LXIILa verdad está en su pecho.
La excitación celular ha
inspirado totalmente a nuestro
mágico veterano. Y ahora en un
viejo viaje. Estoy cansado de pensar:
quiero las viejas formas para
reafirmar su frescor sexual.
Mi mente está… ya sabes.
Y esta mañana antes de terminar
el programa me gustaría hablarte
de Radio Texas y el Gran Ritmo.
Irrumpe en el perímetro de tu
sonrisa sagrada, sincera y dedicada
como un tranquilo sobreviviente
de la guerra psíquica. No era
general porque no era viejo.
No era soldado raso porque
no podía ser vendido.
Era sólo un hombre y su
dedicación llegaba al último
grado. Pobre soldado pretencioso,
vuelve a casa. La oscura noche
de Los Ángeles está empañando la Iglesia
a la que asistíamos y añoro
a mi chico. Imbécil de verde…
¿Qué hay del color verde? Cuando
miro la TV y veo
helicópteros que lanzan en círculos su
brutal y generosa sensación
sobre los campos y las cósmicas paredes,
sólo puedo sonreír y preparar la comida,
y pensar en el niño que
un día se adueñará de ti.
LXIIIEn conclusión, querida, déjame
repetirte: tu hogar aún está
aquí, inviolado y seguro
abro la vasta sonrisa de
mi recuerdo. Esto es para ti
en el aniversario de nuestra primera
noche. Sé que te encanta
que hable así. Espero
que nadie vea este mensaje
escrito en la tranquila solitaria,
extraña y lánguida tarde de verano,
con todo mi amor.
Ella vende noticias en el mercado,
tiempo en el vestíbulo.
La chicas de la fábrica
arman cigarrillos,
aún no han inventado la música ambiental.
Así que les leo
de EL LIBRO DE LOS DÍAS
una historia de horror de la edad gótica,
un horrible amorío
de la peste
de Los Ángeles.
Tengo una visión de América,
desde el aire
a 28.000 pies y en vuelo rápido.
Un manco en una laberíntica
playa de estacionamiento de Texas,
un árbol quemado como un gigantesco pájaro
primitivo,
en un solar vacío de Fresno.
Kilómetros y kilómetros de pasillo de hoteles
y ascensores, llenos de ciudadanos.
Motel, Dinero, Asesinato, Locura.
Cambia el ánimo de la alegría a la tristeza;
toca la canción del fantasma, nena.
JAMES DOUGLAS MORRISON CLARKE, nació en Melbourne (Florida) el 8 de diciembre de 1943. Sus padres eran Clara Clarke y George Stephen Morrison. Tuvo dos hermanos: Anne y Andy Morrison. Su padre era un militar estadounidense (almirante del primer navío nuclear). Desde niño, su familia debió trasladarse por varias ciudades de Estados Unidos debido a la carrera militar de su padre y vivir en diversas bases militares (a los 14 años de edad ya había tenido 7 hogares). Según se cree, este tipo de vida sin apego a lugares o personas, caló profundamente en la forma de ser de Jim, tenía un negro sentido del humor, escribía poesía, pintaba un poco y leía vorazmente. Desde muy joven estuvo fascinado por la literatura y la poesía.
El joven James se marchó de su hogar a los 19 años. Era un muchacho alto y siempre desharrapado que podía utilizar la misma camisa día tras día hasta que se le caía a jirones, porque prefería comprarse libros a comprar ropa. Estudiaba en la Universidad Estatal de Florida y después cine en la UCLA, en Los Ángeles, estudiando en la misma generación que el famoso cineasta Francis Ford Coppola quien, años después, utilizaría el tema The End, como soundtrack de introducción para su película ambientada en la guerra de Vietnam, titulada:
Apocalypse Now
. Jim logró graduarse pero nunca fue a recoger sus papeles, pues estaba desilusionado de la carrera y de la comercialización en la industria cinematográfica.
Decidió enfocarse de lleno a lo que él considero siempre su verdadera vocación: la poesía. Para tal efecto se trasladó a Venice Beach en Los Ángeles, California, viviendo en la azotea de un edificio o en las casas de las chicas que conseguía conquistar con su estrafalario aspecto y recitándoles largos y complejos sonetos del siglo XVIII. Esta fue una época de descubrimiento para Jim, por un lado el acercamiento a las drogas psicodélicas que tanto le fascinaban, cortesía de autores como Baudelaire y Aldous Huxley, y por otro lado el nacimiento de la cultura hippie que florecía por doquier, cosa que rodeaba a Jim pero que jamás adoptaría e incluso desdeñaría debido a su habitual nihilismo y conocimiento avanzado. Por ejemplo, Jim no podía conciliar en su mente temas hippies fundamentales, como el acercamiento al espíritu a través de la meditación, el vegetarianismo o la astrología.
[1]
La mayoría de los poemas incluidos en esta selección carecen de título, y para separar e individualizar cada uno de los poemas adecuadamente, aquellos que tienen título lo mantienen entre paréntesis. Sin embargo, para mantener una estructura, todos han sido organizados usando la numeración romana.
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