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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II (62 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II
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Supongamos ahora que está por entero inconsciente de sus reacciones —esto es, que carece absolutamente de poder de auto-observación y está completamente dormido—. Entonces dirá Sí a todos los estados de ánimo y a todas las impresiones. Dirá igualmente Sí a las impresiones de disgusto o de gusto, sin realizar ningún trabajo personal, porque está dormido. Es precisamente una máquina —tal como se lo enseña el Trabajo—. Entonces no es más cuestión de Sí
ni
de No; y por cierto tampoco es cuestión de un Sí y un No más difíciles. Tal vez este tema no lo interese. Supongamos ahora que estoy trabajando sobre mí mismo y advierto una impresión de disgusto. Veo a una persona y reacciono mecánicamente por disgusto. Tomémoslo desde el Sí o el No. Puedo decir Si a la reacción mecánica que la impresión de dicha persona me produce, en cuyo caso pensaré probablemente cómo dicha persona me disgusta luego de no verla más como un objeto externo. Supongamos ahora que este estado interior no me importa y deseo tomar una medida sobre este particular. Puedo decir entonces
No
a las impresiones, es decir, al efecto que me producen. Luego cuando veo a esa persona digo
No
a la reacción mecánica que su vista provoca en mí, y también digo
No
a todos los pensamientos negativos que se presentan cuando no la veo en la realidad. Esto suele obrar bien en algunos casos. No se necesita otra cosa. El problema ya no existe más. Por otra parte, los pensamientos negativos siguen molestándome a pesar del
No
que me dije a mí mismo. Entonces intento pensar con generosidad en esa persona, trato de apreciarla, de ser bondadoso con ella, etc., y así liberarme de las ideas y sentimientos opuestos. Esto tal vez obre por breve tiempo. Luego descubro que esa persona sigue molestándome y que al parecer soy incapaz de adaptarme. Ahora bien, ¿qué he hecho hasta ese momento? He practicado el método del Sí o del No. Esto es, trato de resolver el problema identificándome con uno o con otro de los opuestos.

No intento reunirlos —esto es, practicar el Sí y el No. He tratado de lograr una solución unilateral— una solución de un lado o del otro. No he mezclado lo negro con lo blanco y hecho un modelo de los dos, sino que me he ocupado de lo negro y de lo blanco
separadamente
. Es muy difícil de traducir en palabras. Sólo puedo decir que si se logra emplear el segundo método, Si y No, se obtendrán resultados que no se pueden lograr con el método del Sí o el No. En el método del Sí y el No se va hasta cierto punto en pensamiento y sentimiento en una dirección y hasta cierto punto en lo opuesto —sólo
hasta
cierto punto— quiero decir, sólo una corta distancia. Esto se asemeja al movimiento de vaivén de un péndulo restringido. Un resultado mixto o mezclado. Esto es muy diferente de la oscilación mecánica que hace que un día una persona nos guste y al siguiente día nos disguste. Esto no conduce a ninguna mezcla. Los opuestos no son puestos juntos conscientemente. Pero en el método del Sí y el No los aspectos opuestos son reunidos por un acto consciente de la voluntad.

Claro está que el "Yo" Imaginario y la Falsa Personalidad, que siempre deben tener razón y nunca equivocarse, tienen cabida en todo ello. Empero, cuando nos observamos a nosotros mismos de una manera correcta e incluimos el otro lado, el lado desconocido, el lado de las tinieblas, podemos cambiar nuestro sentimiento de nosotros mismos y conocer de hecho que somos al mismo tiempo Sí y No respecto de todo. Vemos muchas veces a gentes que se fundan vigorosamente en el Sí respecto de sí mismas y no tienen concepción ninguna del No, esto es, del lado opuesto contradictorio que existe en ellas. Siempre dicen la verdad, siempre hacen lo justo y tienen razón, siempre conocen exactamente lo que están haciendo, en suma, en ellas no hay nada de equivocado. Son por cierto Hombres-Sí para consigo mismos y en verdad están muertos en sí mismos y para sí mismos. No pueden crecer internamente, es decir, están muertos en el sentido de Trabajo. Cuando somos así, vivimos en una muy extraña y artificial relación con nosotros mismos que el Trabajo siempre trata de quebrantar. Siempre trata de romper esta situación interior porque a menos de romperla una persona no puede convertirse en una persona real sino que sigue siendo una persona imaginaria puramente inventada, y es justo que así suceda. Mas para una persona que no está tan segura de sí, que no acepta todas sus opiniones y valoraciones sin dudar de ellas, que no se da por supuesta, hay la posibilidad de un cambio interior. Si trabaja verá a su debido tiempo, por la acción misma del Trabajo sobre ella, donde interviene el lado-No, es decir, donde no es lo que imaginaba y a lo cual decía Si. Todo esto pertenece a la disminución del poder de la Personalidad que hasta entonces había sido activa y dominante. A menos que la Personalidad se vuelva gradualmente pasiva no se puede producir el crecimiento del lado esencial del hombre. Porque en las primeras etapas de la vida la Personalidad ha de construirse sólidamente, pero en la segunda etapa, en la etapa esotérica esa segunda educación que el esoterismo intenta darnos, la Personalidad debe volverse más y más pasiva y todos los valores que hemos atribuido a la Personalidad deben sufrir un cambio. Ya no podemos ser más lo que éramos antes. No es extraordinario si se piensa en lo que trata el Trabajo —a saber, el cambio interior— y cómo el método de la observación de sí, del nuevo conocimiento de sí, está concebido para cambiar al hombre. Si se desea cambiar no se puede seguir siendo lo que se era antes, porque cambio significa algo diferente. El Sr. Ouspensky dijo una vez: "Les convendría a algunos de ustedes discutir deliberadamente en contra de lo que según ustedes es justo y verídico y bueno." Dijo: "Intenten tomar a veces el punto de vista opuesto y vean qué les sucede." Agregó que a veces resultaba de ello la duda sobre las propias opiniones, sobre los propios
Síes
, y el darse cuenta de que hay otros puntos de vista a los cuales no se puede decir No. Y recuerdo que una vez en una reunión adoptó la posición de un hombre que piensa debatir todo cuanto se dice en el Trabajo y sostener que no es verdad, y les aseguro que muchas personas se asombraron y sorprendieron mucho, esto es, las personas que nunca habían pensado por sí mismas sobre las ideas del Trabajo y que simplemente las habían religiosamente anotado en la libreta de apuntes de su memoria sin ponerlas en discusión. El efecto sobre aquellos que habían luchado desde su propio pensamiento fue diferente. ¿Por qué? Porque habían introducido el lado-No y de resultas de ello habían llegado a una decisión, y por lo tanto las dudas y los argumentos contrarios no las conmovían fácilmente por haberse ya forjado su propio punto de vista.

Ahora bien, en el Cuarto Camino no somos corderitos protegidos, ni niños mimados, y hemos de sufrir todas las tentaciones del Sí y del No individualmente en conexión con la enseñanza esotérica y con todas las ideas que la respaldan, de otro modo no tenemos un verdadero asidero en el Trabajo, como es llamado, y entonces nos asemejamos a aquellas gentes mencionadas en esa maravillosa parábola llamada "el Sembrador y la Semilla", que habla de sembrar las ideas esotéricas sobre la Humanidad, donde se dice que cuando estas no echan raíces se marchitan cuando sale el sol. Suponiendo que me presento a una reunión y digo: "No creo en este Trabajo. Es todo insensatez", ¿qué pensarían algunos de ustedes? Y supongamos que paso el tiempo, como O. hizo, oponiendo a la enseñanza del Trabajo toda clase de opiniones negativas y haciendo lo posible para socavar toda la cuestión, ¿cómo reaccionarían algunos de ustedes? Algunas veces se ha dicho en el Trabajo que es preciso llegar a la etapa en que, por más que les den vuelta y los retuerzan, siempre se recobran y señalan la dirección del Trabajo. ¿Creen que esto es posible a no ser que hayan encontrado individualmente el lado-No de sí mismos? De una cosa estoy seguro, si han dicho simplemente Sí al Trabajo sin haber pensado sobre este particular, serán vencidos por tal manifestación del No como ya les señalé.

Ahora hablaremos otra vez sobre la necesidad de practicar el Sí y No en lugar del Sí o No. He comparado la práctica del Sí y No con una especie de movimiento de vaivén o de fricción, un movimiento que corresponde a Si y un movimiento opuesto que corresponde a No. Se puede imaginar un movimiento de las manos que una vez van en una dirección y otra vez en dirección opuesta. Dije en el ejemplo que les di que era difícil comprender cuál podía ser el significado de ese movimiento de vaivén y dije que tan sólo podía hacerse conscientemente y con una especie de movimiento controlado y restringido de modo que sólo se va hasta cierto punto en una dirección y hasta cierto punto en la dirección opuesta. Esto significa que no se puede pensar y sentir mecánicamente acerca de una persona que es importante para uno, una situación importante para uno en el sentido de Trabajo. Es preciso controlar los movimientos mecánicos del péndulo y limitarlos. Esto es muy diferente, como dije, de abandonarse mecánicamente a una oscilación completa de gusto y disgusto, amor y odio, o, digamos, de júbilo y desesperación, de entusiasmo y desaliento, de sobrestima y desestima, de desengaño y ansiosa expectativa. Es sabido cómo las gentes que viven en esas oscilaciones mecánicas son fácilmente llevadas de lo bajo a lo alto y así, por así decirlo, carecen de
parte media
. Crear una parte media tiene la mayor importancia, y esa parte media no es ni un extremo ni el otro y tan sólo desde esa parte media es posible crecer, de otro modo los opuestos se comen el uno al otro, por así decirlo, o se anulan el uno al otro. Todo lo que es fuerte y permanente en nosotros debe ser arrancado del poder de estas oscilaciones extremas, protegido de ellas. Las personas emocionales tienen en particular esta dificultad a menos que usen otros centros y lleguen a ser más equilibradas. Comprendemos desde el Trabajo que nuestro primer propósito es llegar al ser equilibrado —el Hombre Nº 4— pero esto significa mucho más de lo que entendemos al presente o sea un desarrollo correcto y armonioso de todos los centros. A veces los tipos instintivos o los tipos motores se imaginan que son extremadamente bien equilibrados y no pueden entender las oscilaciones del tipo emocional. Pero ese equilibrio del cual se jactan no es equilibrio verdadero: es simplemente insensibilidad, un completo autocentrismo, un puro egoísmo o densidad de ser, una falta de comprensión que no puede ser recomendada y no tiene nada que ver con la concepción del hombre multifacético y equilibrado en el Trabajo. Porque cuando una persona carece de toda capacidad de pensamiento o de sentimiento es igual a un animal y por cierto no es una persona equilibrada sino meramente un buey o una vaca. Sin embargo, en lo que concierne a los apetitos y comodidades de tal persona se hallan considerables oscilaciones del péndulo.

Repetiré ahora que en la práctica del Sí y el No, en esta limitación consciente de uno mismo a la parte media del péndulo, habiendo dicho Sí, es preciso inclinarse ligeramente hacia el No hasta que de ese movimiento de vaivén se llegue a una solución que no es ni Sí ni No. Ni se admite ni se niega a sí mismo. Este movimiento puede adquirir cada vez más velocidad hasta que emerge una cosa que no es ni Sí ni No sino es en realidad Sí y No. Esta es la tercera solución. Si puede lograrla, el resultado será extraordinario, conseguirá un vislumbre de esa persona objetivamente como si la viese reflejada en un espejo dentro de sí mismo, un espejo no deformado por las actitudes subjetivas. Entonces la escena cambia y quizá por mucho tiempo esa persona no lo molestará más. Está libre de dicha persona y no solamente esto sino que la persona está libre de usted. Luego, quizá pasado un tiempo, todo volverá a empezar otra vez y tendrá una vez más que realizar este trabajo sobre sí mismo. Ahora bien, a no ser que haya sido capaz de ver en usted mismo los lados opuestos y contradictorios, verá que le es imposible comprender esta fricción del Sí o del No. Lo digo porque tendrá que hacerlo también para si mismo y ver ese tenebroso lado opuesto de usted del cual es inconsciente. Es fácil tener una visión negativa de sí mismo a veces —al menos tendría que tenerla si gozara del poder de observarse a sí mismo— pero descansar en este sentimiento es una conducta equivocada. Los "Yoes" negativos dirigidos hacia sí mismo se apoderarán de usted. Cuando hemos alcanzado la etapa en que somos capaces de ser negativos hacia nosotros mismos y sentimos que no somos buenos, desarrollamos memorias desagradables de nosotros mismos. Todos conocen que nuestras memorias se dividen en dos grupos, agradables y desagradables. Por ejemplo, cuando usted es negativo hacia una persona sólo puede recordar las cosas desagradables que se refieren a dicha persona, y viceversa. Ocurre lo mismo con nosotros mismos. Ceder a las emociones negativas acerca de uno mismo es inútil —es decir, si nos dejamos llevar demasiado lejos en ellas— así tendremos que alejarnos de ellas por un movimiento opuesto y que de algún modo es Sí para nosotros mismos. Y esta lucha entre Sí y No en lo que respecta a la relación que tengo conmigo mismo es según mi experiencia tan importante como la lucha misma con respecto a las otras gentes. No es ni en Sí ni en No donde está la verdad sino en aquella combinación llamada Sí y No.

Ahora bien, esto hace una mezcla de lo oscuro y lo brillante en nosotros, un modelo de dos opuestos, una síntesis. De resultas de ello, nos hallamos inmensamente ampliados y fortalecidos tanto para nosotros mismos como para las otras gentes, aunque como he dicho en un comentario anterior, nos puede parecer que estamos perdiendo nuestra identidad, nuestro sentido de nosotros mismos. Pero es exactamente esto lo que debemos perder para cambiar. Todos nuestros valores han de cambiar, en particular algunos valores absurdos a los cuales nos aferramos en relación con nuestra propia integridad y auto-estimación. Por ejemplo, la mayoría de ustedes suele mentir a menudo, sea cual fuere la idea imaginaria que tienen de sí mismos, pero esto no quiere decir que siempre mientan. Si hacen la pregunta: "¿Soy yo mentiroso, sí o no?", no los llevará a ninguna parte. La situación actual es Sí y No. Son las dos cosas. A este respecto no son ni completamente blancos ni completamente negros, sino negros y blancos. Es la etapa que hemos de alcanzar y reconocer antes que nada, esta mezcla que se logra por medio de una directa observación de sí y conocimiento de sí. De esta mezcla suelen surgir nuevas cosas, fuera de nuestro alcance al presente, en lo que respecta a nuestro desarrollo interior. Mas para empezar hemos de llegar a esta clase de base porque nos libera de la Personalidad y traslada el centro de gravedad de la conciencia más hacia el interior, hacia lo que en nosotros es capaz de crecimiento. Este es el significado de muchas frases que en la literatura esotérica se refieren a que un hombre debe perderse él mismo, perder sus atributos, perder todo lo que se ha atribuido a sí mismo, y es lo que el Trabajo llama hacer que la Personalidad sea pasiva.

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