En 1870 se casó con su amante, Camille Doncieux, y se trasladó a Londres para escapar de la guerra franco-prusiana. Durante los nueve meses que pasó allí realizó numerosas pinturas del río Támesis y conoció al que sería su marchante, Paul Durand-Ruel. En 1872 regresó a Argenteuil cerca de París, donde permanecería durante los seis años siguientes, años más tarde fue uno de los principales impulsores de la primera muestra impresionista, a la que envió la pintura
Impresión: Amanecer
, que acabaría dando nombre al movimiento.
En 1883 se trasladó a Giverny, al noroeste de la capital, doi diseñó sus propios jardines, famosos por las pinturas que realizó de el durante los últimos 25 años de su vida.
Monet siguió viajando frecuentemente de Giverny a Londres, Venecia y Ruán. En la última década del siglo XIX empezó a trabajar en una serie de obras que reflejaban el mismo tema; almiares, una catedral y un paisaje de álamos tal como se veían en diferentes momentos del día. Trabajó en más de ocho pinturas al mismo tiempo, dedicando menos de una hora a cada una.
Desde su muerte, la popularidad e influencia de Monet han ido creciendo enormemente. En 2004, una de sus pinturas del Parlamento británico se vendió por más de 20 millones de dólares. Miles de turistas viajan todos los años hasta su casa y sus jardines de Giverny, y sus obras están expuestas en los principales museos del mundo, especialmente en L'Orangerie y el Museo Marmottan de París.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
En una ocasión Monet señaló que le hubiese gustado nacer ciego y luego, de repente, recuperar la vista y ver las cosas sin nociones preconcebidas.
Jueves, día 4
SEMANA 33
CIENCIA
E
l Sol no arde de la misma forma que lo hace un trozo de madera en una hoguera, sino que funciona como un gigantesco reactor nuclear. La energía que produce tiene su origen en la fusión nuclear, el proceso que consiste en combinar dos núcleos atómicos pequeños dentro de uno más grande. Principalmente el Sol fusiona átomos de hidrógeno en átomos de helio para crear energía, pero también fusiona helio en berilio y éste en litio.
Debido a lo inmenso de la masa y la fuerza de la gravedad del Sol, el corazón del astro es un núcleo de presión y calor extremos y son precisamente estas características las que hacen posible que se produzca la fusión. Bajo circunstancias normales, los protones que se encuentran en el núcleo de los átomos de hidrógeno se repelerían entre sí porque todos tienen cargas positivas. Pero la presión que hay en el centro del Sol los empuja unos contra otros, superando la fuerza electromagnética. Cuando dos átomos de hidrógeno se combinan para formar helio, una cantidad minúscula de la masa de los átomos de hidrógeno se convierte en una enorme cantidad de energía. Esta conversión sigue la conocida fórmula de Einstein de E = mc
2
. La energía que se libera es igual a la masa que se pierda tantas veces como la velocidad de la luz al cuadrado. Como la fusión genera estas cantidades tan impresionante de energía a partir de un consumo de combustible tan pequeño, los científicos han estado intentando durante décadas crear reacciones controladas de fusión nuclear en la Tierra. Pero la fusión fría sigue moviéndose más en el ámbito de la ciencia ficción que en el de la realidad.
Durante los últimos 45 000 millones de años el Sol ha ido consumiendo la mitad de sus reservas de hidrógeno; cuando se le acaben, su centro se contraerá a causa de la gravedad, calentándose y expandiendo sus capas exteriores. El Sol se convertirá en un gigante rojo que envolverá a la Tierra y la convertirá en vapor.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
EL Sol convierte aproximadamente 600 millones de toneladas de núcleos de hidrógeno en helio por segundo.
2.
Durante este proceso, pierde aproximadamente 4 millones de toneladas de masa, que se transforman en su totalidad en energía.
3.
La energía del Sol llega hasta la Tierra en forma de fotones. Cada fotón debe interactuar con gran cantidad de moléculas de gas en su camino desde el corazón hasta la superficie del Sol. En recorrer este trayecto tarda aproximadamente entre 100 000 y 200 000 años.
4.
Un fotón tarda en llegar desde la superficie del Sol hasta la Tierra aproximadamente ocho minutos.
Viernes, día 5
SEMANA 33
MÚSICA
L
as carreras de dos de los primeros virtuosos románticos, Niccolò Paganini (1782-1840) y Franz Liszt (1811-1886), son dos claros ejemplos del gusto romántico por los excesos, la decadencia y el culto al genio.
Paganini, un cadavérico maestro italiano del violín, era tan bueno tocando ese instrumento, especialmente interpretando pasajes extensos y de gran complejidad técnica, que a menudo lo acusaban de haber hecho un pacto con el diablo a cambio de sus maravillosas aptitudes. Su fama empezó a fraguarse en un recital que tuvo lugar en París en 1828, en el que encandiló a las mujeres y consiguió el reconocimiento de los críticos. A pesar de todo, murió en Niza sin haber dejado un repertorio de grandes composiciones ya que, al igual que otros virtuosos, la mayor parte de sus obras estaban pensadas para mostrar sus habilidades con secciones de solos a una velocidad de ritmo insostenible y acompañamientos mínimos, si es que los había. Escribió seis conciertos para violín de los que solamente dos se interpretan con regularidad.
Cuando Franz Liszt, un pianista húngaro de talento sorprendente, llegó a París en 1824 quedó tan impresionado al oír tocar a Paganini que juró que se convertiría en «el Paganini del piano» y se encerró durante dos años para practicar. Cuando finalmente logró su objetivo y empezó a realizar conciertos públicos, dejó claro que era un hombre que había nacido para el espectáculo. A menudo fingía crisis de histeria al final de sus representaciones para transmitir la idea de que estaba completamente sumido en una experiencia musical trascendental. Las técnicas de Liszt funcionaban entre las mujeres; tuvo numerosas amantes de la impresionable alta alcurnia parisina, entre ellas la condesa Marie d'Agoult y la princesa rusa Caroline de Sayn-Wittgenstein, con quien acabaría casándose y quien terminaría convirtiéndolo a una tranquila piedad católica.
Por encima de todo, estos dos compositores y solistas hicieron que la música romántica se centrara más en las representaciones que en la composición y, al hacerlo, la alejaron más que nunca de la estética clásica.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Uno de los trucos más conocidos de Paganini era tocar el violín con tal furia que acababa rompiendo tres de las cuerdas para continuar su interpretación usando la restante.
2.
Cuando no era más que un niño, se mutiló la mano para incrementar el alcance de sus dedos.
3.
En los últimos años de su vida, Liszt confesó sus pecados de don juán al mismísimo papa, quien cortó al compositor a mitad de confesión y le dijo: «Ya es suficiente, Liszt. Dile tus pecados a tu piano».
Sábado, día 6
SEMANA 33
FILOSOFÍA
P
ara poder ser responsables desde un punto de vista moral de algo que hemos hecho tenemos que haberlo llevado a cabo libremente. Por ejemplo, si ve a alguien ahogándose en un lago pero está atado a un árbol y no puede soltarse, entonces moralmente no se le puede culpar de no haber salvado al nadador en apuros. Del mismo modo, si le lavan el cerebro y le ordenan que cometa un crimen, difícilmente será responsable porque su voluntad estaba coartada.
Según algunas teorías científicas, el mundo es determinista: si tenemos en cuenta la forma en la que ha sido en el pasado y las leyes físicas que lo gobiernan, sólo hay un futuro posible. Imagine que esta idea también es aplicable a sus acciones. Justo antes de que realice una acción, teniendo en cuenta cómo ha sido el mundo en el pasado y las leyes físicas que lo rigen, sólo hay una consecuencia posible. En este momento ya está determinado lo que hará en cada instante de su futuro.
¿Acaso un determinismo de este tipo borra cualquier responsabilidad moral? Si realiza alguna acción moralmente cuestionable, ¿podría argumentar que las leyes físicas y la historia del universo se conjuraron de manera que no le quedaba otra alternativa?
Si cree que el libre albedrío y el determinismo son incompatibles, entonces tendrá o bien que renegar del determinismo o bien hacerlo de la responsabilidad moral. Si niega que exista el determinismo, tendrá que creer que en el mundo hay un verdadero indeterminismo causal, puesto en escena por agentes libres como nosotros. Las leyes de la naturaleza no han determinado cuál será el futuro del mundo y nosotros lo iremos de terminando a través de cada uno de nuestros actos. Si rechaza que exista la responsabilidad moral, entonces deberá defender que el mundo es determinista y que por tanto carecemos de libre albedrío.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.
Aquellos filósofos que creen que el libre albedrío y el determinismo no son autoexcluyentes se llaman compatibilistas. A los que dicen que sí lo son se les conoce como incompatibilistas.
2.
Gottfried Wilhelm Leibniz fue un compatibilista famoso: creía que todas nuestras acciones están determinadas por causas, pero que a pesar de eso somos libres.
Domingo, día 7
SEMANA 33
RELIGIÓN