Read Aprendiz de Jedi ed. esp. 1 Traiciones Online
Authors: Jude Watson
—Un sin-nombre —dijo Obi-Wan.
—Así los llaman. Generalmente, esos nombres se retiran, pero alguien ha resucitado éste.
—Gracias, Tnani —Obi-Wan se giró hacia los otros—. Si Kern está aliado con Vox, será porque planean algo. Y si sospechan que podemos llegar a desenmascararlos, puede que adelanten sus planes.
—Ahora mismo hay una reunión general en el gran salón, dos pisos más abajo —les dijo Den—. Es obligatorio que asista todo el mundo salvo los servicios mínimos. La habitación de Vox está vacía —alzó el pequeño dispositivo que empleaba para quebrantar el sistema de seguridad de la puerta—. Puedo entrar en ella.
Anakin se levantó de un salto.
—¿A qué esperamos?
No se encontraron con nadie camino de los aposentos de Vox. Den apenas tardó tres segundos en abrir la puerta. El dormitorio era acogedor y confortable, casi el doble de grande que el de Uni. Obi-Wan, Anakin y Den se pusieron a investigar la estancia, repasando los holoarchivos de Vox. No vieron nada sospechoso.
—Pero, lógicamente, nunca dejaría a la vista nada que pudiera incriminarlo —dijo Den, repasando con la vista la sala—. Veamos. Cada uno suele ocultar las cosas según su naturaleza. Vox es vanidoso y perezoso, jamás le he visto ayudar en nada en la nave. Y es un debilucho. —Den se acercó a la cama y se tumbó a modo de experimento—. ¿Lo veis? Lo tiene todo a mano para no tener que levantarse. El intercomunicador, el monitor, la luz, el espejo... Ya os dije que era un vanidoso... —Den se acercó a los botones de la consola para verlos de cerca—. ¿Y esto por qué tiene tantos botones?
Den pulsó uno y se abrieron las puertas del armario. Otro, y se encendió la luz del lavabo. Pulsó botones, palancas y ruedecillas, abriendo varias puertas y activando las luces. Pulsó un botón y de repente se escuchó música estruendosa. Anakin se tapó los oídos.
—Me encanta comprobar que sigues siendo igual de discreto —gritó Obi-Wan para hacerse oír, mientras Den se caía de la cama al intentar apagar la música.
El ruido se detuvo de repente. El silencio era total. Den no se movió del suelo.
—¿Den?
—Vaya, vaya. ¿Y esto qué es? Otro panel de control —Den extendió el brazo y pulsó un botón que estaba justo debajo del somier, donde llegaba fácilmente alguien que estuviera tumbado.
La gruesa cajonera de debajo de la cama salió deslizándose y dio a Den en la cabeza. Pudieron ver un cajón secreto, astutamente oculto debajo de la cama.
—¡Ay! —gritó, frotándose la frente.
Obi-Wan se acercó rápidamente.
—¿Qué es?
Den se agachó para mirar dentro del compartimento y dejó escapar un silbido de admiración.
—Parece que alguien no entrega su calderilla a la tesorería —dijo—. Mira todo este vertex cristalino. Válido en toda la galaxia. —Den alzó las manos llenas de la divisa—. ¿Os imagináis qué cara pondría si esto desapareciera? —Den imitó la cara larga y huesuda de Vox y añadió una mueca de horror.
—Déjalo ahí —le dijo Obi-Wan con severidad.
—Estás de broma, ¿verdad? —le preguntó Den, esperanzado.
—¿Tengo que recordarte que ya no eres ladrón? —indicó Obi-Wan.
Den suspiró y dejó que el vertex le cayera entre los dedos, de vuelta al cajón.
—A ver qué pasa con el siguiente botón. Esta vez mantendré las distancias —Den saltó sobre el colchón para protegerse, pulsó el botón y apareció otro compartimento secreto.
Obi-Wan se acercó rápidamente.
—Aquí también hay un holoproyector. Ahora sí que estamos llegando a alguna parte —Obi-Wan activó rápidamente el dispositivo y entró en el directorio de archivos.
—Veamos —murmuró el Maestro Jedi—. Aquí tenemos un itinerario de las paradas que hará el
Biocrucero
en los próximos seis meses.
—Qué raro —dijo Den—. Yo pensaba que las paradas no se planeaban con antelación. Que simplemente avanzábamos hasta tener algún problema, y entonces buscábamos el planeta más cercano. O al menos es lo que quieren que pensemos.
—Y aquí hay un plano de evacuación de la nave —Obi-Wan abrió el archivo—. Parece rutinario. Pero ¿qué le importan a Vox Chun los procedimientos de seguridad?
—Vaya, vaya. Yo pertenecí al primer comité que diseñó el plan. Él jamás vino a las reuniones. ¿Y eso qué es? —Den señaló un icono en la parte inferior del plano. Obi-Wan lo tocó y se abrió otro archivo. Se titulaba:
Círculo
roto
, pero estaba en blanco.
—Quizás esté codificado —dijo Den—. Los holoarchivos pueden aparentar estar en blanco si no se introduce la contraseña. No os preocupéis, amigos, no ha nacido código que yo no pueda descifrar. Sólo me hace falta algo de tiempo —miró el crono de la mesa de Vox—. Pero será mejor que regresemos. La reunión ha terminado. Pero esto nos lo llevamos con nosotros —Den se agachó, cogió la pequeña unidad de holoproyección y se la metió dentro de la camisa.
—Pero Vox se dará cuenta de que no está —dijo Anakin.
—¿Y qué? —dijo Den con una sonrisilla maliciosa—. Cuando se dé cuenta, ambos estaréis a medio camino de Coruscant.
Ya estaban junto a la puerta cuando Obi-Wan se fijó en una luz que parpadeaba en el panel de control principal de Vox.
—¿Qué es eso?
Den se aproximó para averiguarlo.
—Una nave se acerca al hangar. ¿Podría ser la vuestra?
—Si lo es, más nos vale regresar a nuestros camarotes —dijo Anakin... justo antes de oír pasos junto a la puerta.
O
bi-Wan les indicó que se escondieran en el armario. Prefería evitar enfrentamientos. Era vital que consiguieran sacar de allí el holoproyector para que Den pudiera descifrar el código del archivo
Círculo
roto
.
Se metieron en el gran armario de Vox, apiñados entre los incontables hábitos y las numerosas túnicas de fina tela. Obi-Wan no cerró la puerta del todo.
Vox entró en la estancia y se acercó inmediatamente a su cama. Abrió el cajón oculto lleno de vertex cristalino. Obi-Wan pudo oír a Den soltando un ahogado lamento al ver a Vox metiendo el vertex en una cartera.
Se la guardó en la túnica y echó un vistazo a su alrededor un momento, abarcando con la mirada toda la habitación. Luego salió rápidamente, cerrando la puerta tras él.
Salieron del armario.
—Si se lleva todo el vertex, es que pasa algo —dijo Den.
—¿Podrías llevarnos al hangar para encontrarnos con Garen sin que nos vean? —preguntó Obi-Wan—. Nos vendría bien contar con otro Jedi.
—¿Que si puedo? ¿Tú qué crees? —sonrió Den.
***
Den conocía los corredores menos frecuentados de la nave, por donde se llevaba la comida y los suministros de una zona a otra. Podía llevarlos hasta el hangar sin que nadie los viera.
Se quedaron cerca de la zona de tuberías. La aerodinámica nave de Garen había aterrizado ya, y el piloto hablaba con los técnicos del
Biocrucero
.
—Si todavía no nos han dado por desaparecidos, lo harán pronto —dijo Obi-Wan—. Hay que llamar la atención de Garen.
Anakin se concentró. Atrajo la Fuerza desde todos los elementos que le rodeaban. Hizo un gesto hacia Garen y vio que él alzaba la mirada. Inspeccionó con la mirada todo el hangar y se detuvo en el sitio donde estaban escondidos.
—Ya sabe que estamos aquí —dijo Anakin.
Den le miró atónito.
—¿Cómo lo has conseguido? —Negó con la cabeza—. ¿De verdad que es demasiado tarde para convertirme en Jedi? No me vendrían mal esas habilidades. Por no hablar del sable láser.
—Sí, es demasiado tarde —dijo Obi-Wan con los ojos fijos en Garen.
Garen charlaba animadamente con uno de los técnicos del
Biocrucero
, abriendo los brazos para abarcar el gran hangar. Obi-Wan se dio cuenta de que su amigo estaba alabando la nave y el diseño. El técnico asintió, señalando al espacio, y se marchó. Garen empezó a andar por el hangar como si tal cosa, simulando admirar las instalaciones.
Y, poco a poco, se fue acercando a ellos.
—¿Qué pasa?
Obi-Wan habló en voz baja.
—Las cosas han cambiado. Necesitamos que te escabullas y vengas con nosotros.
—Encantado —Garen echó un vistazo a los técnicos. Estaban ocupados con los paneles de control, así que no tardó en mezclarse con las sombras de las tuberías.
Obi-Wan le explicó rápidamente la situación.
—Antes de irnos de aquí tenemos que descubrir lo que Vox Chun se trae entre manos —dijo para terminar—. Tengo la sensación de que los habitantes del
Biocrucero
podrían correr peligro.
Garen asintió muy serio.
—Conozco un lugar en el que podríamos escondernos hasta que descifre el código —dijo Den—. No está lejos de aquí.
Volvieron por donde habían venido. Al llegar al pasillo de servicio que habían utilizado para entrar, Den se dio bruscamente la vuelta y les indicó que hicieran lo mismo.
—Viene Kern —susurró—. ¿Por qué irá al hangar?
Volvieron a ocultarse entre las sombras de las columnas que aguantaban la estructura. Kern pasó ante ellos con expresión de agobio.
Garen frunció el ceño.
—¿Quién es ése?
—Creemos que un aliado de Vox —le dijo Obi-Wan—, pero todavía no tenemos pruebas.
Garen asintió, pero su expresión seguía pareciendo abstraída.
—Me suena bastante.
—Vamos —les apremió Den.
Les guió a través de un laberinto de pasillos secundarios hasta el invernadero en el que criaba las flores y verduras procedentes de Telos. Al ver las plantas moradas en flor, Obi-Wan recordó de repente un viaje en deslizador por los campos y las montañas de Telos, muchos años antes. Habían luchado mucho para salvar Telos, pero sus bellezas naturales habían acabado destruidas. Offworld inició el proceso con el nombre de la compañía UniFy, y luego otros retomaron la tarea donde Offworld la dejó.
Los recuerdos inundaron a Obi-Wan.
—
Círculo
roto
—dijo a Den—. ¿Qué pasó con Offworld tras ser expulsada de Telos?
—Creo que siguieron devastando el resto de la galaxia —dijo Den—. Tengo entendido que se reorganizaron con un nombre distinto. Jamás se les permitió volver a operar en Telos.
—Xánatos tenía una cicatriz en la mejilla —dijo Obi-Wan—. Se la hizo a sí mismo apretándose el anillo derretido de su padre contra la piel. Fue Qui-Gon quien rompió el anillo con su sable láser. Era un círculo roto.
—¿Crees que
Círculo
roto
hace referencia a Offworld? —preguntó Garen.
—Sería lógico —dijo Obi-Wan—. Vox estaba aliado en secreto con Xánatos y Offworld. ¿Y si nunca dejó de estarlo? Offworld acostumbraba a crear compañías falsas para ocultar su participación.
—Entonces cabe la posibilidad de que Vox nunca dejase de trabajar para ellos —dijo Den, animado—. Voy a descifrar este código.
Den encendió el holoproyector rápidamente e introdujo la contraseña "Offworld", pero no pasó nada.
—Prueba con "UniFy" —sugirió Obi-Wan.
Den escribió la palabra.
—Funciona —dijo satisfecho. Los demás se acercaron para poder ver el archivo.
—Teníamos razón —dijo Obi-Wan—. Son los archivos de una corporación minera.
Anakin se vino abajo.
—Pero esto no es más que una lista de operaciones planetarias. No creo que sea muy útil.
Obi-Wan y Den se miraron.
—A menos que...
Den asintió sombrío. Abrió el archivo que enumeraba las paradas programadas del
Biocrucero
.
—Hasta ahora, todos los planetas en los que ha parado el
Biocrucero
eran objetivo de desarrollo para Offworld —dijo Obi-Wan—. Y Vox Chun siempre está en el comité de bienvenida.
—Y no precisamente con buenas intenciones. Para sobornar o para intimidar, quién sabe —dijo Den—. Y lo cierto es que le ha salido bien. El
Biocrucero
aparece en un planeta, y pocas semanas después el planeta permite a Offworld operar en él. Es un sistema muy bueno. Kern está en la sala de lecturas. Él es quien dice si hay que parar a repostar o para hacer reparaciones. No lo hacen muy a menudo para no levantar sospechas. Nosotros orbitamos alrededor del planeta en cuestión, y Vox baja para hacer el trabajo sucio de Offworld. Ahora entiendo por qué tenía el cajón secreto lleno de vertex cristalino. Probablemente lo emplee para los sobornos.
—¿Crees que Uni lo sabe? —preguntó Anakin.
—No hay forma de averiguarlo —dijo Den—. Pero no lo creo. No estoy muy de acuerdo con las cosas que dice, pero no creo que sea un sinvergüenza como su padre.
—Yo tampoco —asintió Obi-Wan.
—Pero ¿por qué se dirigía Kern ahora hacia el hangar? —se preguntó Den—. ¿No pensará abandonar la nave?
Obi-Wan se echó hacia delante y contempló la lista de planetas en los que Offworld tenía operaciones mineras.
—¿Qué sistema tenemos cerca ahora, Garen? —preguntó.
—Tentrix —respondió Garen—. Está apenas a unas horas de aquí.
—Eso debe de ser TRX. Es el único sistema que aparece codificado —Obi-Wan pulsó en las siglas y apareció un nuevo archivo. Una vez más, se acercaron para estudiarlo.
Al cabo de un rato, Den suspiró profundamente.
—Vaya, vaya —dijo con voz ronca—. No puedo creerlo. Veamos de nuevo los planos de evacuación.
Den activó el archivo de evacuación y estudió cuidadosamente los mapas durante un rato.
—Este plan es distinto del oficial —dijo al fin—. El oficial designa una serie ascendente de códigos de alarma que se van activando poco a poco para que nadie sea presa del pánico. Hay que hacer uso de una gran organización y de mucho control para evacuar a tantos seres. Pero este plan ordena la activación directa del Código Cinco. Ese código indica que el casco de la nave se ha roto y que hay que proceder a la salida inmediata. Y también dicta que el código se emita desde la sala de lecturas..., no desde el puente de mando.
—Kern —dijo Anakin.
—Qué inteligente —dijo Obi-Wan—. Se lanza un falso Código Cinco. Se envía una falsa señal de alarma. ¿Y quién responde a ella?
—Las naves de Offworld —dijo Garen en tono sombrío.
—Según el plan de
Círculo
roto
, todos los seres saldrán del
Biocrucero
—prosiguió Obi-Wan—. Los androides de Offworld abordarán la nave y se quedarán en ella, pero no para ayudar en el rescate, sino para hacerse con las arcas de la tesorería. Entonces, Offworld hará explotar el
Biocrucero
. Ninguno de los seguidores de Uni se dará cuenta de que la nave explotó de forma intencionada. Los de Offworld quedarán como héroes, y nadie sabrá que robaron las arcas del tesoro.