—¿Y qué deseáis ser ya?
—Mariscal de Francia, ¡pardiez!
—¡Hola! —dijo Porthos mirando a D’Artagnan, a cuyas fanfarronadas jamás se había podido acostumbrar del todo.
—Venid conmigo, Porthos —dijo D’Artagnan—, os haré duque.
—No —replicó Porthos—, no quiero guerrear más, ni Mosquetón tampoco. Me ha preparado una entrada solemne en mi casa, entrada que hará reventar de envidia a todos mis vecinos.
—Nada puedo contestar a eso —dijo D’Artagnan, que conocía la vanidad del nuevo barón—. Vaya, pues, hasta la vista, amigo.
—Hasta la vista, querido capitán —respondió Porthos—. Ya sabéis que cuando queráis venir a verme, seréis bien recibido en mi haronía.
—Sí, iré al volver de la campaña.
—Ya están preparados los bagajes, señor —dijo Mosquetón.
Y los dos amigos se separaron dándose un fuerte apretón de manos. D’Artagnan se quedó en la puerta siguiendo con melancólicos ojos a su amigo, que se alejaba.
Pero a los veinte pasos se detuvo éste, se dio una palmada en la frente, y volvió atrás gritando:
—Ya me acuerdo.
—¿De qué? —preguntó D’Artagnan.
—De quién era el mendigo.
—¿Sí? ¿Y quién era?
—Aquel miserable de Bonacieux.
Y rebosando satisfacción al sentir descartado su ánimo del peso que le oprimía, se reunió Porthos de nuevo con Mosquetón, y desapareció con él tras una esquina.
D’Artagnan permaneció un instante inmóvil y pensativo: volvió luego la cabeza y vio a la linda Magdalena, que inquieta con el nuevo engrandecimiento de su huésped, estaba observándole de pie junto al umbral de la puerta.
—Magdalena —dijo el gascón—, preparadme cuarto principal, porque ahora que soy capitán de mosqueteros, es forzoso que viva con alguna ostentación. Pero reservadme también mi cuarto del quinto piso; ¿quién sabe lo que puede ocurrir más adelante?
ALEXANDRE DUMAS (Villers-Cotterêts, 1802 - Puys, cerca de Dieppe, 1870), fue uno de los autores más famosos de la Francia del siglo XIX, y que acabó convirtiéndose en un clásico de la literatura gracias a obras como
Los tres mosqueteros
(1844) o
El conde de Montecristo
(1845)
Dumas nació en Villers-Cotterêts en 1802, de padre militar —que murió al poco de nacer el escritor— y madre esclava. De formación autodidacta, Dumas luchó para poder estrenar sus obras de teatro. No fue hasta que logró producir
Enrique III
(1830) que consiguió el suficiente éxito como para dedicarse a la escritura.
Fue con sus novelas y folletines, aunque siguió escribiendo y produciendo teatro, con lo que consiguió convertirse en un auténtico fenómeno literario. Autor prolífico, se le atribuyen más de 1.200 obras, aunque muchas de ellas, al parecer, fueron escritas con supuestos colaboradores.
Dumas amasó una gran fortuna y llegó a construirse un castillo en las afueras de París. Por desgracia, su carácter hedonistas le llevó a despilfarrar todo su dinero y hasta verse obligado a huir de París para escapar de sus acreedores.
[1]
Es sabido que no habiendo Mazarino recibido órdenes que le impidieran contraer matrimonio, casóse con Ana de Austria. Véanse las
Memorias
de Laporte y las
Memorias de la Princesa Palatina
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[2]
Este corredor existe todavía en el Palacio Real. (
Memorias de la Princesa Palatina
).
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[3]
Un oficial sacerdotal.
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[4]
Gabriela d’Estrées, abuela del duque de Beaufort, falleció envenenada con ellas.
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[5]
Acuérdate o acordaos.
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