y el Buda. Por eso se dice que todas las cosas sobre la tierra y en el cielo comparten las mismas raíces. Pero esto no significa que tú dejes de existir.
“¡Olvida el ver, olvida el comprender!”
[66]
Cuando desaparece la sutura entre la persona corriente y el Buda, no queda más que zazen. Ahí se encuentra el verdadero significado del convertirse en Buda. Zazen no afirma ser satori; zazen ni siquiera es consciente del satori, por eso zazen es satori.
Lo que se denomina “satori” es hacerse uno consigo mismo en unión con todo el universo. Estás unido a todos los Budas y dioses. Pero cuando ahora dices que tienes el “satori” mientras que otro no lo tiene aún, estás cayendo en la trampa de tu saco de carne
[67]
. Cuando sintonices con la frecuencia del universo, la conciencia de que tienes el satori desaparecerá. De este modo te liberarás al fin de las ataduras de este saco de carne.
Zen es hacerse íntimo intimar con uno mismo. Te haces tú mismo, por medio de ti mismo, a ti mismo. A eso se le llama Buda, alguien que se ha convertido completamente en sí mismo.
Zen significa regresar a ti mismo. Cuando se habla de dar un paso atrás, esto se refiere a echar una mirada a uno mismo. Zazen es una perspectiva vital completamente nueva.
En zazen te vuelves íntimo contigo mismo. Cuando te vuelves íntimo contigo mismo, todas las cosas del universo serán parte de ti mismo. ¿No descuidamos habitualmente esta intimidad con nosotros mismos?
No se trata aquí de tu enmohecido yo personal. Se trata del ti mismo que está indisolublemente ligado al universo. Esto quiere decir que estas unido a la vez con todos los Budas y con todos los seres sufrientes. Buscarte a ti mismo de esta manera significa poseer el corazón de la Vía. El corazón de la Vía comprende que no hay separación entre “yo” y “tú”.
Vivir en la confianza básica Creer significa hacerse íntimo consigo mismo en zazen y trasladar a la práctica de la vida diaria esta claridad acerca de uno mismo.
Sólo sentarse. Así de sencillo es afirmar el nuevo yo.
Practicar la Vía del Buda significa hacer como si fueras Buda. Tienes que imitar al Buda tan fielmente como seas capaz. No obstante, surgirá un problema si tratas de entender la enseñanza del Buda desde tu condición de ser humano. Pues en tal caso estarás tratando de hacer de la enseñanza del Buda algo humano. Y creerás que tu imitación del Buda es un logro humano tuyo que te reportará el correspondiente beneficio. Se dice que esto es una “enfermedad zen”.
Zazen no tiene nada que ver con algo así como soltar la cuerda del arco para acertar con la flecha en la diana. Pues en zazen la diana es todo el universo. Es imposible errar el tiro. Pero nadie te premiará con un paquete de cigarrillos por acertar en la diana.
“¿Me reporta algo o no me reporta nada?”. Abandona esta actitud y siéntate sin más.
“En profundo samadhi, contempla a los Budas en las diez direcciones”
[68]
Aquí lo relevante no es sólo la profundidad del
samadhi
. Se trata también de trasladar este
samadhi
a la práctica. Pero tampoco se trata sólo de práctica, sino también de la profundidad del
samadhi
del que procede esa práctica. Por eso no basta simplemente con apoyarse en el principio fundamental de la enseñanza. Hemos de dejar de aferrarnos a nuestro ego y sumirnos en el puro
samadhi
. Simplemente sentarnos en zazen. Eso es lo que quiere decir profundidad. Pero si ahí no hacemos más que adoptar una pose con el propósito de alcanzar algo, eso no será un profundo
samadhi
, sino mera forma sin contenido. No debemos perseguir nada ni tampoco arredrarnos ante nada.
Meister Eckhart dice que el verdadero Dios está allí donde ya no hay ni siquiera Dios. ¿Qué hacemos cuando practicamos zazen? Absolutamente nada. Si durante zazen nos dedicamos a alguna tarea adicional, hacemos de zazen algo muy pequeño. Sólo cuando no hacemos absolutamente nada, llenamos de este modo el universo entero.
Que estamos en condiciones de no hacer absolutamente nada demuestra que llenamos el universo entero. Esto vale no sólo en este instante. Vale para siempre.
En el capítulo
Sansuikyo
[69]
del
Shobogenzo
, Dogen Zenji habla de “noticias de una época anterior a la infinidad de eones vacíos de un pasado eterno”. Este pasado, al que ni siquiera podemos darle nombre, es transparente e insípido, solitario y silencioso, ilimitadamente ancho, largo y remoto. Llevado a la práctica, eso significa: zazen.
La calma solitaria sólo existe allí donde practicas zazen según la doctrina, sin desviarte un ápice. Ahí no hay ya la menor expectativa de nada, no hay sorpresas espirituales. Desde el principio no entra para nada en cuestión si esto reporta algo o no. Nada podría haber más sencillo que esto, pero a la vez tampoco hay nada que pudiera provocarte mayor desasosiego. Te preguntas constantemente si todo va bien en tu zazen. Incluso los discípulos de Dogen Zenji parecían tener dificultades para comprender este puro zazen del que no recibimos absolutamente nada.
Practicas zazen y eso es todo. Cada acción concreta, en cuanto tal acción concreta, es exactamente esta acción. Y eso es todo.
Shikantaza
significa extraer agua del pozo con un cubo sin fondo.
Cuando escuchamos que para ser Buda simplemente hemos de hacer zazen, esto nos suena tan sencillo que de repente abandonamos por completo la práctica. Por eso echamos pestes de nuestra práctica. Si por el contrario empezamos a estar orgullosos de lo que practicamos, ensuciamos igualmente nuestra práctica. Por eso cuando practicamos hemos de poner atención en lo que hacemos. Tendemos constantemente a ir por nuestro propio camino y a dejarnos llevar por la corriente de nuestras sucias inclinaciones. Esto es lo que hace que
Shikantaza
sea tan complicado. Pero precisamente ese ejercicio es
Shikantaza
.