Usted ha tenido un destello de cómo la ausencia de tiempo puede transformar sus percepciones. Pero una experiencia no es suficiente, no importa cuán bella o profunda sea. Lo que se necesita y a lo que nos referimos es a un cambio permanente en la conciencia.
Así pues, rompa el viejo patrón de la negación del momento presente y de la resistencia al presente. Convierta en práctica retirar la atención del pasado y el futuro cuando no los necesite.
Salga de la dimensión del tiempo lo más posible en la vida diaria. Si encuentra difícil entrar en el Ahora directamente, empiece por observar la tendencia habitual de su mente a querer escapar del Ahora. Observará que el futuro se imagina habitualmente como mejor o peor que el presente. Si el futuro imaginado es mejor, le da placer o anticipación placentera. Si es peor, crea ansiedad. Ambos son ilusorios. A través de la observación de sí mismo, automáticamente aparece más
presencia
en su vida. En el momento en que usted se da cuenta de que no está presente, usted
está
presente. Siempre que es capaz de observar su mente, deja de estar atrapado en ella. Ha entrado otro factor, algo que no es de la mente: la presencia testigo.
Esté presente como el observador de su mente, de sus pensamientos y emociones así como de sus reacciones en las distintas situaciones. Esté al menos interesado en sus reacciones así como en la situación o la persona que lo hace reaccionar. Fíjese también en la frecuencia con que su atención está en el pasado o en el futuro. No juzgue o analice lo que observa. Observe el pensamiento, sienta la emoción, observe la reacción. No los convierta en un problema personal. Sentirá entonces algo más poderoso que cualquiera de las cosas que observa: la presencia tranquila, observadora que está más allá del contenido de la mente, el observador silencioso.
Se necesita presencia intensa cuando ciertas situaciones disparan una reacción con fuerte carga emocional, como cuando su autoimagen es amenazada, cuando surge una amenaza en su vida que dispara el miedo, cuando las cosas "van mal" o surge un complejo emocional del pasado. En esos casos la tendencia es que usted se vuelva "inconsciente". La reacción o la emoción lo domina, usted "se convierte" en ella. Usted la representa. Usted justifica, quita la razón al otro, ataca, defiende... claro que no es usted, es su patrón de reacción, la mente en su modo habitual de supervivencia.
La identificación con la mente le da a ella más energía, la observación se la retira. La identificación con la mente crea más tiempo, la observación abre la dimensión de la ausencia de tiempo. La energía que se retira de la mente se convierte en presencia. Una vez que usted pueda sentir lo que significa estar presente, se vuelve mucho más sencillo simplemente escoger salir de la dimensión del tiempo siempre que no es necesario para propósitos prácticos y trasladarse más profundamente al Ahora. Esto no impide su habilidad para usar su mente. De hecho, la realza. Cuando usted use su mente será más aguda, más centrada.
Aprenda a usar el tiempo en los aspectos prácticos de la vida —podemos llamar a esto el tiempo del reloj— pero vuelva inmediatamente a la conciencia del momento presente cuando esos asuntos prácticos se hayan resuelto. De esa forma no habrá acumulación de "tiempo psicológico", que es identificación con el pasado y proyección compulsiva y continua hacia el futuro.
El tiempo del reloj no se refiere únicamente a hacer una cita o a planear un viaje. Incluye aprender del pasado de forma que no repitamos los mismos errores una y otra vez; establecer metas y trabajar para lograrlas; predecir el futuro por medio de patrones y de leyes, físicas, matemáticas, etcétera, aprendidas del pasado.
También actuar apropiadamente con base en nuestras predicciones.
Pero incluso aquí, en la esfera de nuestra vida práctica, donde no podemos pasar sin referirnos al pasado y al futuro, el momento presente sigue siendo el factor esencial. Cualquier lección del pasado se hace relevante y se aplica
ahora
. Cualquier planeación y trabajo hecho con miras a lograr una meta particular se hace
ahora
.
El principal foco de atención de la persona iluminada es siempre el Ahora, pero aún es consciente periféricamente del tiempo. En otras palabras, continúa usando el tiempo del reloj, pero está libre del tiempo psicológico.
Esté alerta cuando practica esto para que no transforme sin querer el tiempo del reloj en tiempo psicológico. Por ejemplo, si usted cometió un error en el pasado y aprende de él ahora, usted está usando el tiempo del reloj. Por otra parte, si usted se queda mentalmente en él y surgen la autocrítica, el remordimiento o la culpa está convirtiendo el error en "mí" y "mío": lo convierte en parte de su sentido de identidad y se ha convertido en tiempo psicológico, que está siempre ligado a un falso sentido de identidad. La falta de perdón implica necesariamente una carga pesada de tiempo psicológico.
Si usted se propone una meta y trabaja para lograrla, usted está usando el tiempo del reloj. Usted es consciente de a dónde quiere llegar, pero honra y da su mayor atención al paso que está dando en ese momento. Si se enfoca excesivamente en la meta, quizá porque está buscando la felicidad, la realización o un sentido más completo de sí mismo en ella, ya no honra el Ahora. Se queda reducido a un peldaño hacia el futuro, sin valor intrínseco. El tiempo del reloj se vuelve entonces tiempo psicológico. El viaje de su vida no es ya una aventura, solamente una necesidad obsesiva de llegar, de lograr, de "conseguirlo". Ya no ve o huele las flores del camino tampoco, ni es consciente de la belleza y el milagro de la vida que se despliega a su alrededor cuando está presente en el Ahora.
Puedo ver la importancia suprema del Ahora, pero no comprendo completamente cuando dice que el tiempo es una ilusión
. Cuando digo "el tiempo es una ilusión" mi intención no es hacer una afirmación filosófica. Sólo estoy recordándole un hecho sencillo —un hecho tan obvio que puede resultarle difícil de comprender y que incluso puede parecerle falto de sentido— pero una vez que lo comprende completamente, puede cortar como una espada todas las capas de complejidad y de "problemas" creadas por la mente. Permítame decirle de nuevo: el momento presente es todo lo que usted tiene. No hay nunca un tiempo en que su vida no sea "este momento". ¿No es eso un hecho?
Usted no pondrá en duda que el tiempo psicológico es una enfermedad mental si observa sus manifestaciones colectivas. Ocurren, por ejemplo, en forma de ideologías tales como el comunismo, el nacional socialismo o cualquier otro nacionalismo, o sistemas rígidos de creencias religiosas, que operan bajo la asunción implícita de que el mayor bien está en el futuro y de que por tanto el fin justifica los medios. El fin es una idea, un punto en el futuro proyectado por la mente, en el que la salvación en cualquiera de sus formas —felicidad, logro, igualdad, liberación, etcétera— se alcanzará. Frecuentemente los medios para llegar a ello son la esclavitud, la tortura y el asesinato de personas en el presente.
Por ejemplo, se estima que para promover la causa del comunismo se asesinaron unos cincuenta millones de personas, para lograr un "mundo mejor" en Rusia, China y otros países. Ese es un ejemplo estremecedor de cómo creer en un cielo futuro produce un infierno presente. ¿Puede haber alguna duda de que el tiempo psicológico es una enfermedad mental grave y peligrosa?
¿Cómo opera este patrón mental en su vida? ¿Está usted tratando siempre de llegar a un sitio diferente de donde está? ¿La mayor parte de lo que hace es sólo un medio para lograr un fin? ¿La realización está siempre a la vuelta de la esquina o reducida a placeres esporádicos como el sexo, la comida, la bebida, las drogas o las diversiones excitantes o emocionantes? ¿Está siempre concentrado en alcanzar o perseguir algún placer o emoción nuevos? ¿Cree que si compra más cosas se sentirá más realizado, más satisfecho o completo psicológicamente? ¿Espera a un hombre o una mujer que le dé sentido a su vida?
En el estado normal de conciencia, identificado con la mente o no iluminado, el poder y el potencial creativo infinito que se encuentra encerrado en el Ahora están completamente oscurecidos por el tiempo psicológico. Su vida entonces disminuye su vibración, su frescura, su sentido de maravilla. Los viejos patrones de pensamiento, emoción, conducta, reacción y deseo se repiten en actuaciones interminables, son un guión en su mente que le da identidad parcial, pero que distorsiona u oculta la realidad del Ahora. La mente entonces crea una obsesión con el futuro como escape de un presente insatisfactorio.
Pero la creencia de que el futuro será mejor que el presente no es siempre una ilusión. El presente puede ser espantoso, las cosas pueden mejorar en el futuro y a menudo lo hacen
. Habitualmente, el futuro es una réplica del pasado. Son posibles algunos cambios superficiales, pero la transformación
real
es rara y depende de si usted puede volverse suficientemente presente como para disolver el pasado entrando al poder del Ahora. Lo que usted percibe como futuro es una parte intrínseca de su estado de conciencia ahora. Si su mente lleva una carga pesada de pasado, experimentará más de lo mismo. El pasado se perpetúa a sí mismo por medio de la falta de presencia. La calidad de su conciencia en este momento es lo que agudiza el futuro, que por supuesto sólo puede experimentarse como el Ahora.
Usted puede ganar diez millones de dólares, pero ese cambio no tiene más que una profundidad superficial. Simplemente continuaría actuando según los mismos patrones condicionados en contextos más lujosos. Los humanos han aprendido a dividir el átomo. En lugar de matar diez o veinte personas con una maza de madera, una persona puede matar ahora a un millón simplemente apretando un botón. ¿Es esto un cambio
real
?
Si la calidad de su conciencia en este momento es lo que determina el futuro, ¿entonces qué determina la calidad de su conciencia? Su grado de presencia. El único lugar donde puede ocurrir un verdadero cambio y donde puede ser disuelto el pasado es en el Ahora.
Toda la negatividad es causada por una acumulación de tiempo psicológico y por la negación del presente. La incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación —todas las formas del miedo— son causadas por exceso de futuro y demasiado poca presencia. La culpa, las lamentaciones, el resentimiento, las quejas, la tristeza, la amargura y todas las formas de falta de perdón son causadas por exceso de pasado y falta de presencia.
La mayoría de las personas encuentran difícil creer que es posible un estado de conciencia totalmente libre de negatividad. Y sin embargo ese es el estado liberado al que apuntan todas las enseñanzas espirituales. Es la promesa de la salvación, no en un futuro ilusorio sino justamente aquí y ahora.
Usted puede encontrar difícil reconocer que el tiempo es la causa de sus sufrimientos o problemas. Cree que los causan situaciones específicas de su vida, y vistos desde un punto de vista convencional, eso es verdad. Pero hasta que solucione la disfunción básica de la mente que causa todos los problemas —su apego al pasado y al futuro y su negación del presente—, estos son en realidad intercambiables. Si todos sus problemas o lo que percibe como causas de sufrimiento o de infelicidad desaparecieran milagrosamente hoy, pero usted no se hubiera vuelto más presente, más consciente, pronto volvería a encontrarse dentro de una serie de problemas o de causas de un sufrimiento similar, como una sombra que lo sigue a dondequiera que va. En últimas, sólo hay un problema: la mente misma atada al tiempo.
No puedo creer que pueda llegar a un punto en el que esté completamente libre de mis problemas.
Tiene razón. No puede
alcanzar
nunca ese punto porque
está ahora
en él.
No hay salvación en el tiempo. Usted no puede ser libre en el futuro. La presencia es la llave hacia la libertad, así que sólo puede ser libre ahora.
No veo cómo puedo ser libre ahora. Tal como están las cosas, estoy muy descontento con mi vida actual. Ese es un hecho y estaría engañándome a mí mismo si tratara de convencerme de que todo está bien cuando definitivamente no lo está. Para mí, el momento presente es muy infeliz; no es liberador en absoluto. Lo que me mantiene en la marcha es la esperanza o la posibilidad de algún progreso en el futuro.
Usted cree que su atención está en el momento presente cuando en realidad está completamente ocupada por el tiempo. Usted no puede ser al mismo tiempo infeliz y completamente presente en el Ahora.
A lo que usted se refiere como "su vida" debería llamarse con más exactitud su "situación vital". Es tiempo psicológico: pasado y futuro. Algunas cosas en el pasado no salieron como usted quería. Usted aún se resiste contra lo que ocurrió en el pasado y ahora se está resistiendo a lo que
es
. La esperanza es lo que lo mantiene en marcha, pero la esperanza lo mantiene concentrado en el futuro y este enfoque continuo perpetúa su negación del ahora y por tanto su infelicidad.
Es verdad que mi situación vital presente es el resultado de cosas que ocurrieron en el pasado, pero de todas formas es mi situación presente y lo que me hace infeliz es estar atascado en ella.
Olvide su situación vital por un rato y preste atención a su vida.
¿Cuál es la diferencia?
Su situación vital existe en el tiempo. Su vida es ahora.
Su situación vital es material de la mente. Su vida es real.
Encuentre la "puerta estrecha que conduce a la vida". Se llama el Ahora. Reduzca su vida a este momento. Su situación vital puede estar llena de problemas —la mayoría de ellas lo están— pero descubra si tiene algún problema en este momento. No mañana o dentro de diez minutos, sino ahora. ¿Tiene algún problema ahora?
Cuando usted está lleno de problemas, no hay espacio para que entre algo nuevo, no hay espacio para las soluciones. Así que siempre que pueda, abra algo de espacio, para que pueda descubrir la vida que hay oculta en su situación vital.